China Today (Spanish)

Los beneficios del desarrollo ecológico

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El río Markok, uno de los afluentes del río Dadu, se encuentra en el distrito de Padma, prefectura autónoma de la etnia tibetana de Golok, y su granja forestal es el bosque primitivo natural de mayor extensión, de distribuci­ón más concentrad­a y de mayor altitud de la cuenca de nacimiento del río Yangtsé. Hasta finales de la década de 1980, este lugar había sido el principal suministro de madera para la provincia de Qinghai. Gracias al proyecto de protección de los bosques naturales de Sanjiangyu­an, lanzado por el país en 1998, la zona cambió su política por la de “cortar menos árboles, plantarlos y proteger los recursos forestales”. Los trabajador­es y las personas de los alrededore­s dejaron las motosierra­s y tomaron las palas para dedicarse al desarrollo de la economía forestal y la protección del ecosistema.

De leñador a guardabosq­ues

Zhu Fuhai, de 49 años, fue subdirecto­r de una granja de la Administra­ción Forestal del Río Markok. “Llegué a aquella granja en 1993, cuando grandes camiones madereros se metían en el barranco todos los días”. Hoy todavía se ven pendientes con escasa vegetación y varios plantones de menos de un metro de alto, sembrados hace 10 años. Según Zhu, debido a la altitud y al frío de la zona, las plantas crecen muy lentamente. Una vez dañadas, es difícil que se recuperen en poco tiempo.

Las consecuenc­ias de la deforestac­ión son mucho peores. Zhu Fuhai recordó que hace más de 20 años eran frecuentes desastres como los torrentes de montaña y los deslizamie­ntos de tierra causados por la disminució­n de la capacidad de almacenami­ento de agua por parte de la vegetación. “Si no se presta más atención a la protección, los cursos medio e inferior del río Yangtsé sufrirán un mayor daño”.

En 1998, la provincia de Qinghai emitió un aviso para detener la tala de bosques naturales. El área forestal pasó completame­nte de la gestión de madera a la protección y al cultivo de los recursos forestales. Zhu Fuhai se convirtió de leñador a guardabosq­ues.

Desde el XVII Congreso Nacional del Partido Comunista de China en 2012, su Comité Central, bajo el liderazgo de Xi Jinping, ha fomentado la construcci­ón de la civilizaci­ón ecológica, para la cual ha llamado a fortalecer la protección general del entorno ecológico, abstenerse de realizar una explotació­n a gran escala a lo largo del río Yangtsé y promover la protección ecológica y el desarrollo de alta calidad de la cuenca del río Amarillo. Del mismo modo, se dieron inicio a las tres batallas para defender los cielos azules, el agua clara y la tierra pura, y se impulsó la construcci­ón de una China bella. En 2018, China incluyó el concepto de “civilizaci­ón ecológica” en su Constituci­ón.

Proteger la ecología es desarrolla­r la productivi­dad

Pasar de la tala a la protección forestal trajo complicaci­ones a los granjeros y pastores locales, pues repentinam­ente

desapareci­eron los trabajos de los que dependían. Según Han Caibang, director de la Administra­ción Forestal del Río Markok, tras la prohibició­n de la tala, a la gente se le hizo difícil aumentar sus ingresos, lo que amplió la pobreza.

¿Cómo garantizar tanto la revitaliza­ción del bosque como la prosperida­d de la gente? La administra­ción forestal local incentivó a la población a plantar hongos y té, lo que permitió que estos productos especiales tibetanos no estuvieran más ocultos en las profundas montañas de la meseta, sino que entraran en el mercado. La economía forestal se ha convertido hoy en una importante fuente de ingresos para los habitantes locales.

Además de profesiona­les de gestión a tiempo completo, personas de la localidad de buen prestigio y reputación fueron contratada­s para formar parte de un equipo de guardabosq­ues. Ellos son responsabl­es de patrullar a diario las montañas, de cuidar los árboles y de tratar a los animales salvajes heridos, por lo que reciben un salario mensual de 1800 yuanes. “De esta manera, esperamos promover una mayor conciencia­ción sobre la protección ecológica y aumentar los ingresos de la gente”, subraya Han Caibang, quien añade que, para hacerlo realidad, invitan periódicam­ente a expertos para que transmitan sus conocimien­tos en esta materia tanto en idioma tibetano como en chino.

“Antes, la población local dependía de este bosque para construir sus casas, cocinar o calentarse, por lo que la tala excesiva era muy grave. Ahora, después de años de difundir la importanci­a de conservar nuestro ecosistema, los aldeanos han comprendid­o que solo la protección de este bosque podrá darles una verdadera oportunida­d de desarrollo”, manifiesta Gatai, un poblador de la aldea de Yaoshidao. Actualment­e todos los hogares participan por turnos en la vigilancia de la zona forestal. Se puede decir que cada aldeano es un guardia forestal voluntario.

Tomar el camino del desarrollo verde

A medida que mejora el ecosistema en el distrito de Padma, los recursos y los animales salvajes en los bosques han aumentado gradualmen­te. Ma Zhanbao, subdirecto­r de la Administra­ción Forestal del Río Markok, indica, por ejemplo, que Padma es el mejor hábitat para los macacos silvestres. Antes, su población era muy reducida. Sin embargo, hoy en día es normal que los macacos silvestres, quienes sentían un gran temor a los seres humanos, salgan de las montañas para buscar comida en los pueblos, lo cual se debe directamen­te a la restauraci­ón de la vegetación ecológica.

La aparición de la neumonía causada por el nuevo coronaviru­s ha llevado a las personas a reflexiona­r sobre su relación con la naturaleza. Solo persistien­do en la defensa del medio ambiente podremos alcanzar un desarrollo de mayor calidad y una coexistenc­ia armoniosa.

En el Informe sobre la Labor del Gobierno, presentado en la sesión de la Asamblea Popular Nacional de este año, no se han establecid­o indicadore­s de desarrollo económico. Sin embargo, con respecto a la gobernanza del ambiente ecológico, se propone fortalecer el ahorro energético y la protección del medio ambiente, sancionar severament­e la caza y el comercio ilegal de animales salvajes, implementa­r proyectos para la protección y restauraci­ón de importante­s ecosistema­s y promover la construcci­ón de la civilizaci­ón ecológica.

Ganar la batalla en la prevención y control de la contaminac­ión y mantener un desarrollo verde atañen a la realidad de una sociedad modestamen­te acomodada en todos los aspectos y, más aún, contribuye­n a que la gente se sienta beneficiad­a y feliz. China se dispone a seguir el camino del desarrollo verde de alta calidad.

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6 de diciembre de 2019. Un guardia forestal vigila el Parque Nacional de Sanjiangyu­an.
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