Accidentes oftalmológicos durante la pandemia
A veces, los ojos son el blanco directo de accidentes que cualquier persona puede sufrir. Y se considera que la mitad de estos ocurre en el hogar.
Cuerpos extraños sólidos: Diversos objetos pueden introducirse en los ojos, quedando alojados a nivel superficial o generando heridas penetrantes. Los más frecuente son las lesiones superficiales, en donde una basurita, polvillo ambiental o arenilla se alojan debajo del párpado superior. Pueden ser difíciles de quitar y necesitar una maniobra de eversión palpebral para removerlo. Aunque, la mayoría de las veces, el mismo lagrimeo reflejo alcanza para removerlo. Cuando hay un cuerpo extraño en la superficie ocular, hay muchas molestias y gran irritación ocular. Generalmente, no ocasionan problemas serios y son situaciones autolimitadas. Distinto es el caso de los que ingresen a alta velocidad y/o con temperatura elevada como, por ejemplo, al emplear una motoguadaña, motosierra o amoladora. Y si bien estos ejemplos son poco comunes para muchas personas, hay que recordar que durante la pandemia despertó el interés por hobbies o actividades que no se realizaban habitualmente. Ahí, surgieron muchos accidentes caseros, algunos serios. Salpicaduras:
Si bien se incrementaron los recaudos en cuanto a la higiene, desde el lavado de manos hasta el uso del alcohol diluido al 70%, el alcohol en gel, la lavandina y otras sustancias con actividad desinfectante, hay que prestar atención a su preparación ya que puede haber salpicaduras. Aunque el parpadeo suele salvar del accidente, a veces, se llega a tarde y la sustancia toma contacto con la superficie ocular, promoviendo desde una pasajera (pero molesta) irritación hasta una úlcera seria.
Dependerá del tipo de sustancia, cantidad y de lo que se haga inmediatamente tras el accidente. La recomendación es simple: más allá de la sustancia, lavar la superficie ocular con abundante agua. Para asegurarse de que esté limpia, tratar de que sea mineral, en caso contrario, con agua de la canilla. La dilución de la sustancia licuará también su potencial efecto dañino. Cualquier líquido puede salpicar los ojos y, a veces, puede ser algo grave. No hay que menospreciar esta clase de accidentes. Atención también con las pinturas, solventes, bebidas y, sobre todo, con los líquidos burbujeantes que estén al fuego al cocinar.
Lámparas de luz ultravioleta contra el covid:
Durante la pandemia, algunos comercios utilizaron lámparas de luz ultravioleta, que producen una energía que puede dañar y eliminar partículas infecciosas, pero, según su potencia, deben actuar durante determinado tiempo porque su efecto es “tiempo-exposición dependiente”. Actúan sobre la superficie hacia la cual están dirigidas, pero según los modelos, puede haber energía dispersa que, si se está cerca, los ojos pueden dañarse. Algo similar a si se mira sin adecuada protección mientras se está soldando, hay una quemadura de la superficie ocular, que origina un cuadro doloroso denominado “fotoqueratitis”.
Finalmente, es fundamental tener presente antes de realizar una tarea (sobre todo, si es un nuevo hobby), su potencial riesgo. Muchos accidentes “simples” conducen a serios problemas. En los ojos, la gran mayoría de los accidentes pueden evitarse con gafas de protección adecuadas.