Un penal que quizás cambiaba la historia
No fue un clásico caliente, los jugadores actuaron con intensidad y cualquier controversia enseguida fue disipada por los mismos protagonistas o por Federico Beligoy. El árbitro tuvo una actuación regular y que no fue buena porque terminó equivocandose en una de las últimas jugadas del partido. A los 43 minutos del segundo tiempo, Lisandro López recibió un buen pase de Vismara, sacó el zurdazo cruzado con destino de gol pero se desvió en el codo extendido de Toledo. La pelota cambió de trayectoria, fue abajo, al palo derecho de Martín Campaña y el arquero uruguayo envió la pelota al córner con mucho esfuerzo. Beligoy señaló el tiro de esquina más allá de las protestas, con razón, de los jugadores de Racing. Era penal.
Beligoy aplicó el mismo criterio -que no hubo intencionalidad del jugador- que utilizó a los 26 minutos en el primer tiempo, cuando tras un enganche y un centro de Roger Martínez en el área la pelota dio en el puño extendido hacia atrás de Tagliafico. Y Beligoy también acertó tres minutos antes cuando los jugadores reclamaban una mano de Nicolás Sánchez, cuando en realidad el defensor envió al córner, con el pecho inf lado, una clara acción de peligro, ante una falsa salida del arquero Sebastián Saja.
El árbitro intentó agilizar el juego todo el tiempo. Y aplicó el siga
siga en las jugadas de roce y mucha fricción, como así también ante las exageraciones reiterativas de los protagonistas. Sin embargo, en ese afán por no comprar nada, también fue injusto en algunas acciones que merecían ser falta, como una fuerte entrada de Vismara al Marciano Ortiz a los 28 minutos del segundo tiempo. En tanto, amonestó bien a Díaz, Tagliafico, Vera y Pellerano.
Beligoy contó con la buena colaboración de Miguel Scime y Sergio Zoratti. Los dos estuvieron acertados en las posiciones milimétricas que marcaron, especialmente Scime quien levantó la bandera justo ante de una definición de Vera. Muy fina, pero bien indicada.