Software
China incentivará desarrollo de alta calidad de industrias de CI y
China ha implementado una serie de políticas para respaldar el desarrollo de alta calidad de las industrias de circuitos integrados ( CI) y software.
Las medidas incluyen incentivos fiscales para las empresas en dichas industrias, apoyo financiero proveniente de fondos oficiales y una mejor protección de los derechos de propiedad intelectual para las compañías, así como políticas para promover la investigación, el comercio, la educación, la aplicación comercial y la colaboración internacional en ambos campos, según un comunicado emitido por el Consejo de Estado.
Las firmas de CI y software establecidas en China, independientemente de sus tipos de propiedad, pueden acceder a los incentivos, y el país mejorará el entorno comercial para las compañías internacionales en los terrenos de inversión y desarrollo.
De sabor agrio y amargo, naturaleza fría y levemente tóxica, la semilla de pharbitidis ( , qianniuzi) es relacionada en la medicina tradicional china con los pulmones, los riñones y los intestinos grueso y delgado. Ayuda a drenar los líquidos del cuerpo y elimina la flema y la mucosidad a causa de la tos. Asimismo, alivia la sensación de falta de aire en el pecho y el abdomen debido a la obstrucción de los pulmones, limpia los intestinos y elimina las acumulaciones que podrían originar un estreñimiento. Es parasiticida, por lo que funciona como acaricida (previene y elimina ácaros) y evita la aparición de tenias o solitarias.
Sus principales constituyentes, como la farbitina, el ácido farbítico y la ergotina, le conceden las funciones antes mencionadas.
La flor de pharbitidis es llamada popularmente campanilla, don diego de día, flor de enredadera, etc. Su nombre en chino, qianniuhua, quiere decir “la flor del buey llevado”. ¿De dónde proviene este nombre tan raro?
Un buey de hierro
Se dice que en la dinastía Qin (221207 a. C.), el país contaba con una numerosa población, pero poca tierra cultivable, por lo que la cosecha de cereales no cubría las necesidades básicas de la gente. El hambre generaba constantes levantamientos contra la corte imperial. Qin Shi Huang, el primer emperador de China, se encontraba muy inquieto, lo que fue aprovechado por un malvado funcionario, quien le sugirió hallar una manera de matar a la gente en masa. De ese modo, habría suficiente cereal para el resto de la población. El emperador estuvo de acuerdo, así que mandó construir un buey de 5 toneladas de hierro y publicó un edicto imperial: “El buey será colocado por turnos en la puerta de cada casa. El dueño de la misma deberá empujarlo hacia la puerta de su vecino dentro de tres días. En caso contrario, toda la familia morirá”. La gente, muy asustada, se puso en alerta y llamó al buey “la bestia tragagentes”.
Fue así como el buey llegó hasta la provincia de Henan, al sur del río Amarillo. Un día fue empujado hasta la puerta de la casa de una viuda, quien vivía con su pequeño hijo. Al ver que no iba a poder mover el buey, la mujer se puso a llorar día y noche. Sin embargo, al tercer día, sintió una suave palmada en su espalda. Al levantar la cabeza, vio a un anciano de barba blanca, quien le dijo: “No llores más. Yo te ayudaré”. El viejo sacó una aguja brillante, sopló y gritó: “¡ Transfórmate!”. Y la aguja se volvió un látigo. “Este es un látigo que puede mover montañas”, le indicó. “Es un tesoro. A medianoche, dale tres latigazos al buey de hierro y te aseguro que tú y tu hijo estarán sanos y salvos”. La mujer se puso de rodillas para agradecerle, pero el anciano desapareció de golpe.
A medianoche, la mujer salió sigilosamente de su casa con el látigo en la mano. Le dio un fuerte latigazo al buey de hierro y este se movió como tamba