Renacer con estilo
La marca italiana renueva su gama luego de los cambios impositivos y la apertura de la importación. Y lo hace con esta versión equipada con un motor eficaz y de bajo consumo. Desde 459 mil pesos.
Alfa Romeo es una de las marcas que tiene los más fervientes seguidores en nuestro país, que no necesariamente son clientes. Hay un poco de encanto por los diseños de sus modelo y otro poco por la herencia “tana” que tiene la Argentina, que se potencia si la llevamos al mundo del automóvil. Fanáticos o no, el nuevo Giulietta Sprint que se acaba de lanzar es una alternativa a tener en cuenta para aquel que busca un vehículo que combine un buen rendimiento con un estilo diferente. La magia que existe entre los “alfistas” y la marca persiste a pesar de los vaivenes que pasó la marca en las últimas dos décadas en el mercado local. En los años 90, estuvo bajo el paraguas de Fiat, pero no era considerada como una de las unidades de negocios principales. Luego vino una primera etapa de “importador puro”, de la mano del Gruppo Modena, con el que no tuvo mayor suceso. Y ahora está en manos de Centro Milano, que desde 2009 es el importador oficial de la marca en el país. Hay que reconocer que al importador actual le tocó probablemente la mejor época de la marca a nivel mundial de los últimos 30 o 40 años. Hoy Alfa es, junto con Jeep, una de las vedettes del conglomerado FCA, la fusión de los grupos Fiat y Chrysler. Sin embargo, los impedimentos para importar y los impuestos internos de los últimos dos años no le permitieron aprovechar ese envión global. Con la modificación impositiva y la apertura de las importaciones se empiezan a ver los primeros resultados para una marca que en nuestro país es 100 por ciento importada. El Giulietta es el modelo mediano de la marca italiana y la versión Sprint es el nivel de equipamiento más accesible que se ofrece en nuestro mercado. Que ahora se acerca un poco más gracias a la incorporación de una nueva variante en la gama de motores. Se trata de un propulsor naftero de 1.4 litro que entrega una potencia de 120 caballos de fuerza. Se suma a la variante de idéntica cilindrada pero de 170 caballos. Este motor forma parte de los propulsores de nueva generación de la marca. Es un 4 cilindros de inyección directa sobrealimentado con turbo, que si bien tiene 50 caballos menos que la otra variante, su torque (fuerza máxima del motor) es muy bueno (206 Nm) y está disponible desde un rango muy bajo (1.750 rpm). Esto se traduce en una respuesta inmediata cuando el motor trabaja a bajas vueltas y se vuelve un gran aliado para moverse con agilidad en el circuito urbano. Hay otros dos elementos fundamentales que ayudan a la eficien-
cia del motor: la caja de cambios automática y el sistema de gestión DNA. La transmisión, de doble embrague y de 6 marchas, funciona rápido y con pasos suaves. Tiene dos opciones de cambio secuencial, una con levas en el volante y otra con la palanca, cuyos movimientos son los ideales si se tiene en cuenta la inercia: hacia adelante se reducen las marchas y hacia atrás se elevan. El DNA, compuesto por las siglas de Dynamic, Natural y All Weather, modifica parámetros de la dirección, la gestión del motor, la rapidez de la caja de cambios y la de los sistemas de asistencia al manejo. Así, por ejemplo, en la posición Dynamic, respecto de la Natural, el motor es más enérgico, el paso de marchas se produce en un rango más alto de revoluciones, la dirección es más firme y el control de tracción permite que las ruedas patinen un poco. La opción All Weather es recomendable para terrenos con superficies con poca adherencia (barro, lluvia o nieve), ya que anticipa el accionar de los sistemas de seguridad activa. Sin ser un deportivo, su mecánica tiene un dejo de deportividad. Y de ese modo también funciona la suspensión. Algo firme para superficies desparejas (empedrados, por ejemplo), pero que muestra un gran rendimiento en ruta. Estas dos condiciones se potencian con las llantas opcionales de 18” que llevaba la versión probada. Su precio de $ 459.000 ($ 553.000 para la versión de prueba) lo posiciona entre modelos similares de las premium alemanas y los hatchback de marcas generalistas. Pero el Giulietta cuenta con un estilo único y el típico brío italiano.