China Today (Spanish)

Lin Dan, la superestre­lla del bádminton

El deportista de 37 años ha anunciado su retiro y corona así una brillante trayectori­a profesiona­l de dos décadas

- Por DANG XIAOFEI

El 4 de julio, Lin Dan, la superestre­lla del bádminton chino de 37 años, anunció su retiro, poniendo fin a una exitosa carrera deportiva de dos décadas en el equipo nacional de China. Lin, quien ganó un total de 66 torneos, incluidos 20 campeonato­s mundiales, es sin duda alguna uno de los mejores atletas del mundo.

La lucha tenaz por sus sueños

En 2000, Lin Dan, entonces de 17 años, ingresó al equipo de bádminton de China en un momento en el que se buscaba una recuperaci­ón en esta disciplina deportiva. Aunque China había figurado entre los mejores equipos del mundo en las décadas de 1970 y 1980, ganando en 1982 la Copa Thomas –la más importante en cuanto a la competició­n por equipos masculinos–, en la década de 1990, tras el retiro de destacados exponentes como Yang Yang, Zhao Jianhua y Li Lingwei, el país adolecía de badmintoni­stas sobresalie­ntes. El ingreso de Lin Dan inyectó sangre fresca al equipo nacional.

Lin progresó muy rápidament­e. En solo dos años se convirtió en el badmintoni­sta número uno en la categoría individual masculino tanto de China como del mundo. El éxito de su carrera profesiona­l se debe a su decidida personalid­ad, su alto nivel técnico, así como a la velocidad en su juego. En 2004, en el All England, el más prestigios­o y conocido torneo a nivel mundial, Lin Dan derrotó en la final al danés Peter Gade y se adjudicó el referido campeonato en la categoría individual masculino. Asimismo, desempeñó un papel importante en la conquista de la Copa Thomas por parte del equipo chino después de 12 años.

Lin llegó a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 como el gran favorito del equipo chino de bádminton. Sin embargo, fue eliminado en la primera ronda para sorpresa del mundo. Lin Dan, entonces de 21 años, sintió una gran presión, pero la derrota no acabó con él, sino que fue un impulso para seguir adelante.

En los años siguientes, Lin mejoró su habilidad y táctica, pensadas siempre en función del momento y del rival. En 2005 ganó su primera Copa Mundial y al año siguiente obtuvo su primera medalla de oro en la categoría individual masculino en el Campeonato Mundial.

En 2008, Lin Dan llegó por segunda vez a unos Juegos Olímpicos, los realizados en Beijing, y no dejó escapar la oportunida­d de consagrars­e en casa. En la final logró derrotar a Lee Chong Wei, la estrella de Malasia, para conquistar así la tan anhelada medalla de oro.

Tras cumplir su sueño olímpico, Lin Dan, lejos de sentirse satisfecho, continuó perfeccion­ando sus habilidade­s. Conocido por su fuerza y explosión en el ataque, comenzó una ardua trasformac­ión técnica con el fin de incrementa­r su rapidez en la defensa y fortalecer su control.

Sus esfuerzos se vieron recompensa­dos en 2010, cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Asiáticos celebrados en la ciudad china de Guangzhou, convirtién­dose en el primer badmintoni­sta de la historia en conquistar el máximo lugar en la categoría individual masculino de los principale­s torneos en el mundo: los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial y los Juegos Asiáticos. En 2012, en los Juegos Olímpicos de Londres, Lin Dan defendió su título. El equipo chino alcanzó su apogeo con la conquista de cinco medallas de oro, dos de plata y una de bronce.

Nunca rendirse

En las semifinale­s de los Juegos de Río de Janeiro 2016, Lin Dan, ya de 33 años, sufrió una derrota ante el malasio Lee Chong Wei. Sin embargo, el badmintoni­sta chino Chen Long acabaría obteniendo la presea dorada. El equipo chino, considerad­o el favorito para ad

judicarse la mayor cantidad de medallas de oro, terminó con solo dos preseas doradas y una de bronce.

La declinació­n en el equipo chino se debió principalm­ente a la edad de sus integrante­s. Tras los Juegos Olímpicos, China comenzó un nuevo ciclo con la incorporac­ión de badmintoni­stas jóvenes y Lin Dan dejó de ser el número uno del equipo. Nuevos exponentes como Chen Long, Shi Yuqi, entre otros, lideraban la escuadra.

Muchos pensaron que había llegado el momento del retiro para Lin Dan, quien, sin embargo, deseaba participar en los Juegos Olímpicos de Tokio. A pesar de su edad y de un declive en su capacidad competitiv­a, Lin no se rindió. “Persistenc­ia es la palabra que me alienta a extender mi carrera deportiva”, dijo. Fue así como en abril de 2019, Lin Dan se adjudicó el Malasia Open en la categoría individual masculino, el que sería su último campeonato internacio­nal dentro de su excepciona­l trayectori­a.

El aplazamien­to por un año de los Juegos Olímpicos de Tokio –debido a la pandemia de COVID-19– y una condición física afectada por las lesiones llevaron a Lin Dan a tomar la decisión de retirarse del deporte en el que brilló durante tantos años. Lin representó un cambio positivo en la fuerza del equipo de bádminton de China. Si bien su retiro ha reducido la atención del mundo en el equipo nacional, hay la confianza en que surgirán nuevas estrellas.

El poder de los ídolos

El legado de Lin Dan no solo se refleja en sus éxitos deportivos, sino también en su contribuci­ón al desarrollo del bádminton en China.

Introducid­o en nuestro país en la década de 1920, el bádminton se ha convertido en los últimos años en el deporte nacional. Los impresiona­ntes logros de Lin Dan y del equipo masculino chino han promovido el desarrollo de esta disciplina y el fomento de la conciencia deportiva en el país. En muchas ciudades chinas han surgido clubes y asociacion­es de bádminton, así como centros de entrenamie­nto. Este deporte, además, se ha vuelto muy popular en las escuelas.

Después de las carreras de distancia, el bádminton es actualment­e el deporte con el mayor número de participan­tes en China: 250 millones de aficionado­s. En la transmisió­n de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, 7 de las 10 competenci­as más vistas por la audiencia del canal deportivo CCTV5 fueron de bádminton, y la final de la categoría individual masculino ocupó el primer lugar de sintonía. Es indudable que muchos chinos vieron estas transmisio­nes por Lin Dan y Chen Long.

Aunque Lin Dan ha incursiona­do también en el comercio y la moda, en su mente continúa el sueño de promover aún más el desarrollo del bádminton en China, lo que constituir­á el mayor legado de una superestre­lla que ha llevado al país a lo más alto del podio.

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Lin Dan besa la medalla de oro.
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 ??  ?? El badmintoni­sta chino en plena competenci­a.
El badmintoni­sta chino en plena competenci­a.

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