Completa el podio de alta tecnología
El SUV alemán es el tercero que llega al país con propulsión híbrida. Ya estaban Toyota Prius y Porsche Cayenne.
Se pone la bandera, se marca territorio y luego, con el tiempo, se despliega el resto de la propuesta. En este nuevo (al menos para nuestro mercado) capítulo de la era moderna de la industria automotriz, el relacionado a las nuevas tecnologías de motorización, Volkswagen acaba de izar su bandera pro-ecologista con el desembarco del Touareg Hybrid. Y así conforma el podio de propuestas, iniciada por Toyota Prius (2009) y continuada por el Cayenne de Porsche (2011). Esta combinación de motor de combustión con propulsor eléctrico comparte cartelera hoy con los eléctricos puros y Volkswagen también tiene lo suyo, ya que en Fráncfort mostró versiones “verdes” del pequeño Up! y del Golf VII (el GTI ya se vende acá), ambos con expectativas de llegar a nuestro país en 2014, pero ojo, en sus variantes nafteras. En esos casos, sí, el sentido de las emisiones cero se ve satisfecho. Mientras tanto, el híbrido hace parte del trabajo, para nada despreciable, ya que puede reducir
hasta un 30% el consumo y, por ejemplo, permitir que este SUV de 379 CV tenga el consumo promedio de un sedán mediano con la mitad de potencia. El Touareg Hybrid enciende en función eléctrica y tiene un rango muy corto hasta pasar al motor de combustión, allá por los 15 km/h. En fases de desaceleración, el motor eléctrico utiliza la fuerza cinética de las ruedas para generar energía y recargar las baterías. El motor naftero también puede cargarlas si es necesario. El V6, además, se desconecta en algunos ciclos en los que el conductor levanta el pie del acelerador, aunque la velocidad supere ese tope de 15 km/h. Ahí, vuelven las emisiones cero. También en un semáforo, por ejemplo, se apaga el naftero y el Touareg reinicia su marcha eléctrica. Y por último, otro ciclo de conducción obliga a que los motores trabajen en conjunto para disponer de 379 CV.