Nuevo Citroën C3 automático
Manejamos esta versión que propicia una conducción más confortable.
En la Argentina se tardó más que en otros lugares del mundo en reconocer las bondades de las cajas automáticas. En los 70 y 80 casi no había; en los 90 comenzaron a ingresar tímidamente, pero siempre en vehículos de alta gama. Se fue popularizando y, ya en 2013, por ejemplo, el 4% de los automóviles que se vendían en la Argentina eran de caja automática. Hoy ese porcentaje subió al 13%. Y si bien entre los modelos más económicos, los chicos, ese porcentaje es menor, hoy ya el 9% de los autos del segmento B (el del Citroën C3, el Peugeot 208 o el Volkswagen Gol) se venden con este tipo de transmisión. Por eso Citroën no podía quedarse afuera y agregó versiones con la caja automática-secuencial de 6 marchas (la misma que usa el más lujoso C4 Lounge) para sus modelos C3 y C3 Aircross. Y no sólo en las versiones full, ya en el segundo nivel de equipamiento del C3 y en el primero del C3 Aircross, se ofrece una versión automática.
Pudimos manejar el Citroën C3 con esta caja y nos llevamos una muy grata impresión. Le queda muy bien a su motor 1.6 VTi (válvulas de admisión variable, según el régimen de rpm) de 115 caballos, que a partir de ahora es el único para toda la gama C3 (ya no más el de 90 CV que equipaban las versiones de entrada de gama).
Se mostró ágil, los pasos de marcha son rápidos, y la rumorosidad del motor no es excesiva. La caja tiene dos modos de funcionamiento, uno “Eco” y otro “Sport”: en el primer modo los cambios pasan más rápido (o sea, no deja que el motor suba mucho de revoluciones) para reducir el consumo de combustible y, en el modo deportivo, los pasos se demoran un poco más, se alarga el proceso de aceleración, y así se consigue una mejor performance. En este modo, por supuesto, se gasta algo más de nafta y el ruido del motor aumenta en el habitáculo. También, por supuesto, como en todas las cajas con modo secuencial, pueden pasarse lo cambios de modo manual. Así, por ejemplo, en un camino en bajada, podríamos dejar la caja en primera para usar el motor como freno. En el modo automático, los cambios pasarían solos y habría que pisar el freno para que no subiese demasiado la velocidad.
El C3 agregó algunos detalles de equipamiento en la versión Feel, la más económica que puede venir con caja automática, como el GPS incorporado en el sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas y los airbags laterales delanteros. Esto quiere decir que por 358 mil pesos se puede acceder a un modelo chico, automático, y con un muy buen nivel de equipamiento de confort y seguridad. Por supuesto, la versión tope de gama del C3 (Shine), también puede comprarse con caja automática, y con el agregado del tapizado cuero-tela, encendido automático de luces, sensor de lluvia, llantas de 16 pulgadas en lugar de 15 y algunos detalles estéticos, cuesta 386 mil pesos.w