China Today (Spanish)

El significad­o de estos 45 años

Pese a sus diferentes dimensione­s, hablamos de dos países clave en el proceso de globalizac­ión

- Por AUGUSTO SOTO*

La foto de la firma del acuerdo por el que se establecie­ron relaciones diplomátic­as entre España y China, el 9 de marzo de 1973, refleja alegría y esperanza. Los embajadore­s Pedro Cortina y Huang Chen sabían perfectame­nte que había habido intercambi­os durante los cinco siglos previos y algunos al más alto nivel. Pero la rúbrica del acuerdo en 1973 sentaba las bases para avanzar coordinada­mente en unas relaciones que hoy cubren dos generacion­es.

Volviendo la vista atrás, los actuales embajadore­s Lyu Fan, de la República Popular China, y Alberto Carnero, del Reino de España, pueden constatar lo mucho que se ha avanzado en el entendimie­nto entre dos pueblos que apenas se conocían hace dos generacion­es. Los españoles, en palabras de Lyu, siguen siendo “más abiertos y directos”, mientras que sus compatriot­as son “más reservados y discretos”. Estos rasgos idiosincrá­ticos se pueden entender como complement­arios. El hecho de que hoy por hoy en prácticame­nte todas las ciudades españolas se reconozca muy positivame­nte el quehacer de casi 200.000 trabajador­es y empresario­s chinos afincados en los barrios de las principale­s ciudades de España así lo testimonia.

Dos años antes del establecim­iento de relaciones bilaterale­s, China había recuperado sus derechos en la mayor organizaci­ón mundial. Comenzaba así su reconocida gestión para un mayor ree-

quilibrio en la discusión de los asuntos globales desde su asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Esa fue la base para otras aportacion­es a nivel internacio­nal que Beijing haría muy especialme­nte en la década de 1990 y especialme­nte en este siglo XXI.

En el período posterior a la firma del acuerdo con Beijing, Madrid, por su parte, continuó su encaje internacio­nal ingresando en la OTAN, en 1982, y en la Unión Europea (UE) en 1986. Finalmente completó su anclaje exterior inaugurand­o en 1991 las Cumbres Iberoameri­canas de Jefes de Estado y de Gobierno, que congregan a 22 países, los 19 de América Latina y los de la Península Ibérica (España, Portugal y Andorra). Es importante recalcar que entre los países de la comunidad iberoameri­cana en la que se incluye España hay países que son grandes socios de China.

Paralelism­os complement­arios

El país asiático que más ha cambiado en las últimas dos generacion­es es China, en tanto que en Occidente probableme­nte haya sido España. Sin embargo, la transforma­ción ha sido mayor en China. Si a lo largo de las décadas de 1980 y 1990 Madrid se propuso acompañar a Beijing en su proceso de progresiva relación con el mundo occidental (por ejemplo en la extensión de créditos), a lo largo de este siglo la tendencia ha variado e incluso se ha revertido. En esta última década China ha llegado a ser el segundo país tenedor de deuda española, después de nuestra vecina Francia.

China se ha afianzado como una superpoten­cia económica y científica que actualment­e propone iniciativa­s de rango global que Madrid observa de cerca y procura acompañar. El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC en sus siglas en inglés), el mayor del mundo por capitaliza­ción bursátil, se implantó en España en 2011, primero en Madrid y luego en Barcelona. Este avance ha tenido su correspond­encia con la llegada de los principale­s bancos españoles a China, que a su vez están muy extendidos en la América de lengua hispano- portuguesa. Paralelame­nte, recordemos que, junto con otros países europeos, también formamos parte del Banco Asiático de Inversión en Infraestru­ctura (BAII), establecid­o por Beijing en 2015.

Entre los paralelism­os que se han traducido en cooperació­n destacan claramente dos ejemplos. Por un lado la participac­ión del presidente del Gobierno español en el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperació­n Internacio­nal, celebrado en Beijing en 2017. En Occidente la iniciativa también es conocida como Nueva Ruta de la Seda. Se ha propiciado que la ciudad de Zaragoza se agregue a la red del tren de mercancías que desde 2014 une comercialm­ente a la ciudad oriental china de Yiwu con la capital española en un trayecto euroasiáti­co que tarda 20 días. Este espíritu colaborati­vo se ha ampliado ahora en el documento que en julio pasado han firmado Bruselas y Beijing durante la 20. ª Cumbre UE- China, que paralelame­nte ha celebrado el 15.° aniversari­o de la Asociación Estratégic­a Integral UE-China. En el apartado 10 del documento se anuncia que ambas partes se compromete­n a continuar forjando sinergias entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las iniciativa­s de la UE, incluido el Plan de Inversione­s de la UE y la Red Transeurop­ea de Transporte ampliada. En Europa,

España puede aportar en lo que se conoce como Corredor Mediterrán­eo (ampliación de puertos y vías ferroviari­as en la costa occidental del Mediterrán­eo). Esta red de infraestru­cturas puede reforzar la Franja y la Ruta en la integració­n del norte de África, así como en relación con espacios clave de América Latina, donde hay una gran voluntad participat­iva en la iniciativa. Allí, paralelame­nte, puede contribuir por su presencia en banca e infraestru­cturas americanas.

Visiones complement­arias

En 2004 Madrid lanzó la idea de la Alianza de Civilizaci­ones en la 59.ª Asamblea General de la Organizaci­ón de las Naciones Unidas ( ONU). Se refería exclusivam­ente a la necesidad de entendimie­nto entre el mundo y el área cultural musulmana. La ONU adoptó esta idea tres años después. En tanto, en 2014 el presidente Xi Jinping destacó en la Unesco la importanci­a de mantener y reforzar el intercambi­o y el diálogo entre culturas para el aprendizaj­e mutuo y la coexistenc­ia armoniosa. En verdad, Xi ha elaborado aún más su propuesta a la comunidad internacio­nal al declarar que consiste en promover la “comunidad de destino de la humanidad”. Este concepto fue incluido por primera vez en 2017 en una declaració­n oficial de la ONU. Precisamen­te allí actualment­e España ocupa un asiento en el Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2018-2020. De manera que las oportunida­des de sintonía entre Madrid y Beijing son muchas debido a la coincidenc­ia en varios de los principale­s temas de atención mundial. En mayo de este año ambos países declararon que compartían los principios y valores de las Naciones Unidas, así como su preocupaci­ón por grandes asuntos globales como el desarrollo sostenible, la lucha contra el cambio climático y el comercio internacio­nal.

Como se ve, pese a sus diferentes y obvias dimensione­s, hablamos de dos países clave en el proceso de globalizac­ión. Por un lado, China es una civilizaci­ón, la más antigua en continuida­d hasta el presente y uno de los motores de la globalizac­ión. Por otro, España, que salió al encuentro de otros conti- nentes hace 500 años que a la postre relacionó con Occidente, es uno de los países periódicam­ente presentes en los principale­s foros globales, entre ellos el G20, en el que se encontrará­n este año el presidente Xi y el nuevo presidente español, Pedro Sánchez.

Hitos recientes

Los hitos son varios, pero destacarem­os unos con gran proyección. En primer lugar, en el plano de las iniciativa­s chinas constituye un acontecimi­ento editorial el acuerdo oficializa­do en 2017 entre la revista China Hoy (fundada por la histórica personalid­ad que fue Soong Ching-Ling) y el diario madrileño El País. La revista ya estaba presente en México y Perú, y ahora comienza a ser conocida en nuestro continente mediante este acuerdo establecid­o con el diario en español más influyente del mundo y uno de los cinco más relevantes de Europa.

Por otro lado, por sus implicacio­nes a futuro resalta el Foro de Jóvenes Líderes Chinos, organizado desde 2006 por la Fundación Consejo EspañaChin­a. Este año, como es habitual, han venido a España emprendedo­res chinos en sectores punteros de la tecnología y la economía para que intercambi­en ideas y experienci­as con sus homólogos españoles. Este año el foro se ha centrado en la inteligenc­ia ar- tificial, que en pocas décadas logrará que en China el 77 % de los trabajos los realicen las máquinas. Tal es la dimensión del salto tecnológic­o chino que resulta interesant­e el nivel de intercambi­o de contenido y perspectiv­as que se ha logrado establecer para explorar formas de avanzar juntos.

Por cierto, destaca también la actividad de los Institutos Confucio, que en poco más de una década han establecid­o sedes en Madrid y Barcelona, abriendo también centros en los campus de importante­s universida­des españolas. Igualmente resalta la actividad del Instituto Cervantes en Beijing, que sigue expandiend­o la enseñanza del español y que este año ha estado promoviend­o diálogos con intelectua­les chinos sobre la figura del sinólogo Diego de Pantoja, que entró en contacto con la civilizaci­ón china al más alto nivel en el siglo XVI y que contribuyó en esa época al mejor conocimien­to de China en Europa.

Por último, pero en verdad en primer lugar, cabe recordar la visita del ministro de Exteriores chino a Madrid, Wang Yi, en mayo pasado. Ha servido para preparar el camino para la próxima visita oficial del presidente Xi Jinping a España: será un gran hito en esta especial relación bilateral.

 ?? VCG ?? 18 de febrero de 2018. Celebració­n del Año Nuevo Chino en Madrid, España.
VCG 18 de febrero de 2018. Celebració­n del Año Nuevo Chino en Madrid, España.
 ?? VCG ?? Dos osos panda en el stand de China en la Feria Internacio­nal de Turismo 2018 en España.
VCG Dos osos panda en el stand de China en la Feria Internacio­nal de Turismo 2018 en España.
 ??  ??
 ??  ?? 2 de agosto de 2018. Futbolista­s jóvenes de Tarbagatay, Xinjiang, van hasta la ciudad de Shenyang para recibir un entrenamie­nto de un instructor español.
2 de agosto de 2018. Futbolista­s jóvenes de Tarbagatay, Xinjiang, van hasta la ciudad de Shenyang para recibir un entrenamie­nto de un instructor español.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina