Cuánto cuesta construir la pileta para el verano 2021
Un modelo de 8 x 4 m cotiza entre $ 800 mil y un millón de pesos. En promedio, la obra demanda un mes.
La incertidumbre que surge al observar que no habrá grandes viajes al programar las vacaciones de verano como consecuencia de la pandemia de coronavirus ha generado algunos cambios. Muchas personas han decidido sumar o renovar el equipamiento de la casa para disfrutar de un mayor confort y bienestar. En esta tendencia, tanto la construcción como la refacción de las piscinas se ubican en los primeros lugares.
La demanda es tan grande que mientras algunos pileteros arman lista de espera, otros dan turnos para febrero de 2021.
Además, este año la temporada se adelantó a agosto. “El caudal de trabajo que habitualmente recibíamos en septiembre se concentró en agosto y en niveles que hacía mucho tiempo que no teníamos”, asegura Mario Patetta, titular de Arqypiletas.
La demanda incluye desde la construcción a nuevo hasta tareas de acondicionamiento como pintura y cambio de venecitas, o reparación de pequeños problemas como fisuras.
En cuanto a los costos, en relación a las características de la pileta y del equipamiento, rondan entre los $800 mil y el $ 1 millón. Estas cifras valen para un modelo estándar de 8 x 4 m, con construcción monolítica de hormigón armado e incluye el sistema hidráulico (bomba y filtro automatizado de calidad premium), borde perimetral atérmico y antideslizante y pintura.
Con valores adicionales se pueden sumar detalles como iluminación, otro tipo de revestimientos, climatización y equipos de wellness.
En tiempos de obra se requiere entre 15 y 20 días hábiles. “En un mes está terminada y con agua”, dice Patetta.
En cuanto a los diseños más solicitados, Juan Manuel Selvas, director de Selvas Natatorios, comenta que “la tendencia sigue siendo la misma de los últimos años: líneas rectas, con playa o solarium húmedo, y bordes también rectos y lisos”.
Ahora las piscinas pueden pintarse de verde y hasta de rojo ya que se juega un poco más con los colores. “Antes la piscina era azul, hoy existen variantes y la gente se anima a innovar sumando otros tonos”, agrega.
Si se trata de las refacciones, los precios son otros: pintar la pileta cuesta $ 4.500 el m2 ; y cambiar las venecitas, $ 6 mil el m2.
La alta y repentina demanda ha generado algunos faltantes. Martín Ianniruberto, de Piscinas Santa Clara, comenta que “faltan insumos como pinturas para renovar el solarium, filtros, bombas, accesorios para empotrar, mangueras, luminarias, pisos atérmicos y venecitas”.
“La escasez se produce, por un lado, por la alta demanda y por otro, por las posibilidades de trabajo limitadas que tienen las empresas dado que hay un porcentaje de empleados enfermos de Covid”, dice. En tanto, en químicos no se registran faltantes.
La cuarentena y la necesidad de optimizar los tiempos hicieron que la metodología de trabajo también cambiara. Tanto para realizar refacciones como para construir la pileta ya no se realizan visitas a domicilio. “Trabajamos con el cliente, que manda fotos, videos, detalla lo que quiere, menciona la ubicación, las características del terreno y a partir de ahí hacemos un presupuesto y evaluamos los tiempos de obra”, describe Ianniruberto. Y agrega que “la gente bajó las exigencias porque quiere la pileta para el verano”.
La piscina ha pasado a formar parte de la casa y en muchos casos es una continuidad de la galería y el estar. Antes se la construía en el fondo o a un lado de la casa , pero hoy es un elemento más de la arquitectura y el diseño de la vivienda.