En Montevideo, diseño en armonía con el medioambiente
Se acaba de lanzar la preventa de Médano El Pinar, un proyecto que tiene un significado especial por ser el último diseño del arquitecto Rafael Viñoly.
Desde hace unos años, Uruguay se ha convertido en un imán para el desarrollo de proyectos inmobiliarios. Punta del Este y Montevideo son ejemplos de esta tendencia que sigue creciendo.
Entre las novedades en Montevideo se encuentra Médano El Pinar, un proyecto que tiene un significado especial por ser el último diseño del reconocido arquitecto Rafael Viñoly, que falleció el 2 de marzo de este año.
Su hijo Román, a través de la desarrolladora Integrated Developments, asumió el compromiso de hacer realidad este proyecto que formará parte del legado arquitectónico compuesto por más de 600 obras alrededor del mundo.
Médano El Pinar es un producto residencial multifamiliar de lujo sostenible, ubicado sobre la playa, que demandará una inversión de más de US$ 100 millones. Luego de la comercialización “friends and family”, esta semana comenzó la preventa a precios promocionales.
Se encuentra a 30 minutos del centro de Montevideo y a 15 minutos de Carrasco. Su ubicación estratégica se alinea con la tendencia contemporánea de buscar residencias permanentes en un entorno apacible y cercano a la naturaleza. Redefiniendo la exclusividad, el proyecto fusiona la comodidad con la conexión con la costa.
Médano El Pinar promete revolucionar el real estate uruguayo porque está formado por viviendas de lujo y máxima sostenibilidad con acceso directo a la playa.
El masterplan contempla el desarrollo de aproximadamente 120 unidades residenciales, con superficies de 95 a 1.317 m2 con atractivas vistas. Las tipologías serán de un dormitorio más terraza/jardín a cuatro dormitorios con jardín, dependencia, lavadero y depósito.
También hay unidades especiales (en las puntas del edificio) cuyos precios de compra incluyen el interiorismo, ejecutado a medida por el estudio Viñoly.
Las unidades contarán con detalles como carpinterías de alumino de alta prestación con vidrios DVH, pisos de madera de ingeniería de calidad (es un tipo de madera artificial que se crea combinando piezas de chapa de madera con un agente aglutinante). Además, tendrán un sistema de piso radiante, brindando una experiencia residencial que fusiona tecnología de vanguardia con confort.
“El proyecto no solo constituye una inversión en bienes raíces de calidad sino un compromiso con un estilo de vida moderno y sostenible”, asegura Román Viñoly.
Médano El Pinar asume una responsabilidad ambiental como Nearly Zero Energy Building (NZEB) y apunta a ser carbono neutral. Este compromiso se refleja en la implementación de paneles solares, sistemas de recuperación de agua de lluvia, aire acondicionado con tecnología de recuperación de energía y ventilaciones cruzadas.
Además, en la elección de un sistema constructivo Mass Timber, que es aún más sostenible por contener materia prima local, redu--
ciendo al mínimo la huella de carbono atribuible al transporte.
A su vez, el edificio generará gratuitamente para los propietarios gran parte del consumo de energía de las viviendas y áreas comunes. “Será ícono del Uruguay Natural”, dice el directivo.
Adicionalmente, contará con una variedad de amenities que abarcan desde una piscina exterior de 200 metros cuadrados, piscina interior, sauna húmedo/seco, gimnasio y sala de yoga. Además, áreas para niños y adolescentes, microcine, dos parrilleros, salón de eventos y business center. Cada detalle ha sido minuciosamente diseñado para satisfacer las diversas necesidades de los residentes.
Con un enfoque inclusivo, Médano El Pinar incorpora también amenities especialmente diseñados para mascotas, como circuitos de paseo e instalaciones para su cuidado, reconociendo la importancia de los animales en la vida familiar en todas sus dimensiones.
El proyecto contempla previsiones para carga de vehículos eléctricos, y en términos de seguridad, cerraduras biométricas.
En cuanto a precios, las unidades se comercializan entre US$ 3.000 y US$ 6.000 el m2, con una cifra final que va desde US$ 300.000 hasta US$ 2.900.000.
La desarrolladora ofrece un plan de financiación que requiere un anticipo de entre el 25% y el 30 % y el saldo a pagar en 36 cuotas fijas y en dólares.
Sobre el perfil del comprador, Viñoly dice que “hay interés en uruguayos, argentinos y personas de todo el mundo que encuentran una propuesta atractiva, que ofrece conexión con la naturaleza, un lujo consciente, que no es ostentoso sino que está vinculado con la calidad, con el compromiso con el medioambiente, y con la posibilidad de disfrutar de las comodidades de una casa en un departamento que es su hogar”.