Evolución de calidad y confort
La nueva generción de este SUV eleva aún más las mejoras que vienen mostrando los productos de la marca coreana. Se destacan su espacio interior y la comodidad que ofrece su andar.
Puede sonar repetitivo, pero la evolución que siguen mostrando los nuevos vehículos de Hyundai no dejan de sorprender. Esta vez le toca a la nueva generación del Santa Fe llevar ese estandarte, modelo que Clarín Autos pudo probar en Perú, durante su lanzamiento regional, antes de ser presentado en los Estados Unidos y casi en simultáneo con Europa. Al país llegará este año, pero en estos días ya se lo puede ver en la costa argentina.
En la década pasada se destacaba la confiabilidad de los productos coreanos y su buena relación precio-producto. A esas cualidades le ha agregado diseño en esta nueva era. Modelos como el Veloster o el Tucson (hermano menor del Santa Fe) fueron abriendo el camino. Y este nuevo SUV sube la apues- ta. Si bien hablar de diseño tiene una fuerte carga de subjetividad, no se puede obviar el trabajo que se ha hecho con este modelo. Hay mucha armonía en sus líneas y su estilo es refinado. Superficies con mucho relieve, en donde predominan los trazos rectos, detalles en cromado y gris y la utilización de luces de LED terminan por definir una figura sofisticada. De hecho, su imagen da más compacta que la generación anterior, a pesar de tener una longitud superior.
Su interior continúa en la misma sintonía. La calidad sigue incrementándose, las terminaciones continúan evolucionando y los materiales utilizados se perciben cada vez de mejor manera. Todo con un entorno de modernidad y buen gusto. El espacio de este Santa Fe ha sido claramente mejorado respecto del anterior, con una buena flexibilidad. Los asientos delanteros se pueden ajustar en 12 posiciones. Los de la segunda plaza son deslizables, reclinables y plegables para optimizar el área de carga. Y, opcionalmente, puede tener una tercera fila de asientos con dos butacas plegables.
La versión que pudimos manejar estaba equipada con el mismo motor naftero de 2.4 litros y 176 caballos (también habrá uno diésel). Estaba unido a una caja de cambios automática de 6 marchas. El rendimiento del conjunto fue satisfactorio, con una suavidad de funcionamiento que mejoran su extraordinario confort de marcha. Al no ser un propulsor muy potente, hay que llevarlo arriba de las 3.000 rpm si necesitamos una reacción enérgica. La dirección cuenta con tres tipos de asistencia (Comfort, Normal y Sport). Como la mayoría de los 4x4 de hoy, su sistema de doble tracción, el tipo de sus neumáticos y su no tan alto despeje del suelo reducen su capacidad off road. Pero el Hyundai Santa Fe brilla con su confort de marcha en ruta y su calidad de vida a bordo.