EL EMBLEMATICO ATICO DE LENNON
EN EL CORAZON DE N.Y SE VENDE POR U$S 5.5 MILLONES
Cuando en 1980 el mundo entero lloraba la trágica muerte de John Lennon, su mujer, la polémica japonesa Yoko Ono (87) decidió mantener, casi como un templo, el departamento que los convirtió en la pareja más emblemática de los ´70 pero que también fue el refugio amoroso del cantante con su amante May Pang durante 18 meses. Un ático, a una cuadra del Central Park, construido en 1928 con increíbles vistas de Nueva York que se puso a la venta en 5.5 millones de dólares. Los dos pisos que cubren una superficie de 370 metros cuadrados, más una terraza de 186, con ventanales hasta el techo, poseen grandes espejos que reflejan la luz y amplian el lugar. Las paredes del hall de entrada están cubiertas
por cuadros originales, como el que emula al dios Baco, con pisos alfombrados en vivos colores. Hay mucha madera en su decoración y un claro estilo vintage que recuerda la época de oro del ex Beatle. El comedor, con techos irregulares, tiene una mesa ovalada de cristal con base de piedra y sillas verdes. El personal toque de Yoko se aprecia en armarios tallados en madera y en pequeñas láminas naranjas en estilo oriental. Una gran chimenea de mármol blanco ameniza el ambiente rodeado por espejos que se repiten hasta en las puertas. El salón principal del ático está decorado en tonos claros con toques estridentes como sillas naranjas y almohadones de color vino en sofás y butacones. Una mesa de cristal delimita el comedor. Cinco habitaciones se reparten en los dos pisos. Las principal, que ocupaban Yoko y John está revestida en madera tallada con motivos floreales (típicos de la arquitectura árabe) que se repiten en las vigas del techo. En la deco se destacan alfombras persas, baúles y taburetes vintage con mantas estilo bereber y típicas lámparas. Un pequeño rincón supo conformar el escritorio del astro con una silla en colores tierra que combinan con el blanco de suelo y paredes. Mientras el baño principal también fue decorado en ese tono con mármol gris y grifería dorada. El color claro se repite en la cocina con vitrinas y cajoneras que alternan el metálico con el granito. Cuentan que Yoko Ono era amante de la Naturaleza por eso en la terraza de madera creó su propio espacio verde, tapizando paredes con plantas de bambú pintadas en papel y variedad de pequeños árboles que ella misma plantó en macetones. Allí también colocó una mesa de cristal con base de hierro negro y sillas que contrastan con los pisos de baldosas rojizas y los clásicos ladrillos de la construcción. Todos los ventanales y la terraza tienen una incomparable vista al East River y al característico perfil neoyorkino.