El Mustang, 50 años después
Ford mostró la sexta generación de su mítico deportivo, que en 2014 cumple medio siglo de vida. Al ser un modelo global, podría llegar al país.
Showtime para todos, parece ser el lema, la premisa, en Estados Unidos. Noche de miércoles, Times Square está revuelto, intenso movimiento policial, preparativos, se encienden las 25.000 bombitas de luz del famoso arbolito de Navidad del Rockefeller Center y cada nuevo suceso allí parece estremecer. Apenas un rato de relax. Mañana de jueves. Times Square está revuelto, intenso movimiento policial, preparativos, se enciende el V8 de un Mustang rojo, que baja de un trailer ploteado para la ocasión. Sobre la vereda de los estudios de la ABC, Alan Mulally, CEO y presidente global de Ford, le presenta al mundo la sexta generación de este ícono de la industria automotriz norteamericana, que en casi 50 años (se cumplen el próximo 17 de abril de 2014) vendió más de 9 millones de unidades. Los conductores de Good Morning America, uno de los programas matutinos de mayor audiencia en Estados Unidos, recibieron a Mulally y a este nuevo producto global de la casa del óvalo. Esa globalidad quedó en claro al presentarse en simultáneo en seis ciudades: Barcelona, Los Angeles, Dearborn, Shanghai y Sidney, además de Nueva York, claro. Rasgos y líneas bien diferenciadoras del pasado de este pony car, con soluciones de diseño tomadas del prototipo Evos, y una revolución en materia mecánica. Sí, porque más allá de mantener los motores V6 (3.7 litros y 305 CV) y V8 ( 5 litros y 426 CV), y de sumar un 2.3 litros (309 CV) de la familia EcoBoost, el quiebre en la historia del Mustang se da con la incorporación de un nuevo sistema de suspensiones. Ahora independiente, de tipo McPherson en el eje delantero y paralelogramo deformable atrás, cuando históricamente había tenido un eje rígido trasero.