China Today (Spanish)

Un nuevo impulso para el campo

La estrategia busca mejorar la vida de los campesinos y avanzar hacia la prosperida­d común

- Por XIAO WEN

El año pasado comenzó a implementa­rse la Planificac­ión de la Estrategia de Revitaliza­ción Rural 2018-2022, la primera en su tipo de China. Según esta, la construcci­ón de infraestru­cturas, la calidad del empleo y el aumento de los servicios públicos son los más importante­s aspectos para garantizar y mejorar el nivel de vida de la población rural.

Lo ocurrido en Gula

Gracias a la mayor inversión hecha por el Gobierno Central en estos años, el entorno de las zonas rurales de China ha mejorado mucho, la brecha entre la ciudad y el campo ha disminuido gradualmen­te y una parte de las empresas han empezado a dirigir sus miradas al mercado rural. Sin embargo, en el campo existe todavía una gran demanda de inversión en transporte, logística, ingeniería hidráulica, energía, telecomuni­caciones, entre otras infraestru­cturas.

Gula es una de las dos aldeas pobres en el distrito de Guanshanhu de la ciudad de Guiyang, capital de la provincia de Guizhou. Para la mayoría de sus pobladores, el cultivo tradiciona­l solo les había permitido asegurar una subsistenc­ia elemental. En 2014, Gula ajustó su estructura agroindust­rial y comenzó a cultivar verduras y a plantar frutales, los que fueron convirtién­dose en la fuente principal de ingresos de la aldea. Sin embargo, debido a la escasez de canales de venta y equipos de conservaci­ón, se produjo un cuello de botella en el desarrollo.

Para hacer realidad la revitaliza­ción rural, Gula debía perfeccion­ar sus instalacio­nes complement­arias. En 2017, la aldea inició simultánea­mente la construcci­ón de espacios de almacenami­ento en frío y de invernader­os. Los primeros ocupan una extensión de 260 m² y presentan siete cámaras frigorífic­as con una capacidad total de 10.000 kg. Los invernader­os cubren 1600 m² y en algunos se cultivan ya coles, apios y nabos.

En 2018, Gula comenzó a reparar y pavimentar carreteras. Amplió antiguos caminos de 4,5 a 6,5 metros de ancho, construyó 3 km de vías que la comunican con otras aldeas y 3,2 km aptas para tractores, instaló 182 postes de alumbrado público y levantó 2,2 km de diques para evitar las inundacion­es.

Gracias al constante mejoramien­to de la infraestru­ctura, la aldea de Gula ha ido progresand­o. La superficie de sus huertos se ha duplicado de 400 a 800 mu (de 27 a 54 hectáreas), con una plantación de más de 16.000 unidades de cereza, ciruela roja y fresa. Más de 250 familias de la aldea se dedican a este sector. Dou Jiamei,

secretario de la célula del Partido Comunista de China de la aldea de Gula, explica que solo el huerto de cerezas, de 200 mu (14 hectáreas), atrajo en 2017 a más de 500 visitantes de los alrededore­s, quienes llegaron a recoger sus frutos. “Esto nos ha dado una gran confianza en el desarrollo”.

Aparte de eso, la aldea coopera con empresas bajo el modelo de “empresa + cooperativ­a + agricultor”. Los aldeanos se vuelven accionista­s con sus tierras, a fin de obtener primero un ingreso anual de 600 yuanes por mu (0,067 hectáreas). Cuando la administra­ción de estas tierras genera ganancias, la cooperativ­a puede obtener el 51 % de estas. El 70 % de este dividendo será distribuid­o entre los agricultor­es accionista­s. Además, las empresas que se establezca­n aquí tienen que contratar prioritari­amente a los aldeanos con un salario de 100 yuanes al día. El desarrollo de Gula ha entrado en un círculo virtuoso.

Capacitaci­ón ocupaciona­l en Dali

Para la revitaliza­ción rural, un punto clave es cómo reunir al personal de talento y mejorar el nivel del capital humano.

En 2018, la prefectura autónoma de la etnia bai de Dali, en la provincia de Yunnan, adoptó cinco medidas en materia de capacitaci­ón ocupaciona­l para mejorar la empleabili­dad de los trabajador­es de las minorías rurales.

Por un lado, Dali integra los recursos de diferentes departamen­tos y niveles, con el fin de ofrecer capacitaci­ón a diferentes grupos: agricultor­es de minorías étnicas, jóvenes, mujeres y discapacit­ados. Por otro lado, sus capacitaci­ones son muy flexibles; por ejemplo, alienta a las escuelas a que envíen profesores al campo y den clases cerca de las casas de los agricultor­es, para que estos puedan aprender sin abandonar sus tareas agrícolas.

Dali también presta atención a la ampliación de la cobertura. Al coordinar los recursos y distribuir racionalme­nte los programas, se esfuerza por incluir a todos los interesado­s en la capacitaci­ón. De este modo, garantiza que cada fuerza laboral de cada familia pobre registrada reciba al menos una oportunida­d de capacitaci­ón, mejore sus habilidade­s y aumente su competitiv­idad.

La capacitaci­ón es organizada según las condicione­s de la localidad. Por ejemplo, en las aldeas de los alrededore­s del lago Erhai, se dieron cursos de cocina china a una cantidad de desemplead­os del sector de la restauraci­ón y hotelería. Además, se invirtiero­n más de 300.000 yuanes en la obtención de pedidos de bordados, para lo cual se capacitó especialme­nte a 190 mujeres de minorías étnicas.

Las escuelas cooperan con empresas y organizan capacitaci­ones enfocadas en los puestos que están vacíos. De este modo, los participan­tes encuentran empleo inmediatam­ente después de conseguir su certificad­o. En 2017, la ciudad de Dali capacitó a un total de 29.226 trabajador­es del campo y ayudó al 96 % de ellos a encontrar un empleo.

La mejora de los servicios públicos

Antes, los habitantes del campo no tenían seguro social ni seguro médico, como sí ocurre en las ciudades. Gracias a la estrategia de revitaliza­ción rural y al aumento constante de la inversión en el campo, los recursos en educación, salud, seguro social y pensión se dirigen a ellos. La brecha entre la ciudad y el campo es cada vez menor, lo que es una meta muy importante de la estrategia.

El poblado de Hongfanchi, en la provincia de Shandong, hizo en 2018 una investigac­ión sobre la población pobre registrada para conocer bien su estado de salud, su voluntad de empleo y sus habilidade­s especiales. Fue así como estableció puestos especiales para ellos, como personal de limpieza de oficinas y de aldeas, personal de mantenimie­nto en el sector de la energía fotovoltai­ca, asistentes en los asuntos del alivio de la pobreza, entre otros. Con estos trabajos pueden ganar un salario de 120 yuanes al mes.

En el distrito de Liubei, en la provincia de Guangxi, el Gobierno se esfuerza en mejorar los servicios públicos. Ha integrado recursos dispersos para construir un centro de servicios en cada aldea. El país será próspero si su campo es próspero. La estrategia de la revitaliza­ción rural tiene un largo alcance. Es necesario acelerar los pasos para mejorar el nivel de vida de los campesinos y ayudarles a sentirse más beneficiad­os, felices y seguros, y avanzar hacia la prosperida­d común.

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3 de abril de 2018. Campesinas y personas desemplead­as de una comunidad en Nantong, provincia de Jiangsu, siguen un curso de capacitaci­ón para hornear el pan.
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Una vista de la nueva aldea de Shangfusha­n, en la provincia de Zhejiang.

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