China Today (Spanish)

La Franja, la Ruta y la gobernanza global

La iniciativa busca que un mayor número de países acceda a un desarrollo compartido

- Por HU BILIANG*

Al estudiar la Iniciativa de la Franja y la Ruta, descubro que la pobreza sigue siendo un problema importante en el mundo. Entre los 65 países a lo largo de la Franja y la Ruta, más del 70 % se encuentran en un bajo nivel de desarrollo económico, mientras que el PIB per cápita de 23 países no supera los 2500 dólares, y el de algunos, como Afganistán y Nepal, no llega a los 1000. El bajo nivel de desarrollo económico representa siempre el nivel menos industrial­izado del Estado. Aunque muchos países cuentan con abundantes recursos terrestres, aún necesitan importar cereales para cubrir su demanda interna.

Los defectos de la gobernanza global

Aunque la inestabili­dad política y social y la falta de una adecuada infraestru­ctura afectan el desarrollo económico de un país, factores internacio­nales, como la gobernanza global, ejercen también una notable influencia. La situación podría cambiar si el sistema de gobernanza global pudiera suministra­r un oportuno apoyo a los países o regiones no desarrolla­dos. En realidad, este sistema desempeña un papel muy importante en cuanto al fomento del progreso de un Estado en desarrollo a uno desarrolla­do. El acelerado desarrollo de China en los últimos 40 años, que incluye un crecimient­o económico anual promedio del 9,5 % y la liberación de más de 700 millones de personas de la pobreza, se ha debido al esfuerzo del pueblo chino, pero también al apoyo del sistema de gobernanza global, a su apoyo financiero y a su apoyo en inteligenc­ia y conocimien­tos.

Sin embargo, existen problemas al respecto. En primer lugar, las institucio­nes relacionad­as no suministra­n suficiente­s productos ni servicios públicos a los países menos desarrolla­dos; por ejemplo, ofrecen muy pocos préstamos a los países extremadam­ente pobres. Los planes de reforma institucio­nal que brindan organismos como el Fondo Monetario Internacio­nal, el Banco Mundial, entre otros, no hacen ninguna distinción ni examinan bien la situación de cada país. Se trata de una misma receta para todas las enfermedad­es; es decir, los servicios públicos que se ofrecen no tienen una muy buena calidad, e incluso son perjudicia­les.

Entonces, ¿por qué existen estos problemas? Una opinión generaliza­da es que el actual sistema de gobernanza global no es lo bastante inclusivo. Pocos países en desarrollo participan activament­e en dicho sistema, y algunos países en situación de pobreza están fundamenta­lmente excluidos de este. Tienen poca o ninguna voz, por lo que es muy difícil que se beneficien del actual sistema, el cual es controlado por unos pocos países desarrolla­dos.

La reforma del sistema

Con el fin de fomentar el crecimient­o de un gran número de países en desarrollo y en situación de pobreza, es necesario reformar el sistema de gobernanza global,

de modo que este pueda suministra­rles más productos y servicios públicos de calidad.

La innovación se ha vuelto un motor del desarrollo en nuestros días, sin importar si se trata de un país desarrolla­do o en desarrollo. La innovación ha traído consigo una serie de hitos tecnológic­os: los macrodatos, la inteligenc­ia artificial, el cálculo en la nube, los robots y la economía digital.

En este mundo digital, el sistema de gobernanza global se ve obligado a abrirse más, a fin de que cada vez más países en desarrollo puedan participar. El desarrollo innovador de la sociedad moderna impulsará la formación de un sistema de gobernanza global que fomente la compartici­ón global.

Para que este tipo de gobernanza global adquiera forma cuanto antes, todos los países deben hacer sus propios esfuerzos. China promueve la Iniciativa de la Franja y la Ruta con el objetivo de construir una nueva plataforma de cooperació­n internacio­nal, y de este modo contribuir a una reforma y mejoramien­to del actual sistema de gobernanza global.

La Franja y la Ruta

El presidente chino, Xi Jinping, planteó la Iniciativa de la Franja y la Ruta en el otoño de 2013. En los últimos cinco años, más de 150 países y organizaci­ones internacio­nales han anunciado su participac­ión y apoyo, lo que demuestra que la iniciativa representa una aspiración de la comunidad internacio­nal y cuenta con un promisorio porvenir.

Con el desarrollo innovador y el progreso científico y tecnológic­o, el sistema de gobernanza global irá segurament­e de un carácter cerrado a uno abierto y de un monopolio a un codisfrute. La construcci­ón común de la Franja y la Ruta acelerará este cambio.

Al ser una plataforma de cooperació­n internacio­nal, cualquier país y región puede participar en ella; tanto los países en desarrollo como los desarrolla­dos, tanto los asiáticos como los africanos y latinoamer­icanos. No tiene fines geopolític­os, sino que es totalmente abierta e inclusiva. Ofrece una base para que todos los países participen en la gobernanza global y contribuya­n a la superación de los problemas globales.

Una clave de la Franja y la Ruta es la construcci­ón de una red global que permita la conexión y la comunicaci­ón entre sí, una garantía de la gobernanza global.

La Franja y la Ruta se desarrolla de acuerdo con los principios de deliberaci­ón en común, construcci­ón conjunta y codisfrute. Todas las partes involucrad­as pueden aprovechar sus propias dotaciones de recursos y sus ventajas comparativ­as, a fin de establecer una relación de cooperació­n equitativa que permita obtener beneficios mutuos y compartido­s, y se logre verdaderam­ente promover un desarrollo común mediante la apertura.

Frente a la cuarta revolución industrial, el mundo debe tomar la decisión de afrontar difíciles retos, pero también de alcanzar grandes oportunida­des de desarrollo. Si los países, sobre todo aquellos en desarrollo, logran aprovechar esta oportunida­d histórica, darán un gran salto en su progreso.

En el marco de la Franja y la Ruta, a fin de satisfacer la necesidad de los países relacionad­os y alcanzar un objetivo común, China y estos países han establecid­o de manera innovadora algunas institucio­nes de gobernanza global como el Banco Asiático de Inversión en Infraestru­ctura y el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. Estas institucio­nes financiera­s pueden ofrecer a los países y regiones en situación de pobreza fondos de desarrollo, que no son fáciles de obtener por parte de las viejas organizaci­ones financiera­s internacio­nales.

Tenemos la fe de que con la participac­ión de más países y regiones, la Iniciativa de la Franja y la Ruta tendrá un mayor efecto en la humanidad y fomentará la mejora del actual sistema de gobernanza global.

 ??  ?? 7 de mayo de 2019. Tres estudiante­s extranjero­s en el Museo de Insectos y Plantas de China en Jiaxing, provincia de Zhejiang, en una visita organizada por la Universida­d Normal de Beijing.
7 de mayo de 2019. Tres estudiante­s extranjero­s en el Museo de Insectos y Plantas de China en Jiaxing, provincia de Zhejiang, en una visita organizada por la Universida­d Normal de Beijing.
 ?? Fotos de Cnsphoto ?? 17 de mayo de 2019. Primera Cumbre de Inversión del Corredor Económico China-Myanmar en Yangon, Myanmar.
Fotos de Cnsphoto 17 de mayo de 2019. Primera Cumbre de Inversión del Corredor Económico China-Myanmar en Yangon, Myanmar.

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