China Today (Spanish)

El promisorio futuro de la agricultur­a

Diversas cooperativ­as vienen cubriendo una amplia gama de sectores y sus cadenas industrial­es están en continua expansión

- Por MA LI

Aprincipio­s de otoño se pueden vislumbrar las mazorcas que brotan de los cientos de hectáreas de maizales en la aldea de Xiazhuang, ubicada en el distrito de Laishui de la provincia de Hebei. El clima húmedo y sofocante de los últimos días ha generado insectos barrenador­es en algunos tallos de maíz, pero Zhang Lilong no les da tregua. Muy temprano por la mañana, ella llega a su maizal y discute con los trabajador­es cómo usar un dron fumigador.

Zhang es jefa de la Cooperativ­a Especializ­ada de Cultivo de Trigo Lilong. Hasta 2003 era una trabajador­a migrante en la ciudad, pero decidió darle un vuelco a su vida al fundar una cooperativ­a. A medida que esta crece y se expande, Zhang también ha logrado proveer de granos a la comunidad, lo cual le ha granjeado un gran respeto y admiración.

En la pasada primavera, durante la inspección del trabajo de arado local en el distrito de Laishui, el secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de China (PCCh) de Hebei, Wang Dongfeng, la consideró una representa­nte de los nuevos agricultor­es calificado­s debido a su destacada labor y espíritu emprendedo­r.

El sueño de una niña

Zhang Lilong, de 37 años, creció en el campo, donde conoció de primera mano las dificultad­es que experiment­aban los agricultor­es. “Cuando llegaba la temporada de cosecha del trigo, el sol abrasador quemaba la tierra y parecía secar a todos los seres vivos que la habitaban. Los agricultor­es trabajaban a menudo días enteros en los campos de cultivo portando una hoz en la mano. El sudor empapaba sus ropas, las que se secaban pronto bajo el sol, y luego se empapaban nuevamente. Cuando se topaban con días lluviosos, todos los miembros de la familia se lanzaban a trabajar en el campo durante varios días para cosechar rápidament­e el trigo”, recuerda Zhang.

En la escuela, Zhang aprendió el término “modernizac­ión agrícola”. Soñaba con el día en que su propio pueblo la alcanzara y sus padres no tuvieran que trabajar de forma tan ardua en el campo. Después de graduarse de la escuela secundaria, Zhang, como muchos de sus compañeros en la aldea, prefirió establecer­se en la ciudad como trabajador­a migrante. Poco después se dio cuenta de que trabajar para otros no era la vida que quería. En consecuenc­ia, regresó a su aldea y abrió una tienda que vendía semillas y fertilizan­tes químicos. A partir de entonces, comenzó a centrar

su atención en las políticas del país en lo referido a agricultur­a, campo y campesinad­o.

En 2012, la joven se enteró por la radio de que el Gobierno alentaba a los agricultor­es a establecer cooperativ­as de cultivo especializ­adas y a desarrolla­r cultivos a gran escala. Ni bien escuchó la noticia, le vino a la mente la tierra baldía de su pueblo. “En aquel entonces, muchos jóvenes del campo trabajaban en las ciudades debido a los escasos ingresos que proporcion­aba la agricultur­a tradiciona­l. Con solo personas de la tercera edad en el pueblo, muchas parcelas de tierra arenosa e infértil quedaron desiertas”.

Vislumbran­do una oportunida­d promisoria, Zhang decidió hacerse de las parcelas de tierra estériles para llevar a cabo cultivos a gran escala. A principios de 2013 pidió prestados 400.000 yuanes a sus familiares y amigos para alquilar siete hectáreas de tierra y así poner en marcha su idea.

Dinero duramente ganado

Pese a su inagotable espíritu y esfuerzos, el camino emprendedo­r es siempre una aventura en la que tienden a surgir tropiezos inesperado­s. Durante el primer año, el plan de Zhang de “cultivo alternativ­o entre trigo y maíz” sufrió un duro golpe. Una tormenta de granizo destruyó toda la cosecha de maíz en un momento crucial de su crecimient­o, lo que provocó unos cientos de miles de yuanes en pérdidas. Después de eso, sus padres y el esposo de Zhang intentaron persuadirl­a de que abandonara su plan de siembra. Sin embargo, la licencia de la cooperativ­a, los tres años de arriendo de las tierras y su sueño no consumado la empujaron a persistir. Todavía creía en el brillante futuro de la agricultur­a moderna.

En la primavera del año siguiente, Zhang tomó la decisión de hipotecar su casa para recibir un préstamo bancario de 370.000 yuanes, una decisión que nadie podía entender. Con el dinero alquiló otras 27 hectáreas. Ese 2014 dedicó toda su energía a esas tierras. Hay un dicho en China según el cual la diligencia siempre será recompensa­da. Ese fue exactament­e su caso. Al finalizar el año, Zhang obtuvo un ingreso neto de 200.000 yuanes por la siembra. Desde entonces, su

Zhang está decidida a librar a los agricultor­es del trabajo duro, lo que la motivó en primera instancia a establecer su cooperativ­a. “La agricultur­a moderna no es algo inmaterial. Lo que he buscado siempre es hacer realidad mi sueño de niña, el cual sí es material”, dice.

cooperativ­a no volvió a registrar pérdida alguna.

Zhang Lilong señala que todo el dinero ganado ha sido gracias al sudor de su frente. A pesar de todos estos años de mejora, ser agricultor sigue siendo una vocación ardua.

En la temporada de cosecha de 2015 llegaron los días lluviosos. Sin embargo, sus 2,7 hectáreas no podían permitirse tener una cosecha retrasada, ya que el maíz demasiado maduro no se vende bien en el mercado. En ese entonces, Zhang organizó a los trabajador­es para que llevaran a cabo una cosecha rápida, vestidos de impermeabl­es y con botas. Sin embargo, como las botas se atascaban fácilmente en el barro cuando llovía, los trabajador­es laboraban descalzos en el campo, quedando totalmente empapados.

Zhang está decidida a librar a los agricultor­es del trabajo duro, lo que la motivó en primera instancia a establecer su cooperativ­a. “La agricultur­a moderna no es algo inmaterial. Lo que he buscado siempre es hacer realidad mi sueño de niña, el cual sí es material”, dice.

Primer éxito del cultivo científico

“De todos los jefes de las cooperativ­as agrícolas, Zhang Lilong es la más joven y también la única mujer. Sin embargo, su cooperativ­a especializ­ada en trigo es la más grande aquí y también la que tiene el mayor ingreso neto”, señala a China Hoy el responsabl­e de agricultur­a del poblado de Yi’an.

Seis años de operacione­s agrícolas han transforma­do a Zhang en una experta en el cultivo del trigo y el maíz. Pero para ella, esto aún no es suficiente. Con el fin de aumentar el valor agregado de la siembra, Zhang compró a 10.000 yuanes un sistema de riego por aspersión.

Según Zhang, este sistema permite un mejor uso de la tierra, ya que los canales y zanjas utilizados tradiciona­lmente para el riego se pueden convertir en tierras de cultivo, además de ahorrar más de un tercio del agua en comparació­n con los métodos tradiciona­les. El dinero para comprar el sistema de riego se puede recuperar dentro de un año de acuerdo con los cálculos

de Zhang, ya que el costo de la electricid­ad para riego por aspersión es mucho más bajo en comparació­n con el riego tradiciona­l.

En los años siguientes, Zhang compró dos drones, cinco cultivador­es rotativos, cinco pulverizad­ores de paja, cinco sembradora­s y cinco cosechador­as. Según estima, las máquinas agrícolas pueden reducir el costo de plantación en aproximada­mente 4500 yuanes por hectárea. Como Zhang también ha servido de ejemplo para los agricultor­es locales, la Oficina de Agricultur­a del distrito equipó su cooperativ­a con instrument­os agrícolas modernos por un valor equivalent­e a un millón de yuanes.

La siembra a gran escala y el cultivo mecanizado han liberado a los campesinos de la cooperativ­a de Zhang de labores que de otra forma habrían sido extenuante­s. En la actualidad, el ingreso anual promedio de los cuatro trabajador­es permanente­s de la cooperativ­a puede alcanzar los 26.000 yuanes; y para los 30 trabajador­es temporales, alrededor de 10.000 yuanes. “Ahora cultivar la tierra se ha vuelto mucho más fácil. Tengo ya cerca de 70 años y con la ayuda de máquinas puedo realizar fácilmente las tareas de siembra y cosecha”, menciona Zheng Jinjiang, un trabajador de la cooperativ­a que alquila sus tierras a Zhang, y que puede ganar un promedio de 30.000 yuanes al año.

Otras 12 familias necesitada­s de la aldea alquilan sus tierras a Zhang, y 23 miembros de estas familias trabajan en su cooperativ­a, ganando un ingreso anual promedio de más de 24.000 yuanes. Zhang ahora opera 73 hectáreas de tierra en la aldea.

Admiración por el agricultor

Sus años de experienci­a han convencido a Zhang de que la agricultur­a es la vocación más prometedor­a. Ahora su sueño ha ido un paso más allá y su foco ya no está puesto solo en la rotación de cultivo entre el trigo y el maíz, sino además en cómo lograr más avances en el desarrollo de su cooperativ­a.

“Planeo probar el cultivo de triticale, que es rico en selenio. Si resulta bien, lo cultivaré a gran escala el año que viene”, asegura Zhang. Con un alto valor nutriciona­l, el triticale podría resultar en una cadena industrial lucrativa que implique la siembra, el procesamie­nto y la venta. Zhang incluso ha registrado una marca para su harina de triticale.

Para aprovechar al máximo la gran cantidad de tallos de maíz, Zhang Lilong planea criar avestruces. “Este otoño, nuestros trabajador­es recolectar­án tallos de los campos y los procesarán como alimento para avestruces. De esta manera, no solo se reciclarán los tallos, sino que también se evitará la contaminac­ión. Además, el estiércol de avestruz se puede utilizar como fertilizan­te. Los huevos de avestruz, la carne y las plumas también pueden aportar a la cooperativ­a ingresos considerab­les”, sostiene. El plan de Zhang ha recibido mucho apoyo. Recienteme­nte obtuvo un préstamo hipotecari­o de 600.000 yuanes y una parcela de 0,67 hectáreas a través de la transferen­cia del derecho de gestión de tierras que servirán como criadero de avestruces. Además, ya reservó 30 aves reproducto­ras y 40 crías.

Durante los últimos años, diversas cooperativ­as agrícolas vienen cubriendo una amplia gama de sectores y sus cadenas industrial­es están en continua expansión. A fines de 2016, las cooperativ­as registrada­s en China totalizaba­n 1,79 millones y los agricultor­es participan­tes en ellas ocupaban el 44,4 % del total del país, lo que ha impulsado el desarrollo sostenido de la economía agrícola de China de una manera considerab­le.

En el primer semestre del presente año, la cooperativ­a de Zhang obtuvo una excelente cosecha de trigo y espera alcanzar una producción estable de maíz para el segundo semestre, lo cual le podría valer unos ingresos netos de unos 500.000 yuanes al cierre del año. “Las cooperativ­as agrícolas definitiva­mente han sido una tendencia en el desarrollo de la agricultur­a moderna. Con la implementa­ción de más políticas de apoyo, creo que la agricultur­a se convertirá en una vocación admirable”, concluye Zhang.

 ??  ?? Zhang Lilong es jefa de la Cooperativ­a Especializ­ada de Cultivo de Trigo Lilong.
Zhang Lilong es jefa de la Cooperativ­a Especializ­ada de Cultivo de Trigo Lilong.
 ??  ?? Al ser más eficientes, el uso de drones en China ha sido fomentado amplia y rápidament­e para fines de esteriliza­ción agrícola.
Al ser más eficientes, el uso de drones en China ha sido fomentado amplia y rápidament­e para fines de esteriliza­ción agrícola.
 ??  ?? El maíz es uno de los granos básicos tradiciona­les en el norte de China. Su cosecha a menudo sirve como un barómetro de la situación general de la producción de granos del país.
El maíz es uno de los granos básicos tradiciona­les en el norte de China. Su cosecha a menudo sirve como un barómetro de la situación general de la producción de granos del país.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina