Un sedán ejecutivo y súper sport
Anticipo. Antes de que llegue al país, probamos la versión 540i de la Serie 5. Combina el lujo de una limusina con un comportamiento dinámico excepcional. Comenzaría a venderse en junio, aproximadamente a 125 mil dólares.
Hoy ya las tres marcas premium alemanas están yendo por el camino que históricamente recorría sólo BMW. Esto de construir sedanes de lujo, pero con el comportamiento dinámico de los mejores deportivos, también lo están logrando Audi y Mercedes-Benz. Así y todo, el Serie 5 todavía le saca cierta ventaja, en este sentido, tanto al Audi A6 como al Mercedes-Benz Clase E. El sedán de Audi seguramente se pondrá a la altura con la nueva generación que se presentará este año en Europa (hoy tiene como ventaja un precio sensiblemente menor que el del Serie 5) y el Mercedes-Benz E, que acaba de re- novarse y llegaría a la Argentina también este año, sin bien tiene un diseño espectacular y un equipamiento superlativo, según los medios europeos tiene un comportamiento dinámico que todavía le da más prioridad al confort que a la deportividad. En su lanzamiento mundial para la prensa especializada, pudimos probar esta séptima generación del Serie 5 (la primera es de 1972) en su versión 540i, que es la única que está previsto que llegue a la Argentina en un primer momento. Lleva un motor naftero sobrealimentado con un turbo de doble entrada, de seis cilindros en línea y 3 litros de cilindrada (desarrolla 340 caballos de potencia), acompañado de una caja automática-secuencial de 8 mar-
chas, y es de tracción trasera. Su poder de aceleración es apabullante (4,8 segundos para llegar a 100 km/h con partida detenida, 7 décimas de segundo más rápido que su predecesor) y alcanza muy rápidamente los 250 km/h de velocidad máxima, que está limitada electrónicamente. Todo esto con un consumo de combustible más que razonable (6,5 litros cada 100 kilómetros de promedio), lo que habla de su perfección mecánica.
A pesar de que es algo más grande que el Serie 5 de la generación anterior, con una mayor distancia entre ejes que le permitió tener un interior más amplio (más cómodo en las plazas traseras), es sin embargo más liviano. Con una mayor utilización de aluminio y magnesio en sus partes mecánicas y en la carrocería (combinados con aceros de alta resistencia) se logró reducir su peso entre 65 y 80 kilos según la versión. El comportamiento dinámico es ejemplar. La estabilidad a altas velocidades y la tenida en curvas no tiene nada que envidiarle a los mejores deportivos. No es fácil lograr esto en un sedán de este porte.
El equipamiento es realmente sorprendente. Muchos asistentes al manejo (sistemas autónomos), como el detector de cambio involuntario de carril, el control de velocidad crucero inteligente (mantiene automáticamente la distancia con el auto de enfrente) y hasta un asistente al sobrepaso (mediante radares detecta si no hay vehículos que se interpongan y el auto hace la maniobra de sobrepaso solo, sin que el conductor haga nada). Además, con la llave inteligente, se puede arrancar y mover el auto a control remoto. Esto sirve para estacionar en un lugar en el que después no podamos bajarnos del auto porque queda muy pegado a otros. Nos bajamos y, con la llave, lo guiamos hasta estacionarlo. Lo mismo para sacarlo: lo arrancamos con la llave y lo sacamos para después subirnos.
Por dentro, la calidad de los materiales, el cuero, todo es acorde a un auto de este precio. La nueva pantalla de 10,25 pulgadas, sobre el panel frontal, ahora es táctil y puede comandarse por voz e incluso reconoce gestos de la mano. Podemos, por ejemplo, girar el dedo delante de ella en sentido horario para subir el volumen del audio. No es de gran utilidad, pero sí sorprendente.
Todos estos elementos de automatización y control no sólo prestigian al modelo, sino que nos muestran también lo que la marca es capaz de hacer. Quizás hoy un conductor no los utilice tanto en lo cotidiano, pero ya sabemos lo que son capaces de hacer estos autos, que en un futuro no muy lejano nos llevarán sin que tengamos siquiera que tocar el volante.
Otro elemento que vale la pena destacar es su sistema de sonido Diamond Surround de la marca inglesa Bowers & Wilkins. Con tweeters de diamante, un sonido sumamente brillante y una potencia de 1400 watts. Con la gran insonorización del habitáculo y este equipo, ninguna perturbación externa podrá sacar a los ocupantes de esta “burbuja” de 125 mil dólares.