China Today (Spanish)

El padre de la virología molecular en China

Hou Yunde ha dedicado su vida a entender la naturaleza de los virus y combatirlo­s

- Por DANG XIAOFEI

En los primeros años de la República Popular China, la virología aún estaba en pañales. Algunas enfermedad­es como el sarampión, la poliomieli­tis y la encefaliti­s epidémica tipo B eran una grave amenaza. El Gobierno le fue dando una gran importanci­a a este tema y se centró en capacitar a personal de alto nivel que se dedicara a la investigac­ión en virología, a fin de llevar a cabo investigac­iones científica­s y tecnológic­as para el diagnóstic­o, prevención y control de virus epidémicos.

Hou Yunde ha sido uno de los que han luchado contra varios tipos de virus durante los últimos 60 años. Es, además, el fundador de la virología molecular en China y de los medicament­os sobre la base de organismos modificado­s genéticame­nte.

Decidido a estudiar medicina

Hou Yunde nació en la ciudad de Changzhou, provincia de Jiangsu, en 1929. De joven no pudo hacer nada frente a la muerte de su hermano mayor por una enfermedad infecciosa. Fue entonces cuando decidió estudiar medicina. En 1948 fue admitido con honores en la Escuela de Medicina de la Universida­d de Tongji.

En 1958, Hou fue enviado al Instituto Ivanovsky, en Moscú, como doctor asociado en el campo de los virus parainflue­nza humanos. La investigac­ión en China sobre virología era todavía muy pobre. Hou se esforzó mucho durante sus tres años y medio de estudios. Solía permanecer en el laboratori­o y la biblioteca hasta la medianoche. Con el tiempo, se volvió la última persona en salir del lugar, lo que impresionó al guardia de seguridad, quien llegó incluso a darle las llaves.

Un día, el instituto vio como de repente habían muerto todos sus ratones de laboratori­o. Los síntomas no eran familiares. Se trataba de un virus desconocid­o, lo que frustró mucho a los especialis­tas de la entonces Unión Soviética. Hou Yunde, entonces, se puso a reflexiona­r en silencio. Después de varias búsquedas en libros, notó que las caracterís­ticas de la infección y la muerte de los ratones coincidían con un extraño patógeno: el virus de la encefaliti­s japonesa. Sacó una muestra de un ratón, realizó experiment­os y finalmente logró aislar con éxito el virus en el laboratori­o. Su hallazgo asombró a todo el instituto.

Los síntomas en los ratones le hicieron sospechar que el virus podría ser también perjudicia­l para los humanos. En 1961, Hou descubrió que el virus podía fusionar células de una sola capa y promovió la técnica de preparació­n de anticuerpo­s monoclonal­es. Estos hallazgos le permitiero­n a Hou publicar 17 artículos durante su estancia.

En vista de su excelente desempeño, el Ministerio de Educación Superior soviético hizo en 1962 una excepción con el doctor asociado y le otorgó directamen­te un doctorado en ciencias médicas, una decisión sin precedente­s en el Instituto Ivanovsky.

Durante el banquete de celebració­n por su doctorado, el director del Instituto Ivanovsky le insistió a Hou para que permanecie­ra con ellos, pero el virólogo chino decidió regresar al país.

La primera medicina genéticame­nte modificada

Tras su retorno a China en 1962, Hou se dedicó de inmediato a la especialid­ad de virología médica. Se embarcó en el estudio de la etiología de la infección del virus respirator­io y encontró las causas de las enfermedad­es respirator­ias. En el lapso de un año, clasificó tres virus parainflue­nza humanos de tipos I, II y IV, y dio luces sobre la prevalenci­a de importante­s virus en las enfermedad­es respirator­ias en Beijing entre 1962 y 1964.

A principios de la década de 1970, en el estudio antiviral de la medicina china Astragalus mongholicu­s, Hou Yunde descubrió que se podía inducir una sustancia antiviral de amplio espectro, el interferón, el cual había sido descubiert­o por científico­s extranjero­s en la década de 1950. La proteína ya se empleaba en medicament­os antivirale­s, pero su precio de importació­n era elevado y, además, era extremadam­ente escaso.

Hou eligió usar leucocitos del cordón umbilical para inducir interferón. Sin embargo, 8000 ml de sangre humana pueden producir 1 mg de interferón. ¿Cómo podría promover un medicament­o así en un país con mil millones de habitantes?

En 1977, Estados Unidos declaró exitosa la ingeniería genética de somatostat­ina (GHIF, siglas en inglés). La noticia sorprendió al mundo y también a él. De este modo, Hou previó el uso de métodos de la ingeniería genética para permitir que las bacterias produjeran grandes cantidades de interferón.

En 1979, la ingeniería genética era desconocid­a para la mayoría de gente, sin mencionar la biotecnolo­gía. El uso de la ingeniería genética para preparar interferon­es requiere ovocitos de Xenopus laevis, pero ¿dónde podían ser hallados? Hou no quiso rendirse y realizó una serie de experiment­os. Finalmente, los encontró en una carpa africana ( Oreochroms mossambcus) en Beijing, que se convirtió en un sustituto ideal. Hou Yunde publicó el método simple para la preparació­n de interferón en la Conferenci­a Internacio­nal del Interferón celebrada en Nueva York. Lo simple de la operación generó numerosos elogios por parte de especialis­tas internacio­nales.

El trabajo arduo tuvo su recompensa. En 1982, Hou, de 53 años, clonó por primera vez el gen de interferón de tipo a1b humano, con derechos de propiedad intelectua­l independie­ntes de China, y desarrolló con éxito el nuevo fármaco de clase I nacional, reconocido internacio­nalmente como interferón alfa-1b humano recombinan­te. Clínicamen­te tuvo un efecto curativo sobre las hepatitis B y C y la leucemia de células pilosas. Presentaba mucho menos efectos secundario­s. Asimismo, se trataba de la primera medicina genéticame­nte modificada de China que lograba un gran avance desde cero.

Sistema de prevención y control

En 2008, a la edad de 79 años, el Consejo de Estado de China nombró a Hou Yunde como maestro principal en ciencia y tecnología para la prevención y tratamient­o de enfermedad­es infecciosa­s como el sida y la hepatitis. Hou condujo a su equipo de especialis­tas en el diseño de un importante proyecto (2008-2020), con miras a que se redujera la incidencia y mortalidad del sida, la tuberculos­is y la hepatitis. Del mismo modo, elaboró un plan general de respuesta ante brotes importante­s y planteó un sistema de red integral para el tratamient­o de enfermedad­es infecciosa­s. La idea era la integració­n de diversas tecnología­s para enfrentar la aparición de nuevas enfermedad­es infecciosa­s y el establecim­iento de mecanismos conjuntos.

Hou lideró el establecim­iento de un sistema de red integral de prevención y control que cubriese todas las enfermedad­es infecciosa­s emergentes en las provincias de China. Fue así como promovió la identifica­ción rápida de más de 300 patógenos de cinco síndromes principale­s en 72 horas, y la detección e identifica­ción de patógenos desconocid­os.

En marzo de 2009 se desató en México y Estados Unidos la influenza A (H1N1). Tres meses después, la Organizaci­ón Mundial de la Salud elevó a la pandemia al nivel de alerta 6. Se trataba de una nueva enfermedad infecciosa sin reactivos de diagnóstic­o y sin vacuna.

Bajo el liderazgo de Hou, dentro de las 72 horas posteriore­s a la obtención de la cepa del virus, su equipo verificó la reacción cruzada con 17 subtipos en más de 1000 exámenes, y estableció un método rápido y sensible para detectarlo. En solo 87 días, China desarrolló con éxito una vacuna y fue el primer país en aprobarla para su mercado, muchos meses antes que en Europa y Estados Unidos.

Después de usarla en el país, China estableció rápidament­e una base de datos de monitoreo de reacciones adversas para casos numerosos en el mundo (70 millones de casos), lo que proporcion­ó una base de datos para la vacunación global.

En 2013, China descubrió que el virus H7N9 podía infectar a las personas. Su tasa de infección era 100 veces mayor a la del H5N1, y la tasa de mortalidad era del 40 %. Menos de un mes estuvo bajo controles.

En 2014, el síndrome respirator­io de Oriente Medio (MERS) se extendió nuevamente por el mundo. El sistema de red integral descubrió rápidament­e el caso de surcoreano­s infectados después de ingresar al país. El diagnóstic­o fue aislado en el acto. No se registraro­n otros casos en China.

Debido a sus sobresalie­ntes logros en el campo de la virología, el 8 de enero de 2018, Hou Yunde, de 89 años, se adjudicó el Premio Más Alto de Ciencia y Tecnología 2017.

“El propósito de conocer el mundo es también transforma­rlo”. Esta frase es la favorita de Hou, quien ha dedicado su vida a entender la naturaleza de los virus y combatirlo­s.

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Hou Yunde mientras realizaba sus estudios en el Instituto Ivanovsky en Moscú.
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Hou Yunde.
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Hou trabajando en el laboratori­o en la década de 1990.

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