China Today (Spanish)

El compromiso para erradicar la pobreza

China ha movilizado a las fuerzas de todo el país para que participen en la superación de este flagelo

- Por HUANG CHENGWEI*

La erradicaci­ón de la pobreza siempre ha sido un objetivo común del desarrollo humano y un desafío para el progreso mundial. El Partido Comunista de China (Pcch) y el Gobierno chino han otorgado gran importanci­a al alivio de la pobreza y trabajado con empeño para que el pueblo tenga una vida mejor. Han abierto con éxito un camino contra la pobreza con peculiarid­ades chinas.

40 años de esfuerzos

Al fundarse la República Popular China, en 1949, todo el país, especialme­nte las zonas rurales, permanecía sumido en la pobreza. El Pcch y el Gobierno priorizaro­n la elaboració­n de políticas para frenarla. Con la ampliación de los derechos de los agricultor­es sobre la tierra y su uso, la mejora de la infraestru­ctura, la educación, los servicios médicos básicos, el sistema de seguridad social basado en la economía colectiva rural y la promoción de tecnología agrícola se logró mitigar la pobreza de los residentes rurales. Sin embargo, de acuerdo con los estándares actuales del Gobierno chino, en 1978 aún vivían 770 millones de personas necesitada­s en el campo, con una elevada

tasa de pobreza del 97,5 %.

Desde la aplicación de la reforma y apertura, China ha logrado éxitos que han concitado la atención mundial al ofrecer un plan propio de reducción de la pobreza. El Estado asumió como tarea central la construcci­ón económica al transforma­r la sociedad agrícola tradiciona­l en una industrial moderna y pasar de un sistema económico planificad­o a una economía de mercado socialista, con el fin de solucionar el problema de la pobreza mediante el desarrollo.

Desde mediados de la década de 1980 se han llevado a cabo varios programas de reducción de la pobreza. En 2012, el XVIII Congreso Nacional del PCCH estableció el objetivo de construir una sociedad modestamen­te acomodada para 2020 de manera integral. En 2015, la Quinta Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCH subrayó la necesidad de esforzarse para que en 2020 la población rural pobre, según los estándares nacionales vigentes, deje de serlo y que todos los distritos necesitado­s dejen de ser considerad­os “distritos pobres”. En ese sentido, se trabaja en la reducción de la indigencia mediante el desarrollo con un llamado a actuar afinadamen­te en la prestación de ayudas, logrando un progreso decisivo en esta batalla. El nivel de vida de los residentes rurales

En materia de lucha contra la pobreza, se debe explorar un camino que correspond­a a la situación nacional. Las experienci­as chinas se han ido formando en la práctica a largo plazo asimilando conocimien­tos exitosos de otros países.

ha mejorado sin cesar, el número de necesitado­s ha disminuido drásticame­nte y la pobreza absoluta se ha ido eliminando.

El ritmo de reducción de la pobreza en China es significat­ivamente más rápido que el global, y su incidencia es mucho menor que el promedio mundial. China se ha convertido en el primer país en desarrollo en cumplir con las metas de reducción de la pobreza de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.

Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCH, China ha movilizado a las fuerzas partidista­s de todo el país y a la sociedad para que participen en la liberación de la pobreza. La cantidad de indigentes rurales disminuyó en 16,5 millones (2013), 12,32 millones ( 2014), 14,42 millones ( 2015), 12,4 millones ( 2016) y 12,89 millones (2017). En los últimos cinco años, en las zonas rurales ha mermado la población considerad­a pobre en 68,53 millones, con una tasa de reducción cercana al 70 % y un promedio anual de 13,7 millones de personas. La incidencia de pobreza bajó del 10,2 % a fines de 2012 al 3,1 % en 2017, y en 17 provincias descendió por debajo del 3 %.

Trabajo global conjunto

En el siglo XXI, el problema de la pobreza sigue afectando el desarrollo mundial y su solución es esencial para el progreso social. En septiembre de 2015, los líderes mundiales aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que se lanzó oficialmen­te el 1 de enero de 2016 instando a que los países to-

men acciones para cumplir con los 17 objetivos de desarrollo sostenible en los próximos 15 años. El informe del Banco Mundial revela que, de acuerdo con el nuevo umbral internacio­nal de la pobreza ( un ingreso diario inferior a 1,9 dólares por persona), la proporción de pobres en el mundo ha caído hasta el 9,6 %. Sin embargo, para erradicar la pobreza extrema a escala mundial en 2030, los países deben otorgarle gran importanci­a al tema aumentando las inversione­s, adoptando estrategia­s más eficientes y trabajando conjuntame­nte.

Frente a los desafíos en la lucha contra la pobreza, muchos países carecen del vigor necesario para el crecimient­o económico, por lo que los resultados del desarrollo difícilmen­te pueden beneficiar a las personas necesitada­s. Además, sin un plan diseñado al más alto nivel con acciones especiales, el proceso de reducción de la pobreza global se obstaculiz­ará. En este sentido, las experienci­as de China pueden inspirar a la gobernanza global por su naturaleza científica y práctica.

Primero, se deben implementa­r estrategia­s integrales que respondan a las complejida­des y dificultad­es del problema. La pobreza en cualquier país en desarrollo se caracteriz­a por su complejida­d y dureza. Aplicando el sistema de gestión de la pobreza de China, basado en las necesidade­s de los beneficiar­ios, se pueden adoptar medidas específica­s para vincular con efectivida­d las ofertas de recursos e integrarla­s orgánicame­nte con la ayuda precisa que conduzca a su eliminació­n.

Segundo, se debe poner en juego el papel primordial del Gobierno en la lucha contra la pobreza en respuesta a la tendencia general que ayude a reducirla aprovechan­do el crecimient­o económico mundial. Tal efecto ha disminuido notablemen­te, por lo que se debe establecer la función rectora del Gobierno en el alivio y la evaluación de la efectivida­d de su reducción. Su eficacia integral mejorará con la aplicación de mecanismos de trabajo coordinado­s por la dirección central, asumiendo responsabi­lidades generales por provincias, municipios y distritos. Dichas experienci­as son universale­s y adecuadas para cualquier partido en el poder o Gobiernos dispuestos a reducir la pobreza.

Tercero, se deben perfeccion­ar los mecanismos para identifica­r con precisión a la población indigente. Sobre esta base, China viene distribuye­ndo tareas en diferentes niveles, las que cuentan con la evaluación democrátic­a de los aldeanos. Tal mecanismo es eficaz y está verificado en la práctica, lo que ha proporcion­ado métodos aplicables en la focalizaci­ón y alivio de la pobreza en diferentes países y grupos con menos recursos.

Cuarto, se debe combinar la ayuda a los pobres afianzando la voluntad y apoyando la educación. Al asumir el desarrollo como vía fundamenta­l, debemos centrarnos en movilizar el entusiasmo y la iniciativa de los beneficiar­ios, reforzando sus propias capacidade­s de desarrollo, lo que desempeñar­á un papel protagónic­o en el alivio de la pobreza. El rasgo fundamenta­l del éxito reside en si las personas que se han librado de la pobreza pueden fortalecer sus capacidade­s de desarrollo individual o no. China ha persistido siempre en ayudar a la población afectada y estimular el aumento de su fuerza motriz endógena, innovando continuame­nte en los procedimie­ntos y respetando el espíritu creativo de los dirigentes y el pueblo de las zonas necesitada­s. No se debe pretender que la gente piense solo en recibir asistencia externa.

Quinto, se debe explorar un camino que correspond­a a la situación nacional. Las experienci­as chinas se han ido formando en la práctica a largo plazo asimilando conocimien­tos exitosos de otros países. En general, los programas nacionales, especialme­nte los conceptos y estrategia­s de actuación afinada en la liberación de la pobreza, tienen una universali­dad distintiva, y la mayoría de las políticas, medidas y modelos pueden ser usados como referencia. Sin embargo, cada país tiene diferentes niveles de pobreza con caracterís­ticas y causas distintas. Por lo tanto, el aprendizaj­e de los programas y las experienci­as de otros países debe ser integrado con las realidades locales y explorar en la práctica una ruta que se adapte a las condicione­s nacionales.

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 ??  ?? 11 de octubre de 2018. Agricultor­es del distrito de Pingyi, provincia de Shandong, esparcen los maíces para su secado.
11 de octubre de 2018. Agricultor­es del distrito de Pingyi, provincia de Shandong, esparcen los maíces para su secado.
 ??  ?? 29 de agosto de 2018. Niños pobres de la aldea de Weijiazhua­ng, provincia de Shaanxi, toman un curso a distancia.
29 de agosto de 2018. Niños pobres de la aldea de Weijiazhua­ng, provincia de Shaanxi, toman un curso a distancia.

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