Tsampa
Se trata de uno de los alimentos tradicionales que forman parte de la dieta básica de los pastores tibetanos. También se le conoce como “harina de qingke” ( el qingke es una cebada de la meseta), la cual se obtiene tras lavar, secar y tostar dicho cereal.
La tsampa que se come es, en realidad, una mezcla de fideos fritos de qingke, mantequilla, azúcar, quark, té de mantequilla, entre otros ingredientes. Para la preparación, se deben colocar fideos fritos de qingke y mantequilla en un tazón, verter té de mantequilla y luego añadir más fideos. Después, se gira el tazón con la mano izquierda y se mezclan los tres ingredientes con el dedo índice de la mano derecha. Para terminar, se hacen pequeñas bolitas del tamaño de un huevo de codorniz con la mezcla. Ya que no se usan palillos para comer la tsampa, sino las propias manos, es llamada la “tsampa capturada a mano”.
La mejor tsampa es aquella hecha con qingke blanco, proveniente del distrito de Nyemo en Lhasa. La tsampa de Nyemo es blanca y lustrosa, así como más delicada y fragante que aquella producida en otros lugares.
Al ser fácil de elaborar y transportar, la tsampa es una de las comidas predilectas de las poblaciones nómadas. También es rica en nutrientes y calorías, ya que se mezcla con mantequilla, quark y otros ingredientes ricos en proteínas y grasas, por lo que es ideal para satisfacer el hambre en las regiones montañosas frías.
Té de mantequilla
Se trata de una bebida característica del Tíbet, con un fuerte aroma y un peculiar gusto, que normalmente se bebe al comer la tsampa.
Se hace con mantequilla y té bien cargado. La mantequilla se elabora de forma artesanal con leche de yak o cabra. En el primer caso, es de color dorado y considerada de mejor calidad, y en el segundo, de color blanco. Para su elaboración, se requiere colocar mantequilla en un recipiente
demasiado alta, el yogur resultará muy ácido, mientras que si la temperatura es más baja, este será más dulce. Por ello, su sabor varía entre un hogar y otro, pero una capa ligeramente amarilla, un tono blanco y una superficie lisa son las tres características principales que un excelente yogur artesanal debe tener.
En tibetano se le dice “nieve” al yogur y su importancia es tal que, incluso, hay un famoso festival del yogur todos los años llamado Sho Dun. Durante la celebración, la gente suele escuchar ópera tibetana y sale al jardín a comer yogur.