China Today (Spanish)

Animales preciosos La inspiració­n del dragón chino

El aligátor del Yangtsé ha estado en la Tierra durante 200 millones de años

- Por JIANG FUMEI*

El aligátor del Yangtsé, también conocido como aligátor chino, habita principalm­ente en la llanura de los cursos medio e inferior del río Yangtsé. Es una especie propia de China y uno de los cocodrilos más pequeños del mundo. Ha sido incluido en el primer nivel de la lista de animales protegidos de China y en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacio­nal de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).

“Fósil viviente de los dinosaurio­s”

Dentro de la familia Alligatori­dae, el aligátor del Yangtsé es una especie de cocodrilo pequeño. Es muy similar a su congénere, el aligátor americano, pero tiene el cuerpo más pequeño. Ambos viven en zonas de agua dulce. Un aligátor del Yangtsé maduro mide entre uno y dos metros de largo y pesa entre 30 y 40 kilos. Su cuerpo está cubierto por una piel áspera de color marrón oscuro. Su cabeza, su cuello, su tronco, sus extremidad­es y su cola presentan contornos claros. Tiene la cabeza achatada, la boca grande y larga y el cuello corto y grueso. Su espalda y ambos lados de su cuerpo están acorazados. Las escamas duras en la espalda son prominente­s y se extienden hasta su cola. Las escamas más blandas en el estómago tienen el color menos oscuro y lucen grises. Sus extremidad­es son cortas y gruesas. Sus patas delanteras no son palmeadas y tienen cinco garras, mientras que sus patas tra-

seras sí lo son y tienen cuatro garras. Su cola es larga y tiene un patrón de franjas de colores gris y negro o gris y amarillo.

El aligátor del Yangtsé es un reptil que apareció en la era de los dinosaurio­s. Sobrevivió a los grandes cambios geológicos. Ha vivido en nuestro planeta 200 millones de años. En él se pueden observar muchas caracterís­ticas y deducir muchos hábitos de los dinosaurio­s. Por lo tanto, esta especie es conocida también como “fósil viviente de los dinosaurio­s”.

Hace cuatro o cinco mil años, como el clima en la cuenca del río Amarillo era cálido, habitaban los cocodrilos. Pero desde hace mucho tiempo, el aligátor del Yangtsé vive principalm­ente en los cursos medio e inferior del homónimo río. Sin embargo, su hábitat se viene reduciendo debido al aumento de la población humana y a la ampliación de tierras agrícolas. Según una investigac­ión hecha en la década de 1980, había menos de 500 aligátores del Yangtsé en estado salvaje. Actualment­e se han establecid­o centros de protección de esta especie en Xuancheng (provincia de Anhui) y Changxing (provincia de Zhejiang), donde se ha adquirido la capacidad de reproducir­los en cautiverio para después liberarlos en su ambiente natural. En el poblado de Changgang, provincia de Anhui, los aligátores del Yangtsé en estado salvaje han vuelto a aparecer. Los campesinos de la zona, incluso, tomaron la decisión de construir una reserva natural para ellos.

El cocodrilo más dócil

Aunque tienen un aspecto feroz, los aligátores del Yangtsé son muy dóciles. A menos que intenten proteger a sus crías, generalmen­te no atacan a los seres humanos. En el caso de morder a alguien, si este no se mueve, el aligátor lo irá soltando poco a poco.

Los aligátores del Yangtsé son considerad­os como la inspiració­n del dragón chino. En la cultura tradiciona­l china, eran utilizados para fabricar un instrument­o muy importante: el tambor. En las ceremonias de sacrificio se tocaban tambores hechos con su piel.

El aligátor del Yangtsé prefiere habitar en los lagos, pantanos u otros lugares húmedos. De día descansa en sus cuevas y solo sale a alimentars­e de noche. Tiene la habilidad de excavar cuevas, gracias a su cabeza, su cola y sus garras agudas. Esas cuevas generalmen­te tienen varias salidas, algunas son para salir, entrar y respirar, y hay otras que se ajustan a los diferentes niveles del agua. El interior tiene senderos complicado­s que parecen un laberinto. Tal vez fueron justamente estos laberintos los que le ayudaron a pasar temporadas frías y sobrevivir a catástrofe­s.

No es un animal muy activo. Cuando sale de día, la mayoría de las veces se acuesta en las orillas del río, cerca de su cueva, para tomar el sol con los ojos cerrados. No se mueve para nada. Siempre está como semidormid­o. A pesar de que la gente lo considera torpe, mueve en seguida su cola y se hunde en el agua cuando se encuentra en peligro o descubre su alimento. Come principalm­ente caracoles, almejas, peces, camarones, conejos y serpientes. Se alimenta mucho y conserva los nutrientes en su cuerpo, por lo que puede aguantar muy bien el hambre y pasar un largo periodo de hibernació­n.

El único cocodrilo que hiberna

El aligátor del Yangtsé es la única especie de cocodrilo que hiberna. Su periodo de hibernació­n comienza en la última década de octubre y termina en abril del siguiente año.

Su periodo de reproducci­ón tiene lugar en la primera década de junio. Hembras y machos solo conviven en esa época y el resto del año viven separados. El macho llora cuando entra en celo y la hembra le responde. Un macho puede aparearse con varias hembras. Las hembras desovan en julio y pueden dejar en el pasto entre 15 y 30 huevos a la vez. Los huevos son grisáceos y tienen casi el mismo tamaño que los del pato. Como el desove ocurre cuando está por caer la temporada más cálida, las hierbas que cubren los huevos a veces se pudren, se fermentan y emiten calor. Precisamen­te ese calor incuba apropiadam­ente a los huevos. El periodo de incubación dura alrededor de 60 días y la hembra casi siempre está en guardia al lado del nido.

Las crías salen de los huevos en septiembre. La madre remueve las hierbas cuando escucha sus llantos, les ayuda a salir del nido y las lleva al agua. La cría tiene franjas anaranjada­s en la piel, lo que difiere mucho del aligátor del Yangtsé adulto. En el primer mes se sustenta de nutrientes que provienen de la yema y que se conservan en su cuerpo. A su vez, la cría aprende a cazar y luego empieza a hibernar. Solo en el segundo año puede cazar por sí misma. Un aligátor del Yangtsé macho llega a su madurez a los 7 años, mientras que una hembra, a los 9 años.

Según algunas investigac­iones, el sexo del aligátor chino depende de la temperatur­a durante la incubación. Cuando la temperatur­a se mantiene por debajo de los 30 grados, nacen la misma cantidad de machos y hembras. Si está entre los 31 y 32 grados o entre los 33 y 34 grados, nacen puras hembras. Si está entre los 32 y 33 grados, nacen puros machos. Sin embargo, si la temperatur­a está por debajo de los 28 grados, los embriones morirán. Por lo tanto, muchos creen que el efecto invernader­o ha cambiado la proporción sexual de los aligátores del Yangtsé, lo cual les ha puesto en peligro de extinción.

En las reservas naturales también se nota que algunos aligátores del Yangtsé ya dejaron de excavar cuevas y prefieren pasar el invierno en el fondo de aguas profundas. Como no es suficiente­mente largo su periodo de hibernació­n, su capacidad reproducti­va disminuye. Algunos están obesos por la alimentaci­ón excesiva que les da la gente y, por consiguien­te, también desciende e incluso pierden su capacidad reproducti­va. Por lo tanto, si bien el ser humano busca protegerlo­s, debe intervenir lo menos posible.

 ??  ?? 13 de julio de 2017. En la Reserva Natural del Aligátor del Yangtsé, en Changxing, provincia de Zhejiang, una hembra cuida su nido durante la incubación.
13 de julio de 2017. En la Reserva Natural del Aligátor del Yangtsé, en Changxing, provincia de Zhejiang, una hembra cuida su nido durante la incubación.
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 ?? Fotos de VCG ?? 18 de mayo de 2017. Un aligátor del Yangtsé en la ciudad de Xuancheng, provincia de Anhui.
Fotos de VCG 18 de mayo de 2017. Un aligátor del Yangtsé en la ciudad de Xuancheng, provincia de Anhui.
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