“ELLOS ME INSPIRAN Y ME CONMUEVEN”
DEBORA PLAGER CON SU PAPA Y SU HERMANO MEDICOS
Lo afirma con seguridad y contundencia: siente que transita una etapa plena, de mucha seguridad personal. “Desde ese lugar tomo las decisiones profesionales y personales. Es reconfortante saber que uno puede elegir desde la libertad, el camino recorrido y lo construido. Y saber que se trata de algo sólido, después de muchos años de trabajo y esfuerzo”, afirma Débora Plager (51), la conductora de “Modo Plager” (Radio Rivadavia, de 19 a 21 horas); autora de columnas de opinión en el diario El Cronista; protagonista de reveladoras y audaces participaciones en "ShowMatch La Academia"; y la panelista que sorprendió al desvincularse del programa “Intratables” (que hoy conduce Alejandro Fantino) y del canal América, tras ocho años de contrato.
Flamante incorporación de LN+, la periodista aclara que para quienes trabajan en los medios es fundamental tener el sostén de la familia. “Cuando uno pasa un momento complicado sabe que lo importante está ahí. Creo que sin ellos me hubiera sido todo mucho más difícil”, agrega.
Débora tiene a sus hijos mellizos Maximiliano y Tomás, de 20 años, fruto de una relación anterior; y a su actual marido, José Luis Rodríguez Pagano (56), con quien se casó en 2013, y que a su vez tiene dos hijas de un matrimonio anterior, María Eugenia (19) y Victoria (16). Pero en la producción que protagonizó para CARAS se la ve a Plager divertida y
“Me emociona el amor que sienten por su trabajo, y su vocación por salvar vidas y cuidar a los demás.”
feliz, posando con otros dos de los seres que más ama en el mundo: su padre, Mauricio Raúl (84) y su hermano Ariel (56). “Mi papá sigue ejerciendo, aunque ahora tiene licencia por el tema del Covid. Trabajó 50 años en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y es parte del staff del Hospital Materno Infantil de San Isidro. Mi hermano actualmente tiene su consultorio en Plaza Canning (Ezeiza) y trabajó en el Hospital Pirovano”, comenta con orgullo.
—¿En qué la influyeron, por qué la inspiran tanto?
—Ellos me enseñaron lo que significa la vocación y la pasión por el trabajo que uno ama. Ambos son pediatras: mi papá es muy reconocido y querido, y además es médico toxicólogo. Tiene mucho amor y vocación por los niños. Mi hermano heredó eso de mi padre, desde muy chico. Recuerdo que siendo niña mi hermano jugaba a ser médico conmigo. Y ese amor por el trabajo y la vocación por ayudar, salvar vidas y cuidar a los demás, siempre me conmovió mucho de los dos.
—¿A usted nunca le pasó algo similar y sintió deseos de ser médica?
—Para nada, siempre supe que lo mío no era por el lado de la medicina ni de la ciencia. Tengo una mamá escritora que es Silvia Plager (78), y siempre supe que lo mío era por el lado de la comunicación y la palabra. Por eso fui por el lado del periodismo. Pero nunca estuve ni cerca de la medicina. En mi familia, mi padre y mi hermano supieron desde muy chicos qué era lo que deseaban. También mi madre, que tiene vocación por la literatura y lo supo desde que aprendió a leer y a escribir, a los cinco años. Nunca más se despegó de los libros.
—Seguro que por mucho tiempo a usted la reconocían más por ser La Hija del Doctor que por ser la periodista de televisión...
—Sí, claro. Cuando era chica, siempre viví en un barrio, en Martínez. Eran otros tiempos, sin WhatsApp, sin celular. Entonces en la zona, mi casa era la Casa del Doctor Plager.
Un vecino tenía algún problema y venían a ver a mi padre. Yo salía a comprar algo y me reconocían como: “La hija del Doctor”… Mi actividad es más visible, más reconocida públicamente, pero a mí lo que me enorgullece cuando voy por la calle, sobre todo en la zona norte que es donde mi papá tuvo tantos años su consultorio pediátrico (en General Pacheco), no es que me reconozcan por algo que vieron de mí en la tele. Por el contrario, cuando por ejemplo un empleado de un restaurante o el quiosquero me dicen: “¡Ah, su papá es el doctor Plager! ¡El le salvó la vida a mi nene!”. Esas son las cosas que me parecen realmente importantes y trascendentes.
—¿Qué piensan ellos de su carrera? ¿Les gustó verla bailar en el programa de Marcelo Tinelli?
—A mi hermano, que es más joven, divertido y cholulo, le encantó desde el comienzo. De hecho me visitó en uno de los programas. Pero a mis padres les gusta más la parte de mi carrera que es la que permanece, la que está construida, que es la periodística dedicada a la actualidad política. Eso es lo que destacan, lo que los enorgullece. Cuando tomé la decisión de participar en La Academia , a mis padres, que son profesionales y más ligados al mundo intelectual, les hizo un poquito de ruido (Risas). Pero cuando vieron que yo estaba contenta, que me lo tomaba como un juego, y que las cosas salian lindas, dignas y divertidas, me apoyaron en todo. Son de fierro.
“Mi participación en La Academia les hizo un poquito de ruido. Me vieron contenta y me lo tomé como un juego en mi vida.”