Clarín - Deportivo

RIVER Sensación de chance perdida

En la visita se lamentó el 0-0. Once contra 10, era el partido para cortar la racha sin triunfos ante Boca en el orden local.

- Gustavo Yarroch gyarroch@clarin.com

La única sonrisa que se vio en la antesala del vestuario de River fue la de Marcelo Gallardo, al observar el enjambre de periodista­s que lo esperaban para escuchar su análisis del Superclási­co. Allí, los semblantes eran más bien serios, propios de una sensación de disconform­ismo. En River todos sintieron que dejaron pasar una muy buena chance de volver a ganar en la Bombonera. “Jugamos 80 minutos con un hombre de más. ¿Cómo no les ganamos si nos dieron semejante ventaja?”, se preguntaba, por lo bajo, uno de los dirigentes en la cancha de baby fútbol de la Bombonera, a metros del vestuario donde Gallardo y sus dirigidos también se lamentaban por no haber podido conseguir los tres puntos pese al escenario fértil para ello que les dejó la rápida expulsión de Pablo Pérez.

River quedó rápidament­e alejado de la lucha por el campeonato y su objetivo pasó a ser con exclusivid­ad la Copa Libertador­es, en cuyo marco el jueves visitará a Independie­nte del Valle de Ecuador por los octavos de final. Sin embargo, Gallardo le dio toda la importanci­a posible al Superclási­co: puso al equipo titular, por más que venía de jugar el jueves ante Trujillano­s y de que dentro de tres días arrancará la serie de octavos en la altura de Quito. Criado en River, el Muñeco sabe que los duelos ante Boca son una suerte de campeonato en sí mismos. Tenía, además, el objetivo de sacarse la espina de no haber podido ganar ningún Superclási­co por campeonato­s locales durante su gestión. Dejó a Boca afuera de la Copa Sudamerica­na 2014 y de la Libertador­es 2015, ambas ganadas por River, pero en el ámbito doméstico parece no haber caso: de cinco duelos contra el clásico rival, empató tres y perdió dos.

El sabor a poco que dejó en River el empate se extendió a la opaca actuación del equipo. No tuvo imaginació­n ni cambio de ritmo de mitad de cancha hacia adelante. Y esa sensación de desencanto se potenció por la falta de enjundia para arriar al rival al menos con espíritu combativo. River fue un equipo que no supo imponer condicione­s ni siquiera desde el aspecto emocional. Y, esta vez, quedó la sensación de que Gallardo no ayudó con sus cambios. Pareció exagerado que Nicolás Bertolo jugara los 90 minutos después de lo poco que ofreció y quedó flotando una pregunta: ¿por qué no entró Leonardo Pisculichi para tratar de asociarse con D’Alessandro? El técnico dijo que buscó más presencia en el área y frescura con Iván Alonso y Sebastián Driussi por Lucas Alario y Rodrigo Mora. Y también comentó que el ingreso de Pisculichi era una alternativ­a que tenía en mente, pero que el golpe que sufrió Milton Casco le impidió poner al ex Argentinos ya que debió entrar Emanuel Mammana.

El empate como visitante, muchas veces considerad­o un buen resultado, esta vez no dejó buenas sensacione­s en River. Aunque, desde ya, tampoco hubo margen para darle un tono dramático al reparto de puntos. Un tren dejado pasar, no mucho más que eso, porque estaba en juego el honor y poco más: la chance de luchar por el título se había evaporado prematuram­ente para ambos.

Entre la bronca y el lamento, ahora a River no le queda otra que enfocarse definitiva­mente en el objetivo de tratar de retener el título de la Libertador­es. Necesitará elevar el nivel juego y ratificar una certeza que tiene Gallardo: su equipo se potencia en los duelos coperos mano a mano.

 ?? JUAN FOGLIA ?? Chilena peligrosa. La acrobacia de Alario merecerá tarjeta amarilla. Tobio se jugó la cabeza.
JUAN FOGLIA Chilena peligrosa. La acrobacia de Alario merecerá tarjeta amarilla. Tobio se jugó la cabeza.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina