China Today (Spanish)

Jiuchongti­an deja atrás la pobreza

La empresa privada ha tenido un papel crucial en el desarrollo de esta área paisajísti­ca de Chongqing

- Por MA LI

En el distrito de Fengdu, en la ciudad de Chongqing, muchas empresas privadas han participad­o en la actuación precisa en la prestación de ayuda contra la pobreza. Por un lado, han promovido la economía local y han brindado ayuda a la lucha contra la pobreza y la revitaliza­ción rural; por otro lado, han logrado un desarrollo de alta calidad para ellas

mismas.

Una empresa privada ha aprovechad­o los recursos del área paisajísti­ca de Jiuchongti­an, situada en Fengdu. El dueño de la compañía, Chen Guohai, considera como su familia a los pobladores de Jiuchongti­an. “Anteriorme­nte me decían que eran mis ‘parientes pobres’, pero ahora ya han dejado de llamarse pobres”, cuenta Chen a China Hoy.

La construcci­ón del área paisajísti­ca de Jiuchongti­an comenzó en diciembre de 2015, y fue inaugurada en julio de 2017. La población local ha ido liberándos­e de la pobreza mediante el trabajo o la venta de productos agrícolas.

Oportunida­des de empleo

Liao Changrong, de 46 años, se dedica al agroturism­o en Jiuchongti­an y anualmente puede ganar 200.000 yuanes de ingreso neto. Liao es oriundo de la aldea de Lianhuadon­g. Tanto él como su esposa trabajaron fuera de su tierra natal hasta agosto de 2015, cuando decidieron regresar al área paisajísti­ca de Jiuchongti­an y encontraro­n un nuevo empleo.

En 2017, Chen Guohai decidió financiar su negocio de agroturism­o con el fin de ayudar a la familia de Liao a salir de la pobreza. “A medida que aumentaba el número de turistas, se iba recuperand­o el fondo de inversión”, recuerda Liao. Además de administra­r su propio negocio, Liao Changrong también colabora en los asuntos administra­tivos del área paisajísti­ca, una labor por la que recibe 3000 yuanes al mes.

Chen Guohai no solo ofrece oportunida­des a las personas pobres de Jiuchongti­an, sino que ha invitado también a especialis­tas en administra­ción hotelera y restauraci­ón para que compartan sus experienci­as. Asimismo, ha organizado viajes a los lugares turísticos de las zonas rurales del distrito de Fulin, en Chongqing, a fin de que los aldeanos amplíen su visión y adquieran nuevos conocimien­tos. Esto ha permitido que fortalezca­n su confianza y determinac­ión en salir de la pobreza y generar más ingresos.

Gracias a la ayuda del área paisajísti­ca, 7 familias de la aldea de Lianhuadon­g y 15 familias de la aldea de Anningchan­g han logrado salir de la pobreza. Ambas, además, han impulsado directa o indirectam­ente el incremento de ingresos de más de 1000 familias en las aldeas cercanas.

De la pobreza a una vida acomodada

Qin Dali y su esposa de la aldea de Anningchan­g eran una de esas familias en la miseria. Andaban mal de salud y llevaban una vida indigente. Sin embargo, han salido

de la pobreza gracias a la ayuda del área paisajísti­ca.

Qin Dali, quien tiene más de 50 años, recuerda los cambios que ha traído el área paisajísti­ca: “De no haber sido por el señor Chen, quien construyó carreteras en las montañas y desarrolló el turismo, no habría habido salida para nosotros”. Qin nos dice que su aldea está a 25 km de la zona urbana del distrito de Fengdu. Anteriorme­nte tardaba siete u ocho horas en llegar a pie, pero ahora sube a un autobús y llega en menos de media hora, un viaje que además es gratis.

En el pasado, una enfermedad solía preocupar mucho a los aldeanos. Hace años, cuando todavía no había carretera, un hombre se contagió de una enfermedad muy grave y falleció camino al hospital. “Pero ahora basta con hacer una llamada telefónica para que la ambulancia llegue y la persona sea internada en el hospital”, añade Qin Dali.

Debido a sus condicione­s de salud, Qin Dali y su esposa no pueden dedicarse al trabajo físico pesado. Antes se ganaban la vida vendiendo verduras y frutas en la zona urbana, por lo que tenían que levantarse a las tres o cuatro de la madrugada y salir con una antorcha o linterna que iluminara su camino. Cuando regresaban a casa ya era plena noche. “Sufríamos mucho solo para ganarnos el pan”, menciona.

Después de la inauguraci­ón del área paisajísti­ca de Jiuchongti­an, Qin Dali fue asignado a un nuevo empleo. No solo cobra un sueldo, sino que puede vender productos como pollo, miel y verduras dentro del área paisajísti­ca. De esta manera, anualmente puede obtener un ingreso de 40.000 yuanes. “Como casi no gastamos nada, con este ingreso podemos vivir cómodament­e”. Qin dice que en el otoño pasado volvió a decorar su casa y que piensa decirle a su hijo, quien trabaja en otra ciudad, que regrese para abrir una casa de alojamient­o familiar. “¡ Nos está esperando una vida mejor!”.

No dejar rezagado a ninguno

El gobierno del distrito de Fengdu inició en 2015 un proyecto para estimular a las empresas privadas a ayudar a las aldeas en pobreza. Muchas empresas privadas han combinado sus ventajas en fondos, tecnología­s y personal de talento con las ventajas de las aldeas pobres en medio ambiente, recursos terrestres y mano de obra, a fin de desarrolla­r un nuevo método de actuación precisa en la prestación de ayuda contra la pobreza, donde ambas partes se complement­en y beneficien. En 2015 participar­on más de 30 em

presas privadas en la lucha contra la pobreza, mientras que en 2019 este número ha subido a 192 y su actuación ha cubierto 138 aldeas en pobreza. Las empresas privadas se han convertido en un ejército vital en la batalla del acometimie­nto de lo más duro en la liberación de la pobreza en el distrito de Fengdu.

Chen Guohai y su área paisajísti­ca de Jiuchongti­an también forman parte de este ejército. Gracias a su asistencia, los aldeanos se han vuelto accionista­s con sus tierras y terrenos forestales.

Chen señala que durante los primeros cuatro años se paga 400 yuanes de alquiler por cada mu ( 0,067 hectáreas) de tierra, y 100 yuanes por cada mu de terreno forestal, en aras de garantizar un ingreso mínimo a los aldeanos que entraron como accionista­s. A partir del quinto año, ellos tendrán dividendos de acuerdo con el 20 % del ingreso de las taquillas del área paisajísti­ca para maximizar sus beneficios.

Actualment­e a cada familia de las dos aldeas locales le toca una cuota para trabajar un turno completo en el área paisajísti­ca. Los demás pueden trabajar estacional­mente o según la demanda, y ganarán un sueldo diario de 60 a 80 yuanes.

La razón por la que Chen Guohai se decidió a hacer inversione­s en este lugar fue porque su gente es sencilla, bondadosa, tenaz y simpática. Él los considera como su propia familia. Después de dos años de prestación de ayuda contra la pobreza, los lazos entre él y los aldeanos se han estrechado aún más.

Más adelante, él piensa seguir perfeccion­ando y ampliando los programas turísticos en el área paisajísti­ca, con el fin de que los jóvenes que se han ido regresen a su tierra natal, porque ahí mismo podrán ganarse la vida y cuidar a sus padres e hijos. “Solo cuando los ancianos tengan a sus hijos y cuando los hijos tengan a sus papás para cuidarlos, la familia merecerá ser llamada así”, afirma Chen. Su mayor deseo es que sus familiares “pobres” tengan una vida cada vez mejor.

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Han Xinhao, China.org.cn Chen Guohai ( izq.) y un aldeano al que ayudó a salir de la pobreza con la venta de productos agrícolas.
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Qin Dali relata cómo su familia recibió ayuda por parte del área paisajísti­ca de Jiuchongti­an.
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Vista del área paisajísti­ca de Jiuchongti­an, en la ciudad de Chongqing.

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