Más eco y más sport
Su nuevo motor le permite reducir su consumo. Y su diseño lo acerca más a un auto y le da un estilo deportivo. Además, cuenta con un alto nivel de equipamiento.
El vehículo más esperado del año ya está en nuestro mercado. La nueva generación del nuevo Ford EcoSport promete superar el éxito de su predecesor r e impone nuevos estándares de equipamiento, estilo y calidad para un segmento en el que hoy comparte sólo con el Renault Duster, pero que en los próximos años tendrá nuevo nuevos contendientes.
La fórm fórmula que utilizó Ford es la misma que la llevó a vender en Sudamér Sudamérica más de 700 mil unidades d de la generación anterior ( (en en nu nueve años): tomó la base de un auto chico, en este caso e el Fiesta de nueva generación, y sobre él desarrolló un u vehículo con aspecto d de todo terreno.
Pero este nuevo EcoSport es mucho más que una carrocería alta y una rueda de auxilio en el portón trasero. Hace un par de años, cuando se empezaba a preguntar por la renovación de este modelo, la gente de Ford sólo contestaba con un breve pero directo t mensaje: “Va a ser un
mini Kuga”, haciendo alusión ió al l SU SUV mediano de la marca del óvalo. Y el resultado está a la vista; un estilo moderno y atractivo basado en líneas complejas para un vehículo de esta categoría. La figura del EcoSport deja en claro que esta nueva generación será global y trascenderá las fronteras de Sudamérica, llegando a más de 100 mercados.
La evolución también aparece en aspectos que no se ven pero se sienten. El motor de la unidad que probó Clarín Autos es el 1.6 de 16 válvulas que entrega 110 caballos de fuerza. Es el mismo del nuevo Fiesta pero con 10 caballos menos. La evolución respecto del 1.6 que traía antes es notable. No sólo por los 12 caballos más que ofrece y su torque superior, sino por su concepción más moderna. El block, el cárter y la tapa del motor estás construidos en aluminio, lo que le permite reducir 15 kilos respecto del Zetec RoCam del de la generación anterior.
Las sensaciones que brinda este propulsor también son mejores. Si bien su momento de mayor respuesta se evidencia a partir de las 3.000 rpm, se muestra muy elástico y permite circular con el motor relajado, inclusive debajo de las 2.000 rpm. Los resultados también se ven en los números: el EcoSport anterior aceleraba de 0 a 100 km/h en casi 14 segundos, mientras que el nuevo baja los 12 segundos. En velocidad máxima también lo supera en casi 20 km/h más. Y el consumo promedio lo reduce en casi 1 litro cada 100 km.
Su comportamiento es ahora más parecido a un auto. Las suspensiones son un poco más rígidas y se han reducido los balanceos de carrocería. Su confort de marcha es bueno en general, con una solidez que no tenía el EcoSport anterior. Es sí para destacar la insonorización del habitáculo. Un aspecto que no nos gustó fue su dirección extremadamente sobre asistida.
Por dentro re interpreta el estilo del Fiesta: líneas modernas, buena combinación de colores y una correcta terminación. Eso sí, la calidad de los materiales podría ser mejor. La posición de manejo ha mejorado ya que ahora se puede regular el alcance del volante. En las plazas traseras, no es recomendable que viajen tres adultos, ya que su anchura no es muy generosa. Y su baúl sigue siendo chico.
La unidad que probamos fue la Titanium ($ 135.500) cuenta con un alto nivel de equipamiento (ver ficha). Ya se ofrece también las versiones con motor 2.0 y 143 CV. Para el año que viene llegarán el motor diesel y las versiones 4x4.