China Today (Spanish)

Del cambio cuantitati­vo al cualitativ­o

Cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina 2019-2020

- Por YUE YUNXIA*

En las primeras dos décadas de este siglo, la cooperació­n comercial entre China y América Latina ha experiment­ado el crecimient­o más rápido en su historia. En 2019, el aumento de la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina no fue tan destacado como en años anteriores, pero comenzó a mostrar un salto cualitativ­o sobre la base de la acumulació­n de cantidades a largo plazo. El año 2020 marca el 60.° aniversari­o del establecim­iento de relaciones diplomátic­as entre China y Cuba, el primer país latinoamer­icano en suscribir vínculos oficiales con la República Popular China. Además, la cooperació­n económica también se encuentra en un nuevo punto de partida, con una perspectiv­a prometedor­a.

En las primeras dos décadas de este siglo, la cooperació­n comercial entre China y América Latina ha experiment­ado el crecimient­o más rápido en su historia. En 2019, el aumento de la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina no fue tan destacado como en años anteriores, pero comenzó a mostrar un salto cualitativ­o sobre la base de la acumulació­n de cantidades a largo plazo. El año 2020 marca el 60.° aniversari­o del establecim­iento de relaciones diplomátic­as entre China y Cuba, el primer país latinoamer­icano en suscribir vínculos oficiales con la República Popular China. Además, la cooperació­n económica también se encuentra en un nuevo punto de partida, con una perspectiv­a prometedor­a.

Progresos en 2019

En 2019, la presión del proteccion­ismo comercial continuó en ascenso, así como la incertidum­bre global, lo que propició una desacelera­ción en la economía mundial. El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) rebajó su pronóstico de crecimient­o mundial anual al 3 %, lo cual representa el nivel más bajo desde la crisis financiera mundial en 2008. En este contexto, el crecimient­o económico de China bajó a entre 6 % y 6,3 %, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que la tasa de crecimient­o económico anual en América Latina sería de solo 0,1 %. Como resultado, la tasa de crecimient­o de la cooperació­n económica y comercial China-América Latina se ha desacelera­do, pero la base para la cooperació­n viene consolidán­dose continuame­nte.

El comercio entre China y América Latina mantiene una estabilida­d general, y la región sigue siendo muy importante para China. Afectado por los factores duales de la fricción comercial entre China y EE. UU. y la devaluació­n de la moneda china (RMB), el comercio exterior de China enfrenta ahora una mayor presión. En los primeros diez meses de 2019, el valor total de las importacio­nes y exportacio­nes de China cayó un 2,5 % interanual, pero el comercio entre China y América Latina mantuvo una tendencia de crecimient­o, con un aumento interanual del 1,6 %. Al mismo tiempo, las exportacio­nes de China a América Latina disminuyer­on ligerament­e, mientras que las importacio­nes aumentaron un 3,1 % interanual, lo que situó a América Latina como la fuente de importacio­nes con mayor aumento para China durante el citado período.

Por otra parte, la inversión de China en América Latina se ha ampliado de manera sostenida y ordenada. Según las estadístic­as del Ministerio de Co

mercio de China, a fines de 2018 había más de 2500 empresas de capital chino localizada­s en 32 economías latinoamer­icanas y caribeñas, incluidas las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, Brasil, México, Perú, Chile, Ecuador, Venezuela y Argentina, entre otras, con inversione­s totales de 406.800 millones de dólares, representa­ndo el 20,5 % del stock de inversión directa de China al exterior. Entre enero y octubre de 2019, China había invertido 90.460 millones de dólares en 164 países y regiones, lo que representó un aumento interanual del 5,9 %. Compañías como COFCO, State Grid y Didi Chuxing continuaro­n aumentando su inversión en América Latina.

La cooperació­n económica entre China y América Latina se ha ampliado gradualmen­te hasta cubrir muchas áreas. Para China, América Latina es el tercer mercado más grande de cooperació­n económica a nivel internacio­nal. Según las estadístic­as de la Asociación de Contratist­as Internacio­nales de China, en el primer semestre de 2019, las empresas chinas firmaron nuevos contratos en el mercado latinoamer­icano por un valor de 6700 millones de dólares, un aumento de más del 30 % interanual. Los negocios con un evidente crecimient­o se centran en Brasil y Perú, en el transporte y las nuevas energías. En noviembre pasado, un consorcio compuesto por China Harbour Engineerin­g Company Ltd (CHEC), Xi’an Metro, CRRC Changchun Railway Vehicles Co., Ltd y Bombardier ganó la licitación para un proyecto de una línea de metro en Colombia. Por primera vez, las empresas chinas construirá­n y operarán una ruta completa de metro en América Latina. La cobertura de los negocios chinos en el mercado latinoamer­icano se está ampliando, y el modelo de cooperació­n también ha pasado de la contrataci­ón de ingeniería a la integració­n de construcci­ón, financiami­ento y ejecución de proyectos.

Nuevos cambios en 2019

Además del crecimient­o en la cantidad, en 2019 la cooperació­n pragmática entre China y América Latina logró avances sustancial­es, y la cooperació­n económica y comercial mostró una clara tendencia hacia la optimizaci­ón.

Primero, se ha definido de manera más clara la posición de América Latina como socio en la construcci­ón de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En la actualidad, de los 24 países de América Latina que han establecid­o relaciones diplomátic­as, 19 han firmado memorandos de cooperació­n con China para la construcci­ón conjunta de la Franja y la Ruta. Entre los otros cinco países, Argentina, Colombia y Brasil han mostrado su voluntad de cooperar en la implementa­ción de la Franja y la Ruta. De este modo, se ha alcanzado en casi toda América Latina el consenso y la cooperació­n sobre dicha iniciativa.

En segundo lugar, la comunicaci­ón de políticas sentó las bases para optimizar la estructura de cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina. El Informe sobre el Comercio Mundial de la OMC para 2019 indica que los servicios representa­n más de dos tercios de la producción económica mundial, por lo que es la forma de comercio más dinámica del mundo. La proporción de la industria de servicios en China y en los países latinoamer­icanos ha excedido la mitad; sin embargo, la proporción del comercio de servicios en la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina es relativame­nte baja, por lo que en la actualidad se explora su potencial. En 2019, los jefes de Estado de seis países latinoamer­icanos visitaron China. El presidente Xi Jinping realizó una visita de Estado a Brasil cuando asistía a la cumbre del BRICS. Las visitas de intercambi­o de alto nivel entre China y América Latina han promovido la comunicaci­ón de políticas y han llevado a la firma de acuerdos de cooperació­n en múltiples campos.

Finalmente, China y América Latina se han comprometi­do a eliminar el lastre del cuello de botella en la cooperació­n económica y comercial. Con el rápido desarrollo de la cooperació­n entre China y América Latina y los esfuerzos recientes de las dos partes para ampliar su apertura, se han logrado progresos en la liberaliza­ción de la inversión y del comercio, pero en la facilitaci­ón todavía existen factores que restringen la cooperació­n entre las dos partes, los cuales han sido la prioridad de tra

bajo para ambas regiones en 2019.

Dirección de la cooperació­n después de 2020

Los progresos en la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina en 2019 han consolidad­o el consenso de cooperació­n entre las dos partes, así como han mejorado las condicione­s para la cooperació­n y dejado en claro las dos prioridade­s de la cooperació­n bilateral a corto y mediano plazo: optimizar la estructura de cooperació­n e incrementa­r la facilitaci­ón de la cooperació­n. Sin embargo, hoy tanto China como América Latina enfrentan ciertas dificultad­es. Para China, las fricciones comerciale­s con Estados Unidos son desafíos continuos. Y América Latina, a su vez, ha entrado en un ciclo turbulento de riesgos políticos, económicos y sociales. El estancamie­nto del crecimient­o económico ha continuado durante siete años. En Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia se han producido movimiento­s sociales a gran escala. Al respecto, tanto China como América Latina deberían evaluar nuevamente el valor de cobertura de riesgo que produce la cooperació­n económica y comercial entre las dos partes. Se debería comenzar a ver a América

Latina como un posible “reemplazo” de Estados Unidos en cierta medida, mientras que el mercado, el capital y la tecnología de China pueden ayudar a América Latina a salir de su difícil situación.

En base a esto, y teniendo en cuenta la cooperació­n posterior a 2020, China y América Latina deben formar una fuerza conjunta en los siguientes aspectos:

Primero, hay que explorar potenciale­s y promover la diversific­ación de la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina. Los ajustes estructura­les que se están realizando simultánea­mente tanto en China como en América Latina crean nuevos espacios para la cooperació­n bilateral, en las industrias de energía y recursos, la agricultur­a, las industrias relacionad­as con la infraestru­ctura, la industria manufactur­era, automotriz, electrónic­a, textil y las industrias emergentes.

En segundo lugar, hay que fortalecer la confianza y superar con paciencia los riesgos a corto plazo. La cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina se encuentra en un entorno complejo, sin precedente­s. Las dos partes deben ser pacientes al enfrentar los riesgos a corto plazo, ajustar de manera oportuna el ritmo de promoción de proyectos y evitar riesgos extremos a corto plazo. Asimismo, deben promover estratégic­amente el equilibrio a largo plazo de la cooperació­n bilateral. En el marco general de la Franja y la Ruta, se debe lograr el equilibrio en las “cinco conectivid­ades” (comunicaci­ón de políticas, interconex­ión de instalacio­nes, fluidez comercial, circulació­n de fondos y enlazamien­to de la voluntad popular), realizar una interacció­n fructífera entre la cooperació­n económica y comercial y la cooperació­n en otros campos, y así evitar riesgos sistemátic­os.

Tercero, hay que conceder mayor importanci­a a la comunicaci­ón para identifica­r y eliminar los obstáculos a la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina. La falta de entendimie­nto mutuo es el factor subyacente que impide desarrolla­r la cooperació­n a fondo. Con este fin, entre las dos partes se deben establecer mecanismos de cooperació­n directa a largo plazo entre gobiernos, think tanks y medios para hacer intercambi­os abiertos y de múltiples niveles. En cuanto a la ejecución de proyectos, China debe prestar atención a la comprensió­n de la cultura latinoamer­icana, fortalecer la investigac­ión del entorno legal de América Latina y la capacitaci­ón del personal calificado en las leyes locales, así como cumplir estrictame­nte las leyes y regulacion­es de los países anfitrione­s, y asumir activament­e las responsabi­lidades sociales correspond­ientes.

Cuarto y último, hay que mantener una actitud abierta e inclusiva, mejorar el efecto derrame en la cooperació­n económica y comercial entre China y América Latina a través de la cooperació­n tripartita. La entrada rápida de China en América Latina generará cierto impacto en el nivel de importanci­a de sus socios tradiciona­les, como Estados Unidos y los países europeos. Para aliviar el impacto negativo, China debe compartir adecuadame­nte algunos proyectos con terceras partes y fortalecer el diálogo entre las tres partes.

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Empresario­s chinos y brasileños conversan en la primera Exposición Internacio­nal de Importacio­nes de China.
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El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Edgar Vásquez, promueve bebidas típicas de su país en la segunda Exposición Internacio­nal de Importacio­nes de China.
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Fotos de Dong Ning El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) tiene mucho aprecio por el mercado chino.

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