Pérez: una roja récord que lo expuso y castigó a su equipo
Fue a los 11 minutos del primer tiempo por una patada en el estómago a Balanta. Se fue entre críticas. El DT evitó el tema.
“Ya tiene 30 años. Si no aprendió hasta ahora, ¿cuándo lo va a hacer?”, pronunció con resignación una voz cercana al plantel de Boca, antes de retirarse de la Bombonera. Fue la frase que resumió lo que sintieron hacia adentro y hacia afuera en el mundo Xeneize luego de la expulsión de Pablo Pérez, cuando apenas se llevaban disputados 11 minutos del Superclásico. Es que el mediocampista, con su actitud irresponsable, motivada, quizá, a partir de su carácter impulsivo, expuso al equipo de Guillermo Barros Schelotto a una situación indeseable: jugar el clásico con un hombre menos durante casi 80 minutos. Sin saberlo y sin quererlo también dejó expuesto a River, que no supo cómo ganar el encuentro a partir de ese beneficio.
La jugada arrancó con una pelota detenida de River. Andrés D’Alessandro la movió para Milton Casco y el lateral izquierdo la lanzó al área de Boca. El balón picó y Agustín Orion llegó primero, antes de que Eder Alvarez Balanta (quien había picado en offside) lo chocara de manera imprudente. El defensor colombiano quedó de espaldas al arco y Pérez le pegó una patada a la altura del estómago cuando Darío Herrera ya había pitado la falta del marcador central sobre el arquero. Enseguida se originió un tumulto y el árbitro tomó distancia. Cuando retornó la calma, le mostó la roja al mediocampista Xeneize y la amarilla al moreno defensor. Correcta decisión de Herrera.
“Fue perjudicial quedarse con 10 jugadores. Me voy tranquilo, pero es algo que no me gusta”, dijo Barros Schelotto en la conferencia de prensa cada vez que le preguntaron por la acción de Pérez, haciendo referencia a la situación de juego que Boca tuvo que afrontar. Pero no hubo reproche público del entrenador. Por su parte, Orion se cuidó de hablar: “Tengo una opinión pero prefiero guardármela porque no quiero que la usen para armar historias a futuro. Cuando llegue a mi casa voy a ver bien la jugada”, aseguró el arquero, quien después coincidió con el Mellizo: “Jugar con uno menos es dar mucha ventaja”. El que respaldó públicamente a Pérez fue Nicolás Lodeiro. El uruguayo expresó: “Tiene el apoyo nuestro, sabemos la clase de jugador que es, no creo que tengamos que hablar”.
Se podrá recurrir a que los jugadores tienen las pulsaciones a mil, sobre todo en un Superclásico. Pero lo de Pérez es reiterativo. Son pocos los encuentros en los que termina sin amarilla y desde que llegó a Boca (en enero de 2015 por pedido de Rodolfo Arruabarrena) tuvo 19 amarillas y tres expulsiones (en 40 partidos), contando la de ayer, que fue la que hizo explotar a los hinchas. Al respecto, ¿tomará alguna decisión el Mellizo? No lo descartó. “No lo sé, se analizará en junio. Desconozco la situación contractual de él”, respondió el entrenador. Y agregó: “Cualquier análisis que deba definir es puertas adentro con Pablo Pérez, ahora no es el lugar ni el contexto”. De todos modos, Pérez tiene contrato con Boca hasta 2019, dado que el año pasado le compraron el pase.
El ex Newell’s marcó un record negativo con su expulsión. Fue la más rápida de un jugador de Boca ante River y la segunda más veloz en la historia de un Superclásico (al tope de la lista figura la de Mostaza Merlo en un clásico de 1980). El resultado le habrá dado alivio a Pérez, pero no lo exculpa de haber perjudicado a su equipo otra vez.