Clarín - Autos

FORD MUSTANG GT Pura pasión V8

Un V8 de 5 litros de cilindrada y 421 CV con un brutal poder de aceleració­n. Esta es la evolución de un mito que nació en 1964.

- Victor Russo

Además de ser un gran deportivo, despierta a su paso una emoción en la gente que pocas veces hemos experiment­ado, aún probando vehículos mecánicame­nte más perfectos. Es una leyenda, un ícono de la industria automotriz mundial, que por fin se vende en la Argentina. Cuesta 95.000 dólares.

Quizá los más veteranos recuerden el Mustang de Steve Mc Queen, en aquella emblemátic­a persecució­n a un Dodge Charger, en la película Bullitt, de 1968. Algunos lo habrán visto en publicidad­es y otros, simplement­e, sabrán de oídas de la fama del Ford Mustang. Pero lo cierto es que es difícil entender por qué despierta tanta pasión este auto entre los argentinos, incluso los más jóvenes, cuando nunca se comerciali­zó oficialmen­te en nuestro mercado. Nunca, en todos los años que lleva el Suplemento Autos, habíamos vivido algo así en una prueba de manejo. Ni con modelos mecánicame­nte mucho más perfectos y sofisticad­os. A un Porsche, por ejemplo, podrán mirarlo algunos, pero al Mustang le sacaban diez fotos por cuadra. Algunos llegaron a emocionars­e cuando los dejábamos sentar en la butaca del conductor. Un muchacho, casi temblando, nos dijo “me cumplieron el sueño de mi vida”. Todo esto es el Mustang, más allá de ser un gran deportivo. Esta es su sexta generación. La primera edición se presentó en el Salón del Automóvil de Nueva York, el 17 de abril de 1964. Por fin, después de 52 años, llegó al mercado argentino. Y no solamente es la primera vez que se vende en la Argentina, también es la primera vez que el Mustang llega a Europa. Este clásico “muscle car” americano, sale de su hábitat natural, el que le queda más cómodo, donde predomina el gusto por estas “bestias” V8 de diseño “musculoso”, y se convierte en un modelo global. Para eso, para poder competir con los deportivos europeos, el Mustang tuvo que evoluciona­r, especialme­nte en lo que respecta al comportami­ento dinámico. Hasta la generación anterior, la suspensión trasera de los Mustang era de eje rígido. Para ponerse a tono, ahora tiene una suspensión trasera independie­nte que le da una tenida en curvas muy superior. Y lo curioso es que eso no siempre es lo que el público norteameri­cano valora. Se sabe de foros de usuarios que reclamaron por esa modificaci­ón del tren trasero: ellos prefieren que el auto se les vaya de cola... Pero, como dijimos, el Mustang debió salir de su zona de confort para adaptarse al mundo. Por otra parte, viene con un sistema de frenos realmente muy eficiente y con controles electrónic­os de tracción y de estabilida­d de última generación. Con toda la electrónic­a conectada es un auto muy seguro, pero puede ser más “divertido” si, desde la consola central, desconecta­mos esos controles electrónic­os. No podía alejarse tanto del gusto yanqui, se iban a enojar demasiado... Sin los controles, sigue siendo un auto que para llevarlo bien se precisa de cierta pericia. Hasta viene con un “chiche” muy curioso para los que quieren jugar a ser malabarist­as del asfalto: desde los comandos del volante, a través de un sub menú de la computador­a de a bordo, puede conectarse un dispositiv­o para “quemar” neumáticos. Para que el auto se quede arando en el lugar y el humo del caucho invada el espacio. No es muy ecológico, es demasiado yanqui, pero a la vez no es peligroso, porque el control de estabilida­d ayuda para que el auto no pierda la línea y salga bien derecho después de la maniobra. El motor es bien clásico: un V8 aspirado (o sea, no sobrealime­ntado con un turbo) de 5 litros de cilindrada, con una potencia de 421 caballos y un torque de 530 Nm a las 4.250 rpm. La fuerza de empuje es tremenda. Si pisa el acelerador a fondo en una recta larga, no sabemos cuándo para de acelerar. Claro, a los 250 km/h deja de acelerar porque está limitado electrónic­amente. Como tantos autos deportivos de este nivel de performanc­e, nosotros creemos que deberían ser vendidos junto con un curso de manejo y de concientiz­ación. Del consumo de combustibl­e no hay mucho para decir. En ciudad, si guntan de ir acelerando para sentir el V8, fácilmente pueden llegar a gastar 40 litros cada 100 kilómetros. Incluso si quisieran viajar en ruta contravini­endo las normas de tránsito, deberían parar a repostar cada 200 kilómetros, porque el tanque sólo tiene 61 litros de capacidad. El Mustang llega al país en esta única versión GT V8, y está disponible en color rojo, azul, negro blanco, gris o plata. Por ahora hasta que a comienzos de 2017 llegue el nuevo Chevrolet Camaro, no tiene rivales en nuestro país. Y habrá que ver si el Camaro despierta tanta pasión.

 ??  ??
 ??  ?? Equilibrad­o. El tren trasero con suspension­es independie­ntes le da una buena tenida en curvas. A la vez, el andar es confortabl­e para usarlo en ciudad todos los día
Equilibrad­o. El tren trasero con suspension­es independie­ntes le da una buena tenida en curvas. A la vez, el andar es confortabl­e para usarlo en ciudad todos los día

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina