No tiene rivales
Porque ninguno de los otros modelos medianos que se venden en la Argentina ofrece una versión rural o station wagon, y porque su calidad y mecánica son de una categoría superior. Cuesta 320 mil pesos.
Cada vez que nos subimos a un Volkswagen nos pasa algo parecido. Comparándolo con los modelos que las otras marcas generalistas ofrecen en la categoría, el de VW siempre nos parece el mejor. Por su calidad, la mecánica y porque es el que nos da una mayor sensación de robustez. Y esta versión Variant del Golf no es la excepción. Un auto espectacular, aunque es cierto que su diseño puede parecer algo conservador (el Golf hacer rato que creemos que se repite) y que algunos faltantes de equipamiento podrían desalentar a los que se deslumbran con los “chiches”. En materia de seguridad es irreprochable (siete airbags, controles electrónicos de tracción y estabilidad, ganchos ISOFIX para las sillas de niños) pero, por ejemplo, cuesta 320 mil pesos y no tiene el navegador satelital incorporado ni cámara de marcha atrás. Tiene el estacionamiento automático (sin necesidad de tocar el volante el auto maniobra solo para estacionar tanto en la forma tradicional, paralelo al cordón, como perpendicularmente, entre fajas, como en los shoppings), pero no nos ayuda una cámara, como en otros modelos que lo tienen, sino un dibujo del auto en la pantalla junto con los sensores de proximidad. Una mención especial merecen estos sensores, porque su alarma se torna sumamente molesta en el tránsito de la ciudad. No puede desconectarse el sonido defini- tivamente y, cada vez que nos acercamos a otro vehículo u otro vehículo se acerca a nosotros en un semáforo, empieza a sonar y a interferir con la radio o la música que estemos escuchando. Podemos presionar un botón en la consola central para que deje de sonar, pero al próximo semáforo suena de nuevo. Es preferible ser cuidadoso para estacionar que contar con este equipamiento. El motor y la caja de este Golf Variant no pueden compararse con los de ninguno de sus rivales (hablamos de los otros medianos que se venden en la Argentina, por más que no ofrezcan una variante familiar o rural). Mecánicamente, un Golf está más cerca
de un Audi (de hecho, hay versiones del A3 Sportback con este conjunto motor-caja) que, por ejemplo, de un Peugeot 308 o un Honda Civic. El motor es un 1.4 turbo con inyección directa de combustible, que desarrolla 150 CV de potencia y consume apenas 5 litros cada 100 kilómetros de promedio. La caja, una automática DSG de doble embrague, que permite una aceleración progresiva y sin saltos en los pasos de marcha. Podría decirse que el Golf Variant es un auto para el que sabe de autos. Y, además, el modelo Golf tiene suficiente peso para imponer este tipo de carrocería rural, que en la Argentina ya casi no se ofrece, porque fue desplazada hace mucho, primero por los monovolúmenes del estilo del Renault Scénic y luego por los sport utilities o SUV. La ventaja de una rural respecto de esos otros modos de conseguir habitabilidad, es que para sumar volumen interior no resigna ni un ápice el comportamiento dinámico. Un rural, con un centro de gravedad más bajo que el de un monovolumen o un SUV, es mucho más estable y tampoco hace falta que le endurezcan las suspensiones para evitar la inclinación de la carrocería en las curvas. En síntesis, confort interior y placer de conducción. Una opción a tener en cuenta.