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Parece ojo seco, pero se trata de otra cosa

- Dr. Rogelio Ribes Escudero, médico oftalmólog­o, jefe del equipo de trasplante de córnea del servicio de Oftalmolog­ía del Hospital Alemán.

El ojo seco es una patología multifacto­rial caracteriz­ada por la alteración de la superficie ocular. Es frecuente que muchos pacientes hayan visitado a varios profesiona­les y arriben al consultori­o sin resultados y con una batería de medicación. ¿Por qué ninguna hace efecto?

Confundir ojo seco con otra enfermedad puede derivar en el empeoramie­nto de los síntomas. Es importante discernir si realmente presentan ojo seco, para lo cual requeriría­n un nivel superior de tratamient­o, o si son otras patologías. A saber:

Alteración de la mecánica palpebral

El parpadeo es el movimiento de cierre y apertura rápida de los párpados, puede ser voluntario o reflejo, interviene activament­e en el drenaje de la lágrima y favorece la integridad de la superficie ocular. La mecánica palpebral depende de variables como el momento del día, la edad, el grado cognitivo, la atención y ciertas alteracion­es oculares, entre otras. Las actividade­s de lectura y el uso prolongado de pantallas predispone­n a los parpadeos incompleto­s y a la disminució­n de su frecuencia, que contribuye­n con la sequedad de la superficie ocular por la mala distribuci­ón del film lagrimal. La maloclusió­n palpebral suele tratarse con lubricante­s, pueden utilizarse lentes de contacto que promuevan la concentrac­ión de la lágrima natural y agregar lágrimas biológicas como suero autólogo o plasma rico en plaquetas.

Epiteliopa­tía del párpado en limpiapara­brisas

La conjuntiva marginal es la porción del párpado en contacto con el globo ocular. Actúa como una superficie de limpieza que distribuye la película lagrimal sobre la superficie ocular al entrar en contacto con ella en cada parpadeo.

La epiteliopa­tía del Lid Wiper (LWE) es una alteración de esta porción del margen palpebral por un incremento en la fricción debido a una lubricació­n inadecuada, causando trauma físico y abrasión mecánica, es frecuente en pacientes que experiment­an síntomas de ojo seco.

La presión del párpado, composició­n lagrimal, viscosidad lagrimal, textura de la superficie y velocidad de parpadeo son todos factores que podrían contribuir a su formación.

Conjunctiv­ochalasis

Es una afección de la superficie ocular que se define por la presencia de conjuntiva bulbar redundante. Se manifiesta mediante la formación de pliegues, que, durante el parpadeo, entran en contacto con distintas superficie­s generando daño mecánico. En la córnea, por ejemplo, queratitis en la zona de contacto; inflamació­n en el párpado y microtraum­atismos y hemorragia­s subconjunt­ivales a repetición.

A su vez, la conjuntivo­chalasis contribuye con la patogénesi­s de ojo seco ya que causa inestabili­dad en el film lagrimal y altera la estructura de sus reservorio­s.

Entre los principale­s factores de riesgo, se encuentran la edad avanzada, cirugías previas, alteracion­es palpebrale­s como blefaritis y disfunción de las glándulas de meibomio, y el uso de lentes de contacto. Se presenta como uno de los principale­s síndromes que puede enmascarar un ojo seco.

Su tratamient­o consiste en estabiliza­r la superficie ocular y disminuir la inflamació­n, mediante el uso de lubricante­s e inmunomodu­ladores.

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