Ecuación que cierra por muchos lados
Mejoró notablemente su imagen y calidad, sumó equipamiento y mantiene sus cualidades de espacio y capacidad de carga.
Yun día, el embrujo se rompió, y el “patito feo”, al que todos criticaban por su imagen; de pronto, se convirtió en principe. Y colorín colorado ... La historia del Renault Logan también parece de cuento. Y de uno más o menos parecido. La nueva generación, presentada recientemente en nuestro mercado, parece otro auto comparándolo con su antecesor. Y las diferencias están a la vista. El diseño cambió por completo tanto por fuera como por dentro, y ahora su figura luce más moderna, armoniosa y atractiva. En cuanto al interior, lo único que quedó del viejo Logan es la habitabilidad. Lo demás, es todo nuevo: tablero, consola, tapizados, disposición de los comandos y manijas de las puertas, entre otros. Además debemos remarcar que la calidad de los materiales, al igual que las terminaciones, han sido mejoradas notablemente. El equipamiento también fue reforzado, ya que las cinco versiones disponibles (la gama arranca desde $ 93.000) ofrecen de serie ABS y doble airbag. La variante más económica (Authentique) también cuenta con aire acondicionado, equipo de audio con CD, MP3, Bluetooth y entradas AUX y USB, con comandos en el volante, apertura interna de baúl y tanque, indicador de cambio de marchas, y paragolpes color carrocería, entre otros. Pero el gran salto se aprecia a partir de la tercera versión ( Expression, $ 107.700), que suma en la consola central el sistema Media Nav. Se trata de una pantalla táctil de 7 pulgadas -ya presente en Sandero y Duster- que combina GPS, sincronización de telefonía móvil vía Bluetooth, reproductor multimedia, y las funciones Eco Scoring y Eco Coaching (brindan consejos para una conducción más ecológica). Otros elementos destacados, pero disponibles desde la versión Privilege ($ 116.000) son el climatizador automático, control de velocidad crucero y sensor de estacionamiento trasero. Y quienes quieran tapizados de cuero deberán pagar $ 3.000 más y subirse a la versión full (Privilege Plus). Mecánicamente, la gama ofrece dos motores. Las tres primeras versiones de equipamiento cuentan con el motor naftero 1.6, de 8 válvulas, que equipaba a la generación anterior. La única diferencia es que ahora dispone de 5 caballos menos, entregando 85 CV en lugar de 90 CV. A partir de la versión Privilege -la cuarta- el Logan sólo está motorizado con el 1.6 naftero, 16 válvulas, de 105 caballos; un motor que ya conocemos porque equipa al Sandero, y que se caracteriza por su suavidad de marcha y una entrega progresiva. La impresión de manejo fue muy buena en ciudad, donde se desenvuelve sin problemas. En ruta va bien a velocidades permitidas, aunque sobre los límites se notó cierta inestabilidad. Este punto se mejoraría si la dirección fuera de asistencia variable, ya que la notamos demasiado suave. Con el reciente cese de produc- ción del Symbol, en el complejo de Santa Isabel (Córdoba) el Logan queda como el único referente de la marca entre los sedanes compactos. Y por precio, imagen, espacio y equipamiento, seguro peleará en lo más alto. Sólo hay que redescubrirlo. Hernán Oliveri