Una gran fórmula para combinar trabajo y confort
A su reconocida robustez que demostró a través de los años, esta nueva generación ofrece más confort y seguridad que nunca, con una configuración de cuatro puertas que la hace más práctica. Buen rendimiento del nuevo motor de 99 CV.
No se puede decir que la Fiat Strada “inventó” un segmento cuando apareció hace más de 20 años. De hecho, hay pickups chicas de la marca italiana, de décadas previas, que se destacaron en nuestro mercado.
Pero sí se puede afirmar que se trata de un referente en su categoría, con una evolución que le ha permitido ir ganando cada vez más aptitudes tanto como vehículo de trabajo como uno de uso familiar para todos los días.
Hacia esas dos direcciones, aparentemente opuestas, apunta la nueva generación de esta camioneta chica que se distingue del resto por su variedad de oferta.
Este nuevo modelo se construye sobre la misma plataforma que utilizan otros modelos de la marca italiana. Es fácil reconocerla como una Fiat incluso si tuviera cubiertos sus logos. Más de alguno que se cruzó con la unidad que probó la consideró una “mini Toro”, en relación a la otra pickup que vende la compañía.
Y aunque hay claros trazos que la emparentan, las novedades en la Strada pasa por dos lados, uno bien visual al que habrá que acostumbrarse y otro que tiene que ver con la funcionalidad y el uso.
El primero es una referencia al logo que luce este modelo, con la siglas Fiat en letras bien grandes, tanto adelante como atrás. Además, agrega un pequeño emblema con los colores de la bandera italiana. Estos dos elementos se empezarán a ver en los próximos lanzamientos de la marca. Incluso en el Cronos que se fabrica en Córdoba.
Pero el otro aspecto es más importante, ya que tiene que ver con los tipos de cabinas que están disponibles desde esta generación. A lo que normalmente se le llama cabina simple, en la nueva Strada sería una cabina y media, con espacio detrás de los asientos para dejar algunos elementos.
Y desde ahora sí tiene una verdadera opción de doble cabina con cuatro puertas, lo que la hace bastante más cómoda y práctica.
Había sido la Strada también la que incorporó una doble cabina con la generación anterior, pero en aquel caso el ingreso a las plazas traseras se hacía gracias a una tercera puerta que solo se podía abrir si primero se abría la del acompañante. Una solución a mitad de camino que no era del todo cómoda.
Con la nueva configuración, esta camioneta chica adquiere mayor atractivo para aquellas personas buscan un vehículo mixto que les permita combinar trabajo con familia.
Las puertas traseras no son muy grandes pero sí cuentan con un ángulo de apertura muy generoso (80°), lo que facilita en ingreso. Sin embargo, cualquier persona de más de 1,80 metros de largo, deberá viajar con las piernas abiertas para lograr una pos
Clarín
tura relativamente cómoda. Dos pasajeros así anulan la posibilidad de que alguien viaje en la plaza central.
La posición de manejo es cómoda a pesar de que la columna de dirección no se regula en profundidad. La butaca del conductor sí se regula en altura pero incluso en su posición más baja, termina dando una postura de manejo alta.
La capacidad de carga máxima de esta variante doble cabina es de 650 kilos, lo mismo que la generación anterior. Pero en donde sí gana mucho es en la capacidad volumétrica, que ahora es de 844 litros contra los 640 del vehículo precedente.
Toda la gama viene equipada con un protector de la caja de carga que incluye ganchos de sujeción. A su vez, las versiones más equipadas (Freedom y Volcano) traen una lona que cubre la caja.
Las dimensiones del área de carga son las esperables para un vehículo de este tipo con un ancho mínimo de 1.059 mm (el máximo es de 1.310 mm) y un largo de 1.015 mm. Pero no cabe un palet en la versión doble cabina; esa capacidad solo la da cabina simple. La tapa de la caja de carga está preparada para soportar hasta 400 kilos.
Para esta renovación de la Fiat Strada se optó por ofrecer dos motores nafteros. Por el momento no está prevista la incorporación de alguna variante diesel. Uno de los propulsores disponibles es el ya conocido 1.4 litros de 85 caballos de fuerza, con caja manual de 5 velocidades.
La novedad fuerte la trae el 1.3 litros de 99 caballos, que también se combina con una transmisión manual de 5 velocidades. Este propulsor, que también lo lleva el Argo, solo está disponible en la versión Volcano, la más equipada de toda la gama.
Se trata de un conjunto mecánico que si bien saca a relucir lo mejor de su energía a partir de las 4.000 rpm, responde muy bien en las marchas bajas gracias a una relación más pensada para poder mover carga sin problema. Por eso en cuarta y quinta marcha hay que llevar el motor “alegre” para tener una reacción enérgica. Aunque lo recomendable será bajar una marcha si uno está por realizar un adelantamiento.
El otro dato destacado de este grupo mecánico es su bajo consumo, ya que redondea unos buenos 8 L/100 km en un uso mixto. Una cadena de distribución en lugar de correa es otro dato a tener presente al hacer las cuentas por el costo de mantenimiento.
Las suspensiones de esta “camionetita” están pensadas para combinar distintos ámbitos y usos, ya que ejemplares de este tipo se ven tanto en la ciudad como en el campo. Por eso al conducirla se advierte una suspensión más bien firme, que la da algo de rebote al tren trasero en superficies desparejas si no se viaja con carga, pero que no compromete el confort ni la seguridad de marcha.
La versión Volcano viene equipada