BOCA Satisfacción por el esfuerzo
En el vestuario local se valoró la capacidad para disimular la falta de un jugador. Sólo hubo dolor por la lesión de Gago.
Boca dio otro paso adelante.
Pese a que la angustia invadió el vestuario local por una nueva lesión de Fernando Gago, la sensación que quedó puertas adentro de Brandsen 805 fue que Boca volvió a demostrar carácter. Como hizo en el Monumental cuando le tocó ir. Como en Avellaneda para meterse en octavos de final de la Copa. O como ayer, claro, para jugar con un nombre de menos durante 80 minutos y terminar sin haberle rezado a ningún santo ni pidiendo la hora. Boca aguantó bien e incluso hasta pudo ganarlo.
Fue otro clásico (vieja deuda en tiempos del Vasco) sin perder. El cuarto. Todos sin recibir goles. Y con el agregado de haber enfrentado a las dos viejas sombras del Boca de Arruabarrena (Racing y River). No es poco para un DT que lleva 53 días y que ya tiene al equipo en octavos de final de la Libertadores, el gran desafío. “Lo programado lo pudimos ver 11 minutos. El partido había tenido una clara situación de gol para Boca, antes de la expulsión de Pérez, y creo que si hubiéramos jugado 11 contra 11 podríamos haber visto un partido donde Boca iba a ser más; pero todo lo que pensamos queda en la nada con lo que no pasó”. La declaración de Barros Schelotto propone un repaso rápido. ¿Tuvo Boca las chances más claras de gol? Puede ser. Lo que es seguro es que jamás hubo un futbolista de River mano a mano con Orion. Eso eligió ponderar el Mellizo. “Me gustaron el esfuerzo, la inteligencia, el orden, las ganas de superar a River pese al hombre de menos. Creo que fuimos prácticos, estuvimos muy bien parados y River no tuvo casi ninguna situación de gol; sólo nos faltó contragolpear más y mejor”. Y puntualizó sobre la idea: “Con jugadores de la calidad que tiene River es difícil jugar con un jugador de menos. No sé si River no supo aprovechar el hombre de más. Sí creo que Boca los marcó bien, que estuvimos bien parados y que nunca nos sorprendieron. Ellos quizá dominaron más la pelota porque tenían un hombre de más, pero no se notó en líneas generales”. ¿En otras palabras? Barros Schelotto se fue conforme.
La preocupación no pasó por la opaca participación de Tevez ni por las desatenciones de Jonathan Silva. Incluso la charla con Pablo Pérez será en la intimidad. En Boca se angustiaron porque saben que perdieron a Gago hasta 2017 y porque a él se suman las bajas de Bentancur y de Cubas. Ninguno estará para lo que resta de la Copa. Y la Copa sigue ya. El jueves, en Asunción, y ante Cerro Porteño. “Cerro tiene el mismo tiempo de recuperación que nosotros porque también jugó el clásico. Tenemos que ir a hacer un buen partido en Paraguay, no nos detenemos en excusas”, detalló el DT. Con un mediocampo disminuido, el ceño fruncido de Schelotto apenas lo disimuló el buen rendimiento de Jara, el despliegue y el orden táctico de Lodeiro y la tranquilidad de saber que cuenta con marcadores centrales que están a la altura. Sin Daniel Díaz, Tobio respondió. Al Cata y a Carrizo habrá que esperarlos porque vienen de molestias musculares.
Al Superclásico más inoportuno de todos, Boca lo sorteó con la bronca de no haberlo podido jugar en igualdad de condiciones pero con el optimismo de haberlo sobrellevado sin sofocones. Ahora llega el tiempo de empezar a perseguir el sueño de la Libertadores, objetivo mayor. Pasó River. Y con un hombre de más, no pudo con Boca. Otro paso adelante.