CANNES: SIMBOLICO GLAMOUR
BELLA HADID CON UN COLLAR DE PULMONES
Es tradición, glamour y extravagancia en su más puro estilo. Son 11 días que la industria del cine brilla con su mayor esplendor. Sin embargo el año pasado, la pandemia del Covid dejó a todos con una gran carga de frustraciones y ganas contenidas. Por eso el Festival de
Cannes, en su 74º Edición, se celebró con todos los sentimientos a flor de piel. La Red Carpet del Palacio de Festivales y Congresos se cubrió con el charme de las grandes divas del cine y con las top más renombradas del mundo fashion. Los hombres lucieron impecables smoking que recorrieron la más amplia gama de colores o trajes pero quienes no co
nocieron de límites a la hora de recorrer la famosa alfombra, fueron las mujeres. Transparencias, plumas, atrevidísimos escotes y tajos que develaron la ausencia de ropa interior, brillos dorados y platas, volados, tules e interminables colas en un estallido de colores que destronó al negro. También hubo carísimas joyas y diamantes en collares, aros y brazaletes. Aunque sin dudas quien más impacto logró en el festival que se realiza desde 1946, fue la modelo Bella Hadid (24), quien deslumbró en sus dos apariciones a puro glamour. Al llegar a La Croisette, Bella dejó sin aliento a todos con un vestido negro en crèpe de lana diseñado
por Daniel Roseberry para Schiaparelli con un profundo escote que dejaba al aire sus pechos y quedaban cubiertos por un llamativo y simbólico collar maximalista bañado en oro con piedras en forma de pulmones en un profundo mensaje en tiempos de Covid. “Es un homenaje a la idea de respirar cristalizando los pulmones para hacerlos eternos en una época de resurgimiento”, confió. Lo acompañó con un sofisticado peinado alto con un mechón suelto. Aunque no fue el único día que Hadid impactó en la Red Carpet. Ya que también lució un Jean Paul Gautier vintage, en blanco con tul negro y diamantes Chopard, que impactó a
todos. La Croissette recuperó el tan extrañado glamour y la cita de lujo de Cannes volvió a ser una cumbre de estilo y sofisticación durante la proyección de los 24 largometrajes que compiten por la soñada Palma de Oro. Y una de las parejas que más suspiros despertó fue la de Sean Penn (60) con su hija Dylan Penn (30). Súper tierno, en una imagen no muy acostumbrada a ver en él, el actor se mostró feliz junto a su heredera, con quien trabaja en el filme “Flay Day”, hasta el punto de aceptar lucir ambos durante todo el festival en compossé blanco y negro.
Otra que también se destacó fue la modelo e influencer alemana Leonie Hanne, con un llamativo vestido de infinitas capas de tul y plumas, by Nicole Felicia Couture, y con un collar de Pomellato, de oro con 986 diamantes haciendo juego con una pulsera Catene de oro rosa con 400 diamantes, aros, tres brazaletes y anillo también de oro cubierto con diamantes de todos los tamaños. Así Cannes comenzó a devolver a la Costa Azul el glamour que siempre la distinguió.
“Es un homenaje a la idea de respirar cristalizando los pulmones para hacerlos eternos en este resurgimiento”.