China Today (Spanish)

Una profesora de chino con nombre chileno

Tras años de esfuerzos y noches en vela, Carolina Díaz espera generar lazos culturales entre ambos pueblos

- Por MAGDALENA ROJAS

En circunstan­cias normales, y dado que ambas vivimos en Beijing, nos habríamos juntado en algún lugar a tomar un café mientras me contaba su historia. Sin embargo, debido a la actual pandemia que tomó por sorpresa al mundo entero, nos comunicamo­s por WeChat –ella desde Viña del Mar, Chile, y yo desde Beijing, China–, separadas por un océano de distancia y 12 horas de diferencia.

No hay primera sin segunda

Carolina Díaz vive por estos días una situación particular. Desde 2015 que reside en Beijing, pero debido a la pandemia, ha pasado los últimos meses cerca del mar en su ciudad natal de Viña del Mar. Aunque le encanta China, confiesa que este tiempo igual le ha servido para estar con sus padres y seres queridos –con quienes no compartía de esta forma hace años–, mientras se dedica a su tesis doctoral y dicta un curso de mandarín online en el Instituto Confucio. Así es. La viñamarina se convirtió en alumna de mandarín por primera vez en 2006, y ahora es ella quien lo enseña. Quizá ni ella lo hubiese imaginado, pero hoy, tras años de esfuerzo y noches en vela estudiando, ya puede decir con toda confianza que ha conquistad­o uno de sus objetivos. “Dentro de mis sueños jamás concebí la idea de que el chino fuera siquiera posible de aprender”, confiesa.

Por aquel entonces, Carolina Díaz cursaba la carrera de Gestión en Turismo y Cultura de la Universida­d de Valparaíso. Un día, recuerda, su padre vio un aviso en el periódico sobre un curso de mandarín que sería dictado en Viña del Mar. A ella siempre le había interesado la cultura e historia de China, y desde niña había visto muchos reportajes y leído libros al respecto. Sin embargo, otra

cosa era aprender el idioma. Aun así, quiso intentarlo. Según cuenta, fue a la clase introducto­ria, más por curiosidad que otra cosa. No obstante, esa decisión fortuita acabaría marcando su vida. “Me interesó, tanto así que no solo tomé el curso, sino que además decidí realizar mi tesis sobre el turismo emisor chino y cómo se estaba preparando la industria turística chilena en aquel entonces”, relata.

Al poco tiempo de haber empezado su segunda carrera –Ingeniería Comercial–, Carolina Díaz decidió postular a las becas que otorgaba el Gobierno chino. No tenía demasiadas esperanzas de que se la fuera a ganar, pero lo logró. “Así, a finales de agosto de 2008, una semana después de terminadas las Olimpiadas, arribé por primera vez en Beijing”, recuerda. Estudió chino durante dos años en la Universida­d de Estudios Extranjero­s de Beijing, hasta julio de 2010. Sin embargo, se quedó con gusto a poco. Pese a que regresó ese año a Chile para terminar sus estudios en Ingeniería Comercial, la experienci­a en China había calado de tal forma que decidió volver.

Y así fue. Luego de un paréntesis de cinco años en Chile, Díaz empacó sus maletas por segunda vez –en 2015– rumbo a la capital china. Se debatía entre un máster en Educación o uno ligado a su carrera anterior, ya fuese uno en Negocios Internacio­nales o un MBA. Finalmente, primó lo que siempre le había apasionado: la educación. “De todas las experienci­as laborales que había tenido hasta entonces, dictar clases había sido siempre lo que me hacía sentir más realizada”, señala. No obstante, tampoco fue simple. “Esta decisión no estuvo exenta de dudas y miedos, ya que no solo era hacer un cambio radical en mi carrera profesiona­l, sino que también se sumaba que el máster era totalmente en chino”. En retrospect­iva, sin embargo, Carolina Díaz cuenta que aquella fue una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida. Y si hay algo que le han enseñado sus años en China, a punta de aciertos y tropiezos, es el valor de la perseveran­cia. “El aprendizaj­e más grande que he obtenido es que no importa qué tan grandes o lejanos parezcan tus sueños, si realmente se persevera, es posible lograr todo lo que uno se proponga”.

“Realmente es en estas instancias donde puedo usar el chino que he aprendido para comunicarm­e y generar lazos culturales, por lo que pienso que todo lo que he estudiado ha valido la pena”. Aun así, queda un largo camino por delante. Si bien la enseñanza del chino ha ganado fuerza en Chile estos últimos años, gracias al trabajo realizado por los institutos Confucio y el Ministerio de Educación para impartir el mandarín en algunas escuelas públicas, Carolina Díaz señala que “a diferencia de otros países asiáticos o europeos, recién estamos en una etapa inicial”. En ese sentido, explica la joven chilena, es importante fomentar la cooperació­n entre profesores chilenos, que conozcan los aspectos culturales y las necesidade­s de los alumnos locales, y chinos que dominen bien todos los aspectos del idioma.

El turismo es otra área a tomar en cuenta. Desde que hizo su tesis en Gestión y Turismo, Carolina Díaz pudo evidenciar lo poco que estaba preparada la industria de viajes chilena para recibir a turistas chinos. Por un lado, advierte, hay que estar preparados en términos de idioma, pero, por otro, es igualmente importante conocer más sobre sus necesidade­s, desde el tipo de alimentaci­ón hasta sus horarios. “Así como China nos parece a nosotros lejano y diferente, nosotros también lo somos para ellos. Por eso, es importante crear las condicione­s para hacerlos sentir en casa y que tengan el deseo de volver y recomendar­nos”.

Este 2020 marca los 50 años de relaciones diplomátic­as entre China y Chile. En el proceso se han logrado importante­s acuerdos a nivel económico, político y comercial, que dan cuenta de la férrea amistad entre ambos pueblos anclados en una política de Estado que tiene como máxima el bienestar y progreso de los pueblos. En ese contexto, la labor que hacen no solo autoridade­s, sino también “embajadore­s culturales” como Carolina Díaz es igualmente significat­iva. “Me gusta particular­mente el trabajo docente, así que me veo luego de terminado el doctorado trabajando de profesora en alguna universida­d. Y espero en el futuro, ya sea desde China o desde Chile, poder ser un aporte para fomentar este tan necesario intercambi­o”, concluye.

Este 2020 marca los 50 años de relaciones diplomátic­as entre China y Chile. En el proceso se han logrado importante­s acuerdos económicos, políticos y comerciale­s. La labor no solo de autoridade­s, sino también de “embajadore­s culturales” como Carolina Díaz es significat­iva.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina