Cuánto costaría un Tesla en Argentina
El encuentro del fin de semana entre Javier Milei y Elon Musk, en la Gigafactory que tiene Tesla en Texas, volvió a generar rumores acerca de las posibilidades de que la marca de autos eléctricos más famosa del mundo pueda llegar al mercado argentino.
Por el momento, solo hay dos países de Latinoamérica que tienen presencia oficial de Tesla: México y Chile, este último, con un reciente desembarco que involucró presencia argentina. El resto, solo tiene importadores particulares, incluso Brasil y Uruguay.
Establecer directamente cuánto puede costar un Tesla en Argentina puede resultar una tarea que no sea 100% precisa. La cantidad de impuestos que entran en juego, los aranceles de importación, valores de flete y márgenes de rentabilidad pueden mover mucho la aguja.
Otro detalle clave es el “valor de las cosas”. Es decir, más allá del costo industrial de un producto, algunas marcas tiene un valor agregado intangible que trabaja en función del deseo de los usuarios de querer tenerlo.
Por lo que representa Tesla, una empresa vanguardista y de evolución tecnológica constante y sin ningún tipo de freno, ese valor de marca es considerado por muchos como uno de sus mayores atributos, más allá del producto en sí.
Tesla no necesita realizar la transformación que está viviendo la industria, la más profunda y grande de toda su historia en materia de electrificación de gamas, automatización y de conectividad. Tesla nació fabricando autos eléctricos y es la una de las empresas que cuenta con la tecnología más avanzada en materia de sistemas de conducción semi autónoma.
Pero lo que también hay que destacar es que Tesla hace prácticamente todo de otra manera a la que manda el manual de instrucciones de la industria automotriz. Desde poner en el mercado sistemas que van evolucionando a medida que los usuarios los van usando hasta vender sus vehículos de una manera muy poco tradicional, sin la intervención de concesionarios.
La gama de Tesla hoy se compone de cinco vehículos: dos medianos (Model 3 y el SUV Model Y); dos grandes (Model S y el SUV Model X); y la pickup Cybertruck.
Lo primero que hay que entender es que un Tesla, para desembarcar en el país, deberá llegar de algún lugar con los que Argentina no tiene convenio de libre comercio. Hoy Tesla fabrica en los Estados Unidos, Alemania y China. Por lo tanto, debería cargarse con un 35% de arancel de importación.
Un mejor escenario sería la posible planta que Tesla puede abrir en México, país con el que sí hay un acuerdo. En marzo pasado, el fabricante de automóviles eléctricos anunció planes para construir una nueva fábrica en el estado de Nuevo León, que el gobierno estatal estimó que costaría más de 5.000 millones de dólares. Pero por el momento eso está frenado.
Como contra, actualmente se encuentra suspendido el beneficio que tenían hasta el año pasado los modelos electrificados, como un incentivo para impulsar su consumo. Ese privilegio le permitía reducir a 2% el arancel de importación para autos eléctricos, aunque el vehículo provenga de mercados sin acuerdo.
Al tener que llegar de cualquier mercado “extra zona”, el arancel de importación dispararía a cualquier vehículo Tesla a estar alcanzado por el impuesto interno conocido como “impuesto al lujo”. Y lo haría caer en su segunda escala.
Se trata de la más gravosa, que golpea con una alicuota del 35%, pero como se aplica antes de otros impuestos impacta con un 50% en el precio de venta al público. A eso hay que sumarle IVA (21%), Impuesto País (17,5%) e Ingresos Brutos (2%), entre otros. Es decir que la carga impositiva podría estar por encima del 70%.
Si se tiene en cuenta que en nuestro país un Nissan Leaf cuesta unos 110.000 dólares, un Model 3, que en los Estados Unidos arranca en 40.000 dólares (unos 12 mil más que un Nissan Leaf en ese mercado), aquí no debería bajar de los 125.000 dólares. ■*