La camioneta que parece no tener límites
Su motor naftero V6 de 3.0 litros y 397 caballos de fuerza ofrece un empuje extraordinario y se combina a la perfección con una caja automática de 10 velocidades. La puesta a punto de su chasis le permite ir por cualquier lugar.
En el 99% de los casos la evolución de un modelo es claramente mejor al vehículo que reemplaza. Ahora bien, ¿ese incremento puede crecer tanto como para llegar a duplicar lo que se ofrecía antes? La nueva Ford Ranger Raptor plantea ese nivel de transformación.
Esta súper camioneta fue presentada por el momento a modo de anticipo, ya que su comercialización dará inicio a partir de marzo por medio de una preventa (allí se conocerá su precio de mercado), para recién en mayo estar disponible en los concesionarios oficiales.
En Clarín ya la pusimos a prueba la exigimos tanto como pudimos.
Spoiler alert: la sensación es que no encontramos el límite de su rendimiento.
Esta nueva generación de la Raptor llegará importada de Tailandia, desde donde se la fabrica para todo el mundo, y lo hace unos meses antes de que Ford Argentina comience a producir las versiones convencionales en su planta de General Pacheco, luego de una inversión de 530 millones de dóalres para modernizar la fábrica y adaptar la nueva plataforma y los nuevos procesos productivos que requiere esta pickup.
El estreno de la nueva generación de la Ranger en nuestro país se da, entonces, con la versión más potente y bestial que tendrá su gama.Que es, a su vez, la camioneta mediana más poderosa y radical que se pueda encontrar en todo el planeta.
Hay que entender a este modelo como un vehículo recreacional y no como uno de trabajo, a pesar de ser una pcikup. Es como querer comparar un auto para todos los días con una Ferrari. Y no hay ninguna exageración en esto, ya que esto es el equivalente a una Ferrari pero con forma de chata.
La Ranger Raptor anterior, que llegó al país en 2019, estableció un nuevo estándar en materia de comportamiento de suspensiones y respuesta del chasis para una camioneta mediana. Pero se quedaba “corta” de motor: su turbodiesel biturbo de 4 cilindros y 213 caballos era muy bueno pero se esperaba más (mucho más) para una camioneta con ese potencial dinámico.
Para esta edición, Ford Performance, la división de vehículos deportivos y de competición de la marca del óvalo, encargada del desarrollo de este modelo, no se guardó nada y le puso un motor naftero biturbo de 6 cilindros en V que entrega una potencia de 397 caballos de fuerza. Es decir, casi el doble que la versión anterior.
Mantiene una caja automática de 10 velocidades y un nuevo sistema de tracción que amplía las funciones del anterior: ahora además de tracción simple (2H), doble tracción de alta (4H) y doble tracción de baja (4L) ofrece un sistema de tracción integral au
tomático bajo demanda (4A). Conserva el bloqueo de diferenciales trasero y delantero y los neumáticos tienen la misma medida que antes (BF Goodrich All-Terrain 285/70 R 17).
Antes, una breve referencia del interior, ya que resulta importante porque anticipa un buena medida la próxima Ranger nacional. Lo primero que hay que decir es que ofrece más amplitud que el modelo anterior. Si bien el marco de la cabina es heredada del vehícilo precedente, en Ford se las arreglaron para brindar mayor espacio que antes. Atrás, por ejemplo, una persona de más de 1,80 metros de altura ni siquiera roza las rodillas con el respaldo delantero, por más que allí vaya alguien de igual contextura.
El rendimiento que entrega esta nueva Ranger Raptor crece de manera exponencial respecto del modelo anterior. Y con eso, esta chata establece nuevos parámetros para una camioneta mediana. Nunca antes hubo una pickup fabricada en serie de esta categoría con un motor tan potente y una capacidad tan avsalladora para moverse fuera del asfalto. Escribe nuevas reglas. Para comprobarlo nos metimos en una cantera.
La respuesta del motor es monstruosa, sin baches pero con un momento de gloria que arranca a partir de los 3.500 rpm. A partir de ahí, las casi 2,5 toneladas de peso de esta chata se hacen más livianas. La Raptor acelerá mucho, se mueve muy rápido y gana velocidad con una facilidad asombrosa.
El sonido llega al habitáculo y es el primer generador de sonrisas. El nivel de esa “música” se puede graduar, desde silencioso hasta “Baja”. Y si bien en esta última opción pega fuertes alaridos, parece estar bastante contenido respecto del poderío del motor. De hecho, anda mucho más que lo que suena.
Si bien es en el rango medio de revoluciones donde se siente más predispuesto a empujar, este V6 no muestra ningún esfuerzo en bajar de repente y volver a recuperar rápidamente la forma.
La caja de cambios opera rapidísimo y, en general, siempre toma la mejor decisión para selecionar una marcha. Las distintas opciones de manejo ajustan la dirección, la transmisión y el motor para dar lo mejor en cada situación.
Circular a gran velocida por un terreno irregular nunca fue tan fácil. La Ranger Raptor anterior tenía la capacidad pero no la velocidad. Esta, en cambio, es una topadora que puede viajar a más de 80 km/h en una superficie literalmente rota teniendo control absoluto del vehículo.
Con tanto poder sobre el pie derecho hay que ir encontrando los límites de a poco. En el modo de manejo Baja, diseñado para ir rápido fuera del asfalto, se puede optar por frenar mucho antes de entrar a una curva y pisar el acelerador antes de salir o ir “manejando” con el pie derecho, ahora hay poder de sobra para eso.
El comportamiento del chasis es magistral. Mantiene unos amortiguadores Fox de 2.5 pulgadas que fueron mejorados. Según el fabricante, ahora son capaces de ajustar la compresión hasta 500 veces por segundo. Reconocen, por ejemplo, que si la extensión de la suspensión llegó a su límite es porque la Raptor “está volando”. Entonces se prepara para aterrizar. Y lo hace como cuando un 747 posa su tren de aterrizaje sobre la pista: adentro no se siente nada. No hay golpe al bajar ni hay rebote. El funcionamiento es irreprochable.
Las sensaciones que transmite son únicas. Porque si bien una F-150 Raptor es más potente (456 CV) es también casi 230 kilos más pesada y más grande. Cada curva o cada salto, los fuimos haciendo cada vez un poco más rápido. Tratando de entender cuándo se empezaba a incomodar. No hubo caso. Nuestra cordura fue más que el poderío de esta pcikup. ■