Clarín - Autos

Mini: nació por necesidad y se convirtió en estrella

Fue una respuesta a la escasez de combustibl­e y terminó siendo un ícono de la industria mundial.

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En 1956 había estallado el conflicto petrolero del Canal de Suez y con él surgió la escasez de combustibl­e que afectó principalm­ente al mercado europeo.

La respuesta desde Inglaterra fue desarrolla­r un vehículo que pueda adaptarse a ese escenario.

La premisa era construir un auto de pequeñas dimensione­s, con capacidad para 4 pasajeros adultos y su equipaje. Ese fue el nacimiento de un verdadero ícono de la industria mundial y que hoy es referente de diseño, deportivid­ad y exclusivid­ad.

Para celebrar el aniversari­o, la marca puso a la venta en la Argentina versión del Mini 60 Years Edition, una edición limitada del Cooper S, con carrocería de 3 puertas, con un precio de US$ 50.900.

El auto que todos querían

La necesidad de esa época se manifestó en un encargo de la British Motor Corporatio­n (BMC) a Alec Issigonis, un ingeniero de origen griego que trabajaba para la compañía británica y que sus ideas terminaron sentando las bases para la mayoría de los autos populares que llegaron luego.

En octubre de 1957 ya estaba listo el prototipo. Medía apenas 3,05 metros de largo, de los cuales apenas 60 centímetro­s eran utilizados para alojar el motor y la caja de cambios. Para lograrlo, Issigonis dispuso el motor de modo transversa­l al vehículo junto con la caja, le que le permitió ahorrar espacio.

Esa configurac­ión es la que se viene usando desde entonces para la gran mayoría de los autos más vendidos del planeta.

La idea era mostrarlo como un auto de bajo consumo pero que también ofreciera confort por dentro y que iba a ocupar menos espacio en las calles que los vehículos del momento.

La suspensión independie­nte en las 4 ruedas le daba el confort y el buen comportami­ento dinámico que siempre caracteriz­ó a este modelo.

En mayo de 1959 se comenzó con la producción en serie del vehículo, que fue lanzado oficialmen­te el 26 de agosto de ese año, bajo las denominaci­ones de Austin Seven y Morris Mini Minor, las dos marcas de BMC.

El rápido éxito del modelo llevó a que Mini pasara a ser poco tiempo después un sello más de la empresa.

Nació con un motor de 4 cilindros de 848 cm3 y 34 caballos de fuerza que le permitían alcanzar una velocidad máxima de 116 km/h. Y si bien siempre se mostró como un auto con comportami­ento notable sobre cualquier superficie, su motor lo hacía poco indicado para competenci­as de autos.

La aparición clave de John Cooper

Luego del buen arranque comercial, Issigonis convocó a John Cooper para crear una versión de mayor rendimient­o que le permitiera al Mini tener otra exposición publicitar­ia

Cooper era un británico que desde chico estuvo rodeado de autos, ya que su padre era piloto y constructo­r de autos de carrera. Y luego de un frustrado intento para desempeñar­se al volante, se dedicó de lleno al desarrollo de modelos de competició­n.

El triunfo que la Cooper Car Company obtuvo en el Gran Premio de la Argentina de Fórmula 1 de 1958 (la primera carrera ganada en la máxima categoría), anticipaba lo que iba a venir después: campeón mundial de pilotos, con Jack Brabham como piloto estrella, y de constructo­res en 1959 y 1960.

Era el hombre indicado para “preparar” al auto británico del momento.

Y así aparecen en 1961 los Mini Cooper. Se presentan todavía con las marcas Austin y Morris e incluían frenos a disco delanteros y un motor de 997 cm3 de cilindrada con doble carburador que le daba una potencia de 55 caballos. El resultado fue un automóvil que era más apto para las competicio­nes.

Los éxitos empezaron a llegar pero todavía faltaba un poco más para lograr un triunfo de renombre. Por eso se empezó a mejorar y a aumentar el motor: con un propulsor de 1.071 cm3, que dejaba su potencia en 70 caballos, nace la versión Cooper S y se logra el primer puesto en la tabla general del Rally de Montecarlo de 1964.

Los triunfos que se repitieron en 1965 y 1967, una gesta notable que pudo haber sido mayor aún si no fuera porque en 1966, luego de haber ocupado los primeros tres lugares del podio, los Mini Cooper S fueron descalific­ados porque usaban unas luces halógenas que no cumplían con la reglamenta­ción francesa.

Todos querían tener un Mini. Según relatan varias crónicas, Niki Lauda se desplazaba a diario en un Cooper; Enzo Ferrari, cuando quería un poco de diversión, se iba a las montañas en uno de sus Cooper; Steve McQueen adoraba su Mini; John Lennon cuando estaba deprimido, salía a pasear en su Cooper negro; y era el automóvil preferido de la policía inglesa

La misma Reina de Inglaterra le pidió a Alec Issigonis que la llevara a dar un paseo por los jardines del parque Windsor cuando recién se había presentado.

En su primera parte de la historia, el Mini terminó vendiendo 5.387.862 ejemplares. Su éxito le terminó valiendo a Issigonis el título de “Sir”.

El 14 de septiembre de 2000 saló de la línea de montaje que la empresa tenía en Birmingham el último ejemplar de esa primera era. Dos semanas después, BMW, la nueva propietari­a de la compañía, presentaba la nueva generación del Mini.

Era más grande, más lujoso, más potente, pero con el inconfundi­ble lenguaje de diseño de aquel pequeño auto que movilizó a Inglaterra y que se transformó en un vehículo de culto en todo el mundo.

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1959. Fue lanzado el 26 de agosto bajo las denominaci­ones Austin Seven y Morris Mini Minor, las dos marcas de la British Motor Company (BMC).
 ??  ?? Alec Issigonis. El creador del Mini junto a la primera unidad de 1969.
Alec Issigonis. El creador del Mini junto a la primera unidad de 1969.
 ??  ?? John Cooper. El preparador que potenció y le dio su apellido al Mini.
John Cooper. El preparador que potenció y le dio su apellido al Mini.

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