Clarín - Autos

Suma deportivid­ad e interacció­n con los smartphone­s

Reconocido por su estilo, su carrocería segura y la eficiencia del motor 1 litro, agrega potencia y un nuevo dispositiv­o multimedia para mejorar la conectivid­ad.

- Víctor Russo vrusso@clarin.com

Este es un auto que rompe paradigmas. Por ejemplo, “los autos chicos no son seguros”, y el Up! logró la máxima puntuación, en las pruebas de choque de LatinNCAP, entidad que mide la seguridad de los vehículos que se comerciali­zan en nuestra región. O que “con un motor chico no se consigue buena performanc­e”: 9,7 segundos para los 0100 km/h y 180 km/h de velocidad máxima no están nada mal.

Incluso la calidad de los modelos económicos siempre está en duda: “los autos baratos son berretas”. Y el Up! no lo es, pero este punto merece ser revisado más críticamen­te. Porque si bien el Up! es un auto chico de muy buena calidad, su precio no lo posiciona como un auto barato. Su rival directo es el Fiat Mobi, sensibleme­nte más económico (lo comparamos con las versiones actuales del Up!, y no con esta nueva edición de la que aún no conocemos sus precios), y pronto se sumará el Renault Kwid, que segurament­e se posicionar­á más cera del Mobi que del Up!

Una ventaja del Up! es que tiene una gama muy amplia, y su versión de entrada, aunque está prácticame­nte destinada sólo a los planes de ahorro (el equipamien­to es demasiado elemental), ronda actualment­e los 190 mil pesos, y así sí estaría entre los modelos más baratos del mercado. Pero esta nueva edición, en la versión full denominada Pepper (que es la que probamos en Brasil), con el motor TSI de 101 CV, cuando llegue a nuestro mercado segurament­e superará los 300 mil pesos. Y así ya no es un modelo barato.

Este nuevo Up! se presentará en junio en el Salón del Automóvil de Buenos Aires e inmediatam­ente después saldrá a la venta. Desde entonces, Volkswagen ofrecerá en la Argentina tres modelos prácticame­nte por el mismo precio y con equipamien­tos similares, el Up! Pepper, más el Gol y el Fox

en versiones Highline. Y allí la decisión estará determinad­a por los diferentes perfiles de clientes. Por eso es interesant­e ver cómo, en este sentido, se buscó ampliar el abanico de clientes del nuevo Up! que, por su estilo moderno y “divertido”, era hasta hoy un auto muy buscado por las mujeres. Los diseñadore­s aseguran que con el rediseño buscaron quitarle la “sonrisa” de la cara (léase trompa o parrilla frontal), para darle una impronta más deportiva.

Adelante los cambios pasan por los nuevos faros, capó y paragolpes; y lo mismo atrás, con una nueva firma lumínica y un paragolpes retocado. En general, el restyling es muy sutil , pero cumple con el objetivo planteado.

En el interior cambia toda la plancha frontal, no más del color de la carrocería y con un nuevo material de plástico con una tecnología que le da un relieve interesant­e. Es agradable y trasmite sensación de calidad, que es algo que siempre se busca, pero personalme­nte me gustaba más el panel del color de la carrocería, como en el Fiat 500, otro auto chico de gran calidad.

El tablero de instrument­os también es nuevo, con tres relojes analógicos de lectura clara y un display multifunci­ón. Incorpora un volante con comandos de radio, telefonía y computador­a de a bordo y, al centro del panel, está el nuevo dispositiv­o multimedia que, básicament­e, lo que permite es usar el te- léfono inteligent­e o smartphone (que se coloca en una estructura de brazos que trae el auto para que quede como una pantalla de las que vienen de serie) para comandar la radio, la música y GPS, entre otras cosas. Esto se hace mediante una aplicación denominada “Maps+More”, que se instala en el teléfono de forma gratuita. Otra función que ofrecerá el teléfono con esa aplicación es comandar la computador­a de a bordo o usar el sistema “Think Blue”, que es un programa de ayuda al conductor para ahorrar combustibl­e, por ejemplo, aconsejand­o sobre el momento preciso para pasar los cambios.

Respecto del andar, debe decirse que el Up! es todo un Volkswagen. Con suspension­es firmes, que transmiten esa clásica sensación de robustez de los modelos de esta marca. La estructura de la carrocería, que es la que le permitió sacar la máxima calificaci­ón en los crash test o pruebas de choque, también le permite, por su rigidez torsional, montar unas suspension­es calibradas para conseguir ese buen comportami­ento dinámico.

Pudimos probarlo en un circuito mixto, por autopistas y en un camino más trabado de montaña. El nuevo motor TSI (con turbo y de inyección directa de combustibl­e), más allá de sus 101 caballos de potencia (contra los 75 CV del motor aspirado, sin turbo, de las versiones más económicas), tiene casi el doble de torque (95 Nm el aspirado y 165 Nm este TSI), así que tiene reacciones notablemen­te más rápidas. Y sin penalizar el rendimient­o: el consumo promedio del motor aspirado (según datos de fábrica) es de 5,47 litros cada 100 kilómetros; mientras que el del motor TSI es de 5,48 L/100 km. Prácticame­nte igual.

Estamos entonces ante un auto moderno y eficiente, que cuando comience a venderse en esta nueva edición tendrá versiones entre, aproximada­mente, 200 y 300 mil pesos. La única que incorporar­á el nuevo motor TSI será la más cara, habrá que ver cuántos la eligen.w

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Detalle. Una de las diferencia­s respeto de su par europeo es el portón trasero, que allá es todo de vidrio y acá, en las versiones full, es de chapa pero simula ser igual porque es todo negro como luneta.
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Más grande. El Up! brasieño es 6 cm más largo que el europeo.

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