El buen sabor de la prosperidad
Los estantes en los supermercados y refrigeradores domésticos de Oriente y Occidente se han ido acercando. Esto quedó impresionantemente claro en la primera Exposición Internacional de Importaciones de China ( CIIE, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar del 5 al 10 de noviembre en Shanghai.
La gente es lo que come”. Esta frase del filósofo alemán Ludwig Feuerbach (18041872) par e c e s e r relevante hoy más que nunca, en un momento en que muchos países industriales occidentales celebran un verdadero culto a la nutrición saludable y la forma física. Esta tendencia también refleja la prosperidad de estos países.
El terreno de los alimentos, del mismo modo, proporciona una visión más profunda del alma de los chinos y el nivel de desarrollo de la segunda mayor economía del mundo. El cambio en los hábitos alimenticios es, en ese sentido, un indicador del rápido crecimiento de China desde la implementación de la política de reforma y apertura, hace 40 años.
Los estantes en los supermercados y refrigeradores domésticos de Oriente y Occidente se han ido acercando. Esto quedó impresionantemente claro en la primera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar del 5 al 10 de noviembre en Shanghai. No solo se exhibieron la alta tecnología y los últimos modelos de automóviles extranjeros, sino también la crema de la industria alimentaria. Dos de las ocho salas principales en la planta baja del Centro Nacional de Exposiciones de Shanghai fueron reservadas completamente por fabricantes de alimentos extranjeros de todo tipo.
Según datos de la aduana china, la demanda de los consumidores chinos de alimentos importados ha estado apuntando en una sola dirección desde hace varios años, es decir, hacia arriba. Solo en 2017 se importaron alimentos y bebidas por un valor de 58.300 millones de dólares, un 25 % más que el año anterior. La tasa de crecimiento anual promedio en los últimos cinco años ha sido del 5,7 %.
El proveedor de alimentos más importante de China sigue siendo la Unión Europea, seguida por Estados Unidos, Nueva Zelanda, Indonesia y Canadá. Según la Cámara de Comercio de China, entre los alimentos importados más populares de Europa –aparte del queso, los productos lácteos, el helado de primera calidad y los alimentos para bebés y niños– figuran el aceite de oliva, la pasta y la salsa de pasta, así como bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino, las galletas y bocadillos empacados, pero también el café, la carne congelada y los mariscos.
“El hecho de que cada vez se consuman más alimentos extranjeros en China refleja la creciente prosperidad del país y las nuevas demandas de los consumidores chinos”, dice Phillip Chilton, director de Negocios Internacionales de Nestlé Waters China.
La transnacional suiza Nestlé, que ocupó el puesto 64 en la lista Fortune Global 500 de 2017, se hizo presente en la CIIE con un gran stand. La compañía ha estado vendiendo sus famosas marcas de bebidas Perrier y San Pellegrino a China por más de 20 años, inicialmente a través de un distribuidor en Hong Kong, pero desde finales de 2016 también con la ayuda de un socio en la parte continental de China.
La prosperidad trae nuevos hábitos
El triunfo de Perrier en el mercado chino parece sorprendente, dado que los chinos tradicionalmente no beben agua mineral con gas, ni ciertamente agua fría. Al principio, Perrier solo estaba disponible en hoteles y restauran-