AUTOS VOLADORES
Lo que parecía una idea de ciencia ficción, finalmente llegará. Probablemente no sean exactamente los vehículos que el cine plasmó, con autos que de pronto levantan vuelo en el medio de un vecindario, pero la industria está acelerando el desarrollo de traslados cortos por el aire.
Ya no se trata solo de iniciativas de emprendedores soñadores o de start ups vanguardistas, sino que son las grandes empresas y hasta gobiernos los que empiezan a apostar por los traslados aéreos.
En Japón, por ejemplo, se anunció un comité público-privado formado por una veintena de compañías y los ministerios de Economía y Transporte, que acordó un plan de negocio que comenzará ya este año con pruebas de vuelo a escala nacional y que terminará en 2030, con el uso extendido de este transporte en todas las áreas.
El modelo que visualiza el gobierno nipón incluye automóviles voladores eléctricos, autónomos, con despegue y aterrizaje vertical, y comercializados exclusivamente como servicio público.
Se los vislumbra como una especie drone gigante, que inicialmente tendrán un piloto al mando pero con el objetivo de alcanzar la automatización total. Es por eso que será muy poco probable que un usuario particular puede adquirir alguno, no solo por la cantidad de requisitos necesarios para poder operarlo, sino también por su costo.