De la recuperación a la reapertura
En el pasado, ningún hospital había festejado su cierre. Sin embargo, la clausura de los hospitales provisorios para tratar a pacientes de COVID-19 fue un motivo de alegría, ya que representó una primera luz de
esperanza.
El 10 de marzo, miembros de 14 equipos médicos provenientes de todo el país gritaron al unísono: “¡China ganará! ¡Hubei ganará! ¡Wuhan ganará!”. Fue un acto simbólico, ya que ese día se cerraron todos los hospitales que habían sido levantados al interior de instalaciones públicas para atender a pacientes con síntomas moderados.
No podemos olvidar a aquellos trabajadores médicos con sus trajes de protección bailando, a aquel paciente leyendo, a aquella estudiante que se preparaba en línea para el examen de ingreso a la universidad, o a aquellas personas que se ayudaron y dieron ánimo mutuamente. En este contexto, los trabajadores médicos y los pacientes se convirtieron en amigos, confidentes y familiares.
Pese a no querer separarse, el cierre de estos hospitales ha sido el alta para todas estas personas. De ese modo, el grito “¡ Luchemos juntos, ganemos juntos!” expresa también la confianza que tiene el pueblo chino de su victoria en esta singular batalla.
El 15 de abril ya se respiraba otro aire en el Hospital Huoshenshan. Ese día, tras desinfectar todas las salas, el personal médico también puso un sello que marcó el cierre oficial del establecimiento, completando así su misión especial en la lucha contra el COVID-19 en Wuhan. De forma paralela, el Hospital Leishenshan –otro campo de batalla que se convirtió en un hito– hacía lo mismo.
“Espero que Leishenshan no vuelva a abrir, ya que eso significará que la epidemia ha sido controlada efectivamente y no regresará”, dice con alegría Wang Xinghuan, director del Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan y del Hospital Leishenshan, quien además admitió que, tras esta experiencia, se ha dado cuenta de lo valiosa que es la vida.
Los hospitales Huoshenshan y Leishenshan fueron construidos en tiempo récord y recibieron a miles de pacientes en dos meses. Al festejar su cierre, los trabajadores médicos se tomaron fotos al lado de estos recintos como recuerdo de esta lucha. Su deseo, así como el de todos los chinos, es que nunca se reanuden las operaciones.
El cierre marcó un importante logro dentro de los objetivos trazados para proteger a Hubei y Wuhan, y ha servido como testimonio de la unidad del pueblo chino y del difícil camino que debió enfrentar desde la etapa de “recuperación” hasta la de “reapertura”.
Consultas médicas en línea
A fines de enero, la epidemia en Wuhan era grave. Un gran número de pacientes de otras enfermedades no podían recibir atención médica o temían ir al hospital, ya que muchos centros habían sido destinados para la atención exclusiva de personas con COVID-19, en tanto que aquellas con dolencias menores preferían prescindir de atención ante el riesgo de infección.
En ese contexto, la atención médica a través de Internet ha desempeñado un activo papel en medio de la epidemia. Muchos centros médicos fueron facilitando la atención al público mediante consultas en línea a partir del 24 de enero, en tanto que numerosas plataformas médicas han puesto en marcha sus respectivos servicios. El 17 de febrero, la aplicación “Wu Da Yun Yi”, del Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan, mejoró su servicio por Internet a través de consultas en video y el servicio de entrega de medicamentos a domicilio, convirtiéndose en uno de los primeros hospitales en hacer entrega de recetas médicas para pacientes crónicos con enfermedades cardiovasculares y endocrinológicas.
Este nuevo modus operandi ha aliviado el nerviosismo del público y se ha convertido en una nueva opción a la hora de realizar una cita médica.
A medida que las consultas en línea fueron aumentando, el municipio de Wuhan dispuso un plan para que una serie de hospitales y farmacias designados del seguro médico adoptaran la fórmula “Internet + salud”, mediante la cual la consulta, la receta médica y la venta de medicamentos son hechas todas en línea, junto con la posterior entrega de los fármacos a domicilio. El Gobierno también ha simplificado los procedimientos, haciendo que los servicios médicos puedan ser administrados de manera más ordenada. Así, por ejemplo, el Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan fue capaz de realizar las pruebas de ácido nucleico en apenas cuatro horas y admitir a las personas con síntomas graves de manera inmediata.
Además, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan actualiza a diario su sitio web para informar a los ciudadanos sobre los hospitales que tratan enfermedades de tipo general, sus servicios y su capacidad de admisión.
Regreso a la normalidad
A principios de marzo, el señor Jiang, de 62 años, sintió un tejido anormal en su cuello, pero no pudo ver a un médico debido a la epidemia. El director del Departamento de Cirugía Mamaria y de Tiroides del Sexto Hospital de Wuhan, Li Li, se comunicó con él por teléfono y WeChat para ofrecerle asesoramiento. Cuando el hospital reanudó sus servicios ambulatorios y el ingreso hospitalario, Jiang fue admitido y se le extirpó el tumor benigno.
Gracias a la reanudación de los tratamientos médicos, las operaciones quirúrgicas –como la de Jiang– han ido aumentando gradualmente, al igual que las solicitudes de admisión y los servicios ambulatorios y urgentes.
De hecho, ya a principios de marzo,