La nueva imagen de Datong
La antigua ciudad de carbón resurge gracias a sus recursos históricos y culturales
Dat o ng , l a segunda ciudad más grande de la provincia de Shanxi, limita con la región autónoma de Mongolia Interior y la provincia de Hebei. Su ubicación geográfica la convirtió en un lugar militar estratégico en la antigüedad.
Por su larga historia y abundantes recursos turísticos, es una de las ciudades históricas y culturales más famosas de China. Dicen que para conocer la historia del país, uno no debe perderse las reliquias culturales de Shanxi, y su quintaesencia la tiene Datong. Fue la capital de la dinastía Wei del Norte (368-534), la capital secundaria de las dinastías Liao (907-1125) y Jin (1115-1234), y un lugar de importancia estratégica durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1616-1919). Las Grutas de Yungang son las más grandes de su tipo descubiertas en China y fueron incluidas en la Lista del Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco.
El monte Hengshan es uno de los cinco sagrados en China. En su acantilado, el templo Xuankong (templo colgante), que está suspendido en el aire, es el único monasterio de China que combina el budismo, el taoísmo y el confucianismo. El río Sanggan atraviesa la ciudad de oeste a noreste y le agrega exquisitos atractivos. La antigua muralla de la ciudad de Datong está bien conservada y abierta a los visitantes de forma gratuita después de su restauración, y es parte del paisaje de la ciudad.
El tren de alta velocidad, que se espera que entre en operaciones a finales de este año, acortará el tiempo de viaje entre Datong y Beijing a menos de dos horas. Datong se está incorporando al desarrollo coordinado de la región Beijing-Tianjin-Hebei, y viene emergiendo como un jardín trasero de Beijing. Famosa por sus ricos depósitos de carbón en las últimas décadas, esta antigua ciudad vuelve con una nueva imagen.
Una ciudad multicultural
Según registros históricos, Datong (conocida como Pingcheng antiguamente y una ciudad fronteriza de importancia estratégica en el siglo III a. C.) conecta desde los tiempos antiguos a la meseta de Mongolia Interior y a la planicie del norte de China con tierras fértiles tanto para el cultivo como para el pastoreo. Nómadas y agricultores lucharon por ellas durante años. Múltiples grupos étnicos se entremezclaron y diversas culturas coexistieron en la zona.
La gran migración de los grupos étnicos del norte de China en los siglos IV
y V trajo la prosperidad a Datong. En el año 396, la dinastía Wei del Norte, fundada por la etnia nómada Xianbei, trasladó la capital a Datong. La ciudad surgió como el centro político, económico y cultural del norte de China.
El fundador de la dinastía Wei del Norte, Tuoba Gui, admiró la espléndida cultura de la planicie central y fomentó la integración con la cultura de los han. Adoptó el sistema de gobierno han y nombró a muchos de ellos como funcionarios. Los xianbei solían vivir como nómadas. Después de la fundación de la dinastía Wei del Norte, se les alentó a cultivar las tierras. Junto con otros grupos étnicos, obtuvieron tierras distribuidas en función del sistema de los han y se convirtieron en agricultores. Dicho pueblo nómada no tenía idioma escrito y registraron sus eventos tallando en madera y anudando cuerdas. El emperador construyó un centro docente nacional y alentó a los niños de mi-
norías étnicas a aprender las virtudes y ritos de la cultura han, promoviendo así la integración. Hoy en día, las reliquias de las estelas en Datong no solo registran la historia de la dinastía Wei del Norte, sino que constituyen un género del arte caligráfico chino.
Además, los gobernantes de la dinastía Wei del Norte también reformaron el budismo, incorporándole doctrinas taoístas y confucianas y creencias políticas chinas. El templo Xuankong, construido en esa etapa, representa la integración del budismo, el taoísmo y el confucianismo.
Cabe mencionar que las estatuas de Buda creadas durante ese período representaban una combinación de este y el emperador, un fenómeno peculiar en la historia china. La localización del budismo en China es de importancia histórica porque ayudó a esta etnia nómada a integrarse con diferentes etnias, creando condiciones para la estabilidad social durante la dinastía Wei del Norte. Gracias a este fundamento, el budismo prevaleció en las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907).
La ciudad antigua de Datong
Datong fue incluida en el territorio Ming (1368-1644) un año después de que dicha dinastía unificara China. Como importante ciudad fronteriza, sus murallas fueron fortificadas. La Datong de hoy se ha desarrollado a partir de ese diseño. Toda la ciudad parece un tablero de ajedrez con calles entrecruzadas dividido en cuatro partes, cada una de las cuales se divide en otras cuatro partes, que a su vez se dividen en otras más pequeñas.
Las magníficas murallas construidas durante la dinastía Ming formaron un formidable sistema defensivo. Sobre bases de barras, placas o pilares de piedras, el cuerpo principal de la muralla fue construido con ladrillos hechos de cal, arcilla y arena fina, con la periferia revestida con ladrillos grises. Las murallas actuales de la ciudad fueron restauradas entre 2009 y 2017. Hoy en día tales murallas separan a Datong en dos mundos diferentes. En el exterior hay imponentes rascacielos y carreteras comparables a los de cualquier metrópoli, y en el interior se conserva el atractivo de los tiempos antiguos con casas y templos al estilo tradicional.
Las murallas de la ciudad recién restauradas se sitúan en el centro de Datong, y miden 7,24 km de longitud y 14 metros de altura. Hay cuatro puertas principales y fortificaciones como puentes levadizos, torres de vigilancia y un foso que rodea la antigua ciudad. Los observatorios en los cuatro rincones de la ciudad ayudaron a los guardias a evitar puntos ciegos. Este diseño es raramente visto en las murallas antiguas.
La Fiesta de la Primavera, la feria anual que dura 16 días desde el primer día del primer mes lunar, atrae siempre a mucha gente dentro de las murallas. Los locales han mantenido la tradición de escalar las murallas para contemplar el hermoso paisaje urbano y quemar inciensos en los templos Huayan y Yuantong para la buena fortuna. La feria cuenta con una variedad de actuaciones de artes tradicionales y folclóricas. Al caer la noche, la antigua ciudad deslumbra a los visitantes con calles luminosas decoradas con coloridas linternas tradicionales y luces modernas.
Gastronomía de Datong
Shanxi siempre ha disfrutado de la reputación de ser el “hogar de la comida hecha de harina en China”. Y la gastronomía de Datong es representante de los manjares del norte de Shanxi.
La comida local incluye fideos tajados, pasteles de mijo, fideos de trigo sarraceno, entre otros. Los sabores han sido influenciados por la gastronomía del pueblo nómada gracias a su pecu- liar historia.
Los platos hechos de harina de avena nuda son típicos de Datong y populares entre los locales. Pueden ser cocidos al vapor, hervidos, fritos o servidos fríos con aderezos. Ricos en calcio, fósforo, hierro, riboflavina y muchos otros nutrientes esenciales para el cuerpo humano, los alimentos hechos de avena nuda son especialmente adecuados para las personas con diabetes o presión arterial alta. Como tal alimento es difícil de digerir, se recomienda una cantidad limitada de ingesta.
Los pasteles de mijo son bocadillos caseros de Datong, hechos con masa de mijo cocida al vapor, la cual es amasada repetidamente, mientras se le agrega aceite de sésamo. Cuando está lo suficientemente elástica, la masa es cortada en trozos y servida con salsa. El plato es masticable, pero conserva una textura suave.
El plato más famoso de Datong son los fideos tajados. Su fama proviene de un método de cocina único. Para hacer auténticos fideos tajados, la harina y el agua deben usarse en proporciones exactas, y la harina debe de ser bien amasada. Los fideos perfectos se parecen a las hojas de sauce y la textura en la boca es resbaladiza y masticable. El cocinero, como un artista, ofrece una entretenida actuación al cortar los fideos. Sosteniendo la masa con una mano, parado frente a un gran caldero lleno de agua hirviente, taja hábilmente la masa con un cuchillo en forma de tejo y los fideos caen en cascada. Un tazón lleno de fideos tajados es la cura más eficaz para la nostalgia de quienes viajan lejos.