Fachero, seguro y de gran comportamiento dinámico
Fue desarrollado en el Mercosur para competir con los SUV compactos. Tiene asistencias a la conducción inéditas en el segmento y un excelente desempeño.
Esta nueva edición del Citroën C4 Cactus cambia mucho respecto del anterior. Es otro concepto de vehículo. El Cactus anterior estaba a mitad de camino entre un hatchback 5 puertas normal y un SUV o un crossover. Era un auto con mucha “onda”, pero algo raro, y despertaba fuertes reacciones, tanto de admiración como de rechazo.
Esta nueva generación, que fue desarrollada en Brasil (y también fue a Europa para reemplazar al C4 Cactus anterior), va directo al hueso: ahora es un SUV hecho y derecho, el tipo de vehículo que conquista al mundo, y llega para competir en el segmento compacto, el que más creció y el más competitivo en toda nuestra región.
Que haya sido desarrollado por los equipos de diseño de Grupo PSA de América Latina, nos refiere de inmediato al vehículo que es líder en este segmento y que, incluso, lo “inventó”: el Ford EcoSport. El SUV compacto desarrollado por Ford en y para el Mercosur, trascendió nuestras fronteras y ya se comercializa en todo el mundo. Lo mismo que este nuevo Citroën C4 cactus “estilo Mercosur”.
Hablamos del diseño “particular” del C4 Cactus anterior, y si bien esta nueva edición se transformó en un SUV más convencional, su estilo no pierde la osadía que caracteriza a esta marca francesa. Pero no sólo es un auto fachero, también es un muy buen auto. Por ejemplo, incorpora asistencias a la conducción inéditas para este segmento, como el frenado automático de emergencia. Conduciendo de 5 km/h a 140 km/h, los sensores del vehículo activan el frenado automáticamente cuando se detecta un riesgo de colisión. La velocidad del vehículo no deberá exceder de 80 km/h cuando se detecte un vehícu-
lo parado y 60 km/h cuando sea un peatón. El sistema, entonces, evita choques o, si no, minimiza la gravedad del impacto cuando la colisión es inevitable.
También tiene un dispositivo de alerta de cambio involuntario de carril (cuando pasamos de carril en la ruta sin activar las luces de giro), porque el sistema estima que el conductor está distraído. Por eso, también lo advierte de que debe detenerse a descansar si las malas maniobras se reiteran.
Otra gran virtud de este Citroën C4 Cactus es su confort de marca. El diagrama de suspensiones es excelente, porque además de brindarnos el andar clásico de los autos de Citroën o Peugeot, se mostró muy estable en ruta y seguro en las curvas.
Por otro lado, para sacarlo fuera del asfalto también es muy apropiado, porque tiene un despeje generoso (22,5 centímetros desde el suelo hasta la parte más baja del chasis) y los ángulos de ataque y de salida (para afrontar un obstáculo inclinado o salir de él sin que toque la carrocería) son amplios: 22° adelante y 32° atrás.
También para terrenos alterados tiene un dispositivo llamado Grip Control, que mejora la adherencia del vehículo, optimizando la tracción en terrenos como arena, barro o nieve. Es posible dejar que el Grip Control funcione automáticamente, o el conductor puede elegir uno de los cinco modos mediante un comando en el panel frontal: Estándar, Nieve, Barro, Arena y ESP OFF (control de electrónico de estabilidad desactivado).
La versión tope de gama, denominada Shine, que cuesta 798 mil pesos, viene únicamente con caja automática de 6 marchas y con el motor naftero 1.6 THP (turbo de alta presión), con 165 CV de potencia y un torque de 240 Nm desde las 1.400 revoluciones por minuto. Este motor le da un poder de aceleración sorprendente y valores de consumo aceptables. En ruta, a 100 km/h, consume unos 6,5 litros de combustible cada 100 kilómetros y, en ciudad, cerca de 11 litros cada 100.
Las otras versiones (el más económico cuesta 609 mil pesos) vienen con el motor naftero 1.6 de 115 CV y opciones manuales o automáticas.