DOBLE CONTACTO
Manejamos dos primicias de Citroën: el C4 Cactus
Aún no está definido exactamente cuándo, pero se estima que en el segundo semestre de 2016 Citroën Argentina incorpore estos dos nuevos modelos a su gama. Pudimos tener un primer contacto con ellos en Uruguay, donde ya se comercializan. El primero es el C-Elysée, un sedán de diseño clásico, más compacto que el C4 Lounge que se fabrica en nuestro país. Es casi 20 centímetros más corto, pero la distancia entre ejes difiere entre ambos modelos en apenas 6 centímetros, por lo que la habitabilidad del C-Elysée no es muy inferior. Incluso el baúl tiene mayor capacidad de carga que el del C4, 506 litros contra 450. Un auto sumamente racional, sin las sofisticaciones, innovaciones o curiosidades a las que la marca nos tiene acostumbrados, que llegaría para competir en un segmento donde están, por ejemplo, el nuevo Volkswagen Polo, el Ford Fiesta sedán o el Honda City. El motor de este C-Elysée es un naftero 1.6 de 115 CV de potencia, con caja manual de 5ta, que le da al auto un buen poder de aceleración (9,4 segundos para los 0-100 km/h) y una velocidad máxima de casi 190 km/h. El otro modelo que manejamos muestra exáctamente cuál es el rol de la marca en el grupo PSA Peugeot-Citroën: la originalidad, la innovación, la vanguardia estilística. El C4 Cactus es una variante del C4 hatchback o 5 puertas (que no se comercializa en nuestro mercado), con unos toques de estilo que lo acercan a un crossover. Los laterales están protegidos por un elemento plástico con unos cartuchos de aire que se llaman “airbump”. Cada uno de estos cartuchos, además, pueden reemplazarse en caso de que sean averiados. En la trompa y en la cola, también tiene cobertores plásticos y, aunque no son airbumps, sirven para proteger la chapa ante pequeños “toques” de estacionamiento. Por dentro es espacioso y moderno. Viene con una gran pantalla central táctil que centraliza los comandos (con GPS incorporado) y un tablero de instrumentos digital detrás del volante que brinda poca información: apenas marca velocidad y nivel de combustible. Su confort de marcha es excelente y sin perder estabilidad. Todo un logro. Y el motor que probamos es un naftero turbo de tres cilindros, 1.2 litros de 110 CV, de una notable eficiencia. Además de su llamativa estética, hay que decir que mecánicamente es un gran auto.