LA PRINCESA HUMILLADA
EL MARIDO DE EUGENIA DE YORK DE FIESTA
Para Gran Bretaña y, sobre todo para la reina Isabel II (95) la pareja que conformaban su nieta, la princesa Eugenia de York (31) –hija del príncipe Andrés (60) y Sarah Ferguson (61)– con el empresario Jack Brooksbank (35) era perfecta. Y, con el nacimiento del hijo de ambos, August Philip Hanke, el 9 de febrero, representaban la imagen de plena felicidad y armonía que ella tanto anhela para la Familia Real. Sin embargo, repentinamente, todo cambió y un gran escándalo estallo en el desde hace unos meses tranquilo Palacio de Buckingham. Como embajador de la firma de tequila Casamigos –que es propiedad del actor George Clooney y de Rande Gerber, marido de Cindy Crawford–, Brooksbank le dijo a su esposa que debía viajar y pasar el fin de semana en la costa amalfitana, más precisamente en Capri, para cumplir con un compromiso laboral. Enamorada de su marido y confiando plenamente en él, se quedó al cuidado de su pequeño y le dijo que viajara solo. Apenas dos días después Eugenia sintió que su perfecta estampa familiar se derrumbaba sin aviso. Efectivamente Jack estuvo en Capri degustando ostras y champagna en una gala que fue anunciada como “Una noche mágica en el paraíso” y en la que se realizó una subasta para Unicef. Pero, según parece, él decidió cumplir al pie de la letra con la consigna de la fiesta y la continuó a bordo de
un yate con unos amigos y tres esculturales mujeres: la ex editora de la revista de moda Glamour, Rachel Zalis y las modelos Erika Pelosini y María Buccellati que protagonizaron eróticos bailes en topless sobre la cubierta del yate. Durante el soleado día navegando por aguas italianas, las bandejas con ostras y las botellas de champagna volvieron a repetirse pero esta vez sin control. Un eufórico Brooksbank se mostró en shorts bailando y hasta abrazando fogosamente a las chicas tal como lo mostró el sitio Guacamouly.com. Según revelaron los amigos de la princesa, Eugenia corrió a los brazos de su madre en busca de consuelo y consejos para enfrentar el gran escándalo que volvió a elevar la presión de Isabel II.
“Jack es un hombre de mucha integridad. Lo conozco hace más de diez años y es como mi hijo. Es un gran padre, un marido fabuloso y nunca ha estado en el centro de atención porque le gusta quedar al margen. Es una de mis personas favoritas. Lo llamo James Bond porque en mi opinión él es un superhéroe… El simplemente estaba cumpliendo con su trabajo para Casamigos”, argumentó en defensa de su yerno Ferguson en el programa “The One Show” de la BBC. Pero mientras su madre intentaba salvar el buen nombre de su hija, la Princesa que ocupa el 11º lugar en la línea de sucesión al trono británico no encontraba consuelo ni explicación para el escándalo que protagonizó su marido.
“Es un hombre de mucha integridad… Para mí es James Bond porque es un superhéroe. El simplemente estaba haciendo su trabajo para Casamigos”.