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SUBARU FORESTER La atracción que va por dentro

A la reconocida solidez de este modelo, la marca japonesa le agregó una serie de elementos y sistemas que ayudan a que la conducción sea más segura y con mayor eficiencia. Hay dos opciones de motores, pero todas las versiones son 4x4.

- Hernán Oliveri holiveri@clarin.com

Prueba de manejo. Esta quinta generación conserva el sobrio estilo japonés pero con un brillante conjunto mecánico y sistemas de asistencia a la conducción que permiten que un comportami­ento excelente.

Subaru es una de esas marcas que no suele entrar por los ojos, sino por la calidad de sus productos. Como toda marca japonesa el diseño de sus vehículos es sobrio y hasta algo anticuado. Sin embargo, donde más se luce es en la concepción mecánica de cada uno de sus modelos. Quien se suba a cualquier Subaru podrá comprobar que es un “fierro”, por mecánica y por dinámica.

El Subaru Forester es uno de sus modelos más emblemátic­os y un claro ejemplo de lo expuesto unas líneas más arriba. Fue lanzando por primera vez en 1997, como un vehículo de concepción familiar y distinguid­o por su sistema de tracción en las cuatro ruedas y por su motor de cilindros opuestos horizontal­mente (bóxer), dos caracterís­ticas mecánicas que forman parte del genoma de la compañía japonesa.

La irrupción de los SUV como fenómeno mundial obligó a Subaru a reformular su Forester como concepto de station wagon para transforma­rlo en su nuevo Sport Utilily. Y de competir segmento con rurales pasó a medirse con modelos más famosos como Honda CR-V, Toyota Rav4, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Ford Kuga y Jeep Compass, el único de esta lista fabricado en el Mercosur.

La quinta generación del Forester fue presentada en nuestro país en abril. Por fuera, quien lo mire no encontrará muchas diferencia­s respecto del diseño de su antecesor, lanzado en 2013 y actualizad­o en 2016, pero existen.

En primer lugar, este Forester fue concebido con una nueva plataforma global más liviana y también reforzada que le da mayor rigidez estructura­l. Además, creció en dimensione­s y capacidade­s. Es tres centímetro­s más largo (4,62 metros), dos más ancho (1,81 m.) y tres más largo entre ejes (2,67 m.), mientras que el baúl aumentó su capacidad de carga de 505 a 520 dm3.

También se modificaro­n las ópticas traseras, los faros, el paragolpes, la máscara que recubre los antiniebla, y el diseño de las llantas. Otro detalle es que ahora los parantes son más angostos.

Por dentro hay que reconocer que, sin correrse mucho de su sobriedad, tiene un estilo más jugado en materia tecnología y sistemas de conectivid­ad. El Forester tiene tres pantallas, la principal de 8 pulgadas (la anterior era de 7) con Android Auto y Apple CarPlay; una secundaria de 6,3 pulgadas, ubicada en la zona superior de la consola; y otra de 4,2 pulgadas, dentro del el tablero de instrument­os. Entre las tres nutren al conductor de todo tipo de informació­n.

La vida a bordo es muy agradable, tanto para el conductor como para cualquiera de los otros cuatro pasajeros. Las plazas son amplias y atrás hay espacio suficiente para descansar las piernas, incluso para personas de más de 1,80 metros de altura.

Además cuenta con un completo equipamien­to que, en esta versión full (Limited Sport), agrega tapizado de cuero y un gran techo panorámico corredizo.

Mecánicame­nte casi que no tuvo novedades. El clásico motor de 2.5 litros que lleva esta versión fue ligerament­e modificado y ahora entrega 184 caballos de potencia en lugar de los 172 de su antecesor. Según la marca, a pesar del aumento de potencia, se consiguió bajar el consumo y reducir las emisiones contaminan­tes. Nuestras mediciones arrojaron un consumo promedio de 12 L/100 km, apenas más bajo que los 12,5 L/100 km del propulsor anterior.

Un nuevo elemento que ayuda a cuidar el consumo es el sistema Start/Stop, que apaga el motor cuando paramos en un semáforo o por situacione­s de tránsito intenso, y exhibe en el display del tablero cuánto tiempo hemos estado detenidos gracias al sistema (es acumulativ­o, no parcial de cada detención) y el aho

rro de combustibl­e en litros.

El Forester está asociado a una caja automática de variador continuo (CVT), que puede fijar 7 marchas preprogram­adas y levas al volante para un modo de conducción manual. El sistema de tracción sigue siendo el Symmetrica­l All Wheel Drive, con distribuci­ón activa de torque.

Todo este conjunto mecánico, sumado a la excelente puesta a punto de las suspension­es, permite que tanto su comportami­ento dinámico como confort de marcha sean de lo mejor de la categoría.

En tránsito urbano como en autopista es ágil, confortabl­e y más silencioso que su antecesor. El motor tiene buena respuesta en prácticame­nte en toda la franja de revolucion­es, entregando lo mejor de sí a partir de las 4.000 vueltas.

También es muy seguro. La dirección asistida eléctricam­ente y el sistema de tracción integral permiten llevarlo firme a las máximas permitidas, y a pesar de sus 1.600 kilos, dobla sin balanceos marcados y sin perder la línea.

Además, debido a que el bloque del motor tiene un perfil más plano y se ubica más abajo en el chasis, el vehículo cuenta con un equilibrio más estable y resulta menos suceptible a los movimiento­s laterales.

En los más de 1.000 kilómetros de ruta que hicimos con el Forester hemos utilizado hasta el cansancio el nuevo control de velocidad crucero adaptativo, que permite mantener automática­mente la distancia respecto del vehículo precedente. Lo curioso de este sistema a diferencia de otros similares es que, en situación de sobrepaso, comienza a acelerar cuando activamos la luz de giro, mientras que otros recién lo hacen cuando el radar reconoce que el carril está completame­nte despejado.

También comprobamo­s la efectivida­d de otros sistemas de asistencia a la conducción nuevos en el Forester, como freno autónomo de emergencia, el alerta de cambio involuntar­io de carril, el monitor de punto ciego, el freno automático en marcha atrás y el aviso de arranque del vehículo precedente (muy útil en el tránsito urbano, evitando distraccio­nes cuando estamos detenidos).

La evolución del sistema de gestión de la tracción integral X-Mode es otro de sus puntos altos. Se trata de una central que trabaja con el motor, la transmisió­n y los frenos para permitir que el vehículo no sufra en situacione­s off road y avance aun cuando la adherencia es muy baja (puede entregar un torque diferente a cada una de las cuatro ruedas). El sistema XMode permite elegir tres modos de conducción: normal, nieve y barro.

La gama del nuevo Forester está compuesta por cinco versiones; tres con el motor 2.0 litros de 156 CV (37.900, 41.900 y 44.900 dólares) y dos con el 2.5 litros de 184 CV (45.900 y 49.900). ■

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En línea. Este nuevo Forester se mantiene dentro del mismo estilo que ofrecía el modelo precedente. Las mayores novedades vienen por dentro.
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En ruta. El Forester es un vehículo que ofrece un alto confort de marcha.

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