China y su experiencia para combatir el COVID-19
La cooperación con América Latina y el mundo se hace necesaria en estos momentos
Las acciones que China ha tomado para controlar la epidemia del nuevo coronavirus, como la rápida construcción de hospitales y confinamiento, así como el acatamiento de las reglas por parte de sus ciudadanos, han hecho posible que prácticamente no se registren nuevos casos de infectados a nivel local en la parte continental de China. Esto ha sido elogiado por funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios países, ya que la estrategia de contención “compró tiempo” para el resto de China y el mundo.
Recientemente, en una declaración publicada por las Naciones Unidas, el Dr. Gauden Galea, alto funcionario de la OMS, resaltó que la lección que se puede sacar de las acciones tomadas por China es que: “Es una epidemia que ha sido cortada mientras crecía y se detuvo en seco, (…) el curso natural del brote no necesita llegar a un pico muy alto que abrume a los servicios de salud. Esta lección de contención, por lo tanto, es una lección de la que otros países pueden aprender y adaptarla a sus propias circunstancias”.
Y es así que China está compartiendo con la comunidad internacional estos conocimientos de manera muy proactiva en materia de prevención, control y tratamiento de la enfermedad, además de proveer de ayuda sanitaria como kits de prueba para detectar el virus, medicinas, etc., a países con alta incidencia de casos de COVID-19 como Irán, Italia, España, Corea del Sur, Japón, entre otros.
Por ejemplo, Italia, que es el segundo país con mayor incidencia de casos en el mundo, y cuyo sistema sanitario está atravesando por una crisis de escasez de equipo médico vital, recibió ingentes cantidades de ayuda de China en equipos médicos como 10.000 ventiladores pulmonares, dos millones de mascarillas y 20.000 trajes protectores, además de nueve expertos que ayudarán a combatir la enfermedad.
También Irán, que es un país sometido a las sanciones económicas de Estados Unidos y que ha visto disminuir severamente sus ingresos por la caída del precio del petróleo, ha recibido bastante ayuda de China desde el envío de equipos médicos hasta mascarillas y kits de prueba del virus.
La ayuda de China en América Latina
Por otro lado, en América Latina son 19 los países que presentan casos del virus y ya se empezaron a aplicar medidas respectivas como la declaración del estado de emergencia, la repatriación de nacionales, el impedimento de aglomeraciones, la prohibición de vuelos internacionales, del transporte terrestre y del marítimo (como cruceros), entre otras. Hasta el cierre de esta edición, Brasil era el país latinoamericano con el mayor número de infectados, seguido de Ecuador, Chile y Perú, y la ayuda de China a los países de la región no se ha hecho esperar.
Por ejemplo, el Ministerio de Salud de Chile envío a personal del sector a
China para aprender de su experiencia en materia de implementación de medidas de salud pública. Por otro lado, Argentina recibió dos donaciones, la primera por parte de la empresa Huawei, la cual proveyó a la Dirección Nacional de Migraciones del país de dos cámaras térmicas para la detección de fiebre a pasajeros del aeropuerto; mientras que la segunda donación fue de 1500 kits reactivos para detectar el virus.
Por otro lado, China ha donado a Perú 30.000 kits de detención del virus, según lo anunciado por el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, el 17 de marzo. El embajador de China en Perú, Liang Yu, se ha reunido recientemente con altas autoridades del país como el ministro de Defensa, Walter Martos, y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, César Astudillo, así como con la entonces ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza. Además, el 15 de marzo se realizó una videoconferencia entre el Ministerio de Salud de Perú, el Grupo de la Ruta de la Seda de China y el Grupo de Expertos de la Lucha contra la Epidemia de China, a fin de compartir el conocimiento del país asiático en materia de prevención y control de la enfermedad, la construcción de hospitales temporales, entre otros temas.
Lecciones de China para el mundo
Algo que los países pueden aprender es cómo China ha podido movilizar sus recursos de manera eficiente, tanto en lo que respecta al personal médico como a la construcción en poco tiempo de dos hospitales con mil camas cada uno, en el propio epicentro de la infección.
Asimismo, en China se hace uso de la tecnología como es el caso de los drones, que se pasean por las ciudades midiendo la temperatura de las personas sin que salgan de sus casas, y que también dan aviso de que regresen a sus viviendas a las que no acatan el confinamiento. En el caso de los hospitales, se utilizan robots como camareros (distribución de medicinas y comida) y otros que limpian y desinfectan.
Empresas como JD. com han repartido medicinas a centros hospitalarios en Wuhan a través de drones y vehículos autónomos, los cuales pueden llevar una gran cantidad de estos productos.
Además, se utilizan varias aplicaciones de teléfonos celulares para que las personas reciban en tiempo real la información sobre los lugares donde hay más peligro de infección, y si han estado cerca de una persona infectada con el virus o sospechosa de tenerlo.
Los comités de barrio se encargan de instruir a la población sobre las medidas de prevención de la enfermedad, toman la temperatura de sus vecinos y controlan la cuarentena que el Gobierno decretó para evitar la propagación del COVID-19. Estos comités están conformados por vecinos, voluntarios y miembros del Partido Comunista de China.
Asimismo, debido a la cuarentena impuesta en el país, destaca el teletrabajo que miles de empresas han implementado para mantenerse operativas, así como las clases impartidas por televisión a los escolares.
Lo que el mundo espera de China
China, como la fábrica del mundo y país responsable de gran parte del crecimiento de la economía mundial (contribuyó un 40 % el año pasado), al estarse recuperando rápidamente, puede otra vez contribuir a que la economía mundial también se recupere. Se proyecta que países como Japón, Corea del Sur, así como la Unión Europea no crecerán este año, por lo que China tendrá que hacer esfuerzos coordinados con los otros países para poder salir de esta crisis y evitar que el mundo caiga en recesión.
Asimismo, China sigue trabajando arduamente en el desarrollo de una cura. Según informó la agencia Xinhua el 17 de marzo, China había concluido la investigación clínica de un medicamento antiviral que ha demostrado una eficacia clínica contra el COVID-19. Este medicamento, llamado Favipiravir, ha sido probado en pacientes en la ciudad de Shenzhen y los resultados han sido exitosos, pues los que tomaron este antiviral dieron resultado negativo respecto al nuevo coronavirus. De la misma forma, China está trabajando en diversos programas de investigación, como la de terapia con células madre, para hacer frente a esta epidemia.