Las tendencias en el hogar que generó la pandemia
Compresión del espacio privado, revalorización de la naturaleza y creación de espacios de sanitización.
La pandemia ha generado tranformaciones en el uso del espacio tanto público como privado. Muchos hábitos culturales y de consumo que ya estaban presentes se potenciaron en este nuevo contexto y también surgieron nuevas necesidades en relación a consumir, habitar y gestionar los espacios.
Teniendo en cuenta estos aspectos, los especialistas de Youniversal, consultora regional especializada en investigación y tendencias, analizaron cómo distintos perfiles vivieron el confinamiento y cómo modificaron el uso del espacio privado. El estudio incluyó 60 entrevistas virtuales de personas que residen en distintos barrios de CABA.
El resultado de la investigación identificó claramente tres tendencias: Compresión del espacio privado, Búsqueda del aire libre y la revalorización de la naturaleza y Creación de espacios de sanitización.
Se observa un fuerte incremento en las tareas en el hogar entre quienes tuvieron el privilegio de poder virtualizar su trabajo y la educación de sus hijos. Los distintos horarios implicaron una reorganización de los tiempos de las familias y negociaciones constantes respecto del uso de los distintos sectores de la casa.
“Vemos la resignificación y reapropiación de espacios como lavaderos, cocinas, rincones y hasta placares, que temporalmente se transforman en aulas y oficinas”, explica Ximena Díaz Alarcón. La cofundadora y directora de Contenidos de la consultora agrega que la privacidad “es tan necesaria como el aislamiento del sonido y la buena conectividad, que se han convertido en necesidades básicas en esta reutilización espacial”.
Como compensación frente al encierro, los entrevistados señalaron la búsqueda activa de espacios de conexión con el aire libre y con la naturaleza. De esta forma, los balcones, terrazas y jardines se transformaron en sinónimo de comunicación con el exterior y con lo natural.
Otra de las expresiones de esta tendencia fue la de armar desde pequeñas huertas urbanas hasta plantar hierbas en macetas. Más allá del beneficio de contar con productos frescos disponibles y el consiguiente ahorro en compras, en la pandemia esta actividad parece haberse transformado en un pasatiempo que permite desconectar del exceso de pantalla.
También se observa un movimiento inmobiliario que procura obtener tanto espacios verdes como calidad de vida, pero siempre sumando conectividad para poder seguir con el trabajo y educación en forma remota.
Por último, en el estudio se menciona que los pasillos, escaleras e ingresos a las viviendas se han transformado en “estaciones de limpieza” de los productos y elementos que ingresen desde el exterior.
La mayoría de los entrevistados optó por crear un “espacio seguro” que permite realizar la desinfección con el uso de agentes de limpieza, de una madera práctica.